Sabemos muy poco sobre China Javier García Fernández es profesor en Periodismo en la Universidad Renmin de China y ex-director de la oficina de la Agencia EFE de España en China.

In Análisis, Sociedad by Xulio Ríos

Aún tenemos la suerte de vivir en un mundo diverso, y esta diversidad es una de nuestras mayores riquezas. El diálogo entre distintas culturas y pueblos es una forma de comunicación antiquísima y fundamental, así como un eficaz remedio contra la violencia.    

Sabemos muy poco sobre China

China tiene la responsabilidad de transmitir al mundo su rica tradición cultural y mostrar las riquezas acumuladas de su civilización a lo largo de la historia, aunque esto no sea una tarea fácil.

Algunas potencias occidentales y sus medios de comunicación han llevado a cabo una campaña de difamación política contra China que distorsiona la imagen del país. A través de estas deformaciones mediáticas, tal vez podamos tener una idea general de la situación económica o política de China, pero sabemos muy poco sobre su historia, su admirable poesía, su gran pacifismo y su pragmatismo. Estos elementos están profundamente entrelazados en todos los aspectos de la vida cotidiana de los chinos.

Por lo tanto, es muy necesario que el mundo comprenda mejor a China, especialmente en términos de su cultura, sociedad y tradiciones, para entender las diferentes facetas de sus «características chinas» y cómo los chinos, una nación de 1.400 millones de personas, conviven pacíficamente en este país.

Sabemos muy poco sobre el pragmatismo chino. Por ejemplo, cómo se utiliza la antigua sabiduría en la exploración del conocimiento y la búsqueda de soluciones para abordar los problemas actuales. Durante milenios, los chinos han probado diversas formas para adaptarse a la naturaleza, como la mejora de los cultivos y la construcción de obras hidráulicas. La ciencia antigua de China se basaba principalmente en la experiencia y pretendía satisfacer las necesidades humanas mediante aplicaciones prácticas y efectivas.

Sabemos muy poco de la cultura pacifista de China. Por ejemplo, en 1405, Zheng He emprendió sus viajes marítimos hacia el occidente, casi un siglo antes de que Cristóbal Colón llegara a América. Zheng He realizó hasta siete viajes, liderando una flota de más de 300 barcos y alrededor de 30,000 personas, que cruzaron el Pacífico occidental y el océano Índico, llegando incluso a África. Las navegaciones de Zheng He se enfocaban en el comercio, la exploración, la diplomacia y la investigación científica. En cada navegación, además de marineros, participaban comerciantes, diplomáticos, exploradores, médicos, científicos, monjes y traductores que dominaban los idiomas de Asia oriental. Esto contrasta evidentemente con los viajes de conquista y colonización occidentales.

Al mismo tiempo, tampoco sabemos mucho sobre la construcción de la Gran Muralla China. Lo único que sabemos es que la Gran Muralla fue una obra defensiva regional para resistir invasiones exteriores, y no fue una obra para lanzar ataques.

Además, tenemos un conocimiento limitado sobre las grandes corrientes de pensamiento y filosofía en China, como el pensamiento de las Cien Escuelas de Pensamiento que abarcaron desde el período de los Reinos Combatientes hasta el siglo III a.C., y que tuvieron un impacto en toda Asia. En particular, debemos profundizar nuestro conocimiento y entendimiento sobre el confucianismo y el taoísmo, así como el budismo que se transmitió desde la India y luego localizado en China.

Creo que es muy importante compartir estas historias con el mundo.

Buscar puntos en común para el diálogo intercultural

Si bien nos interesan la diversidad y el misterio cuando exploramos culturas diferentes, también nos atraen las similitudes y puntos en común. Al igual que al conocer a una persona, es más fácil establecer una conexión cuando compartimos puntos de vista o pensamientos similares.

Cuando mi familia y yo llegamos a China hace seis años, quedamos sorprendidos por muchas cosas. Al igual que en nuestros viajes anteriores, tratamos de entender a China sin prejuicios ni estereotipos, ya que creemos que es la única forma de comprender realmente una cultura diferente.

Hemos descubierto un país maravilloso, un país asombroso, antiguo y moderno a la vez, lleno de diversidad y vitalidad, con características que contrastaban con nuestras costumbres. Y es cierto que también nos sorprendió encontrar similitudes con nuestra cultura. Por ejemplo, los chinos valoran mucho la familia, y en España, especialmente en mi tierra natal, Galicia, en la costa atlántica, también valoramos la familia, y como los chinos, aprecian igualmente la comida y disfrutamos reunidos alrededor de una mesa llena de deliciosa comida con familiares y amigos.

Nos impactó ver a algunas mujeres mayores asando castañas en las calles de Beijing durante el otoño, ya que en Galicia también tenemos muchas castañas y las preparamos de la misma manera.

Además, nos identificamos con la situación de muchas personas que migraron del campo a la ciudad en China, dejando a sus hijos y abuelos en las zonas rurales, algo que también sucedió en España durante el pasado siglo, cuando muchas personas se trasladaron a la ciudad por razones económicas, dejando a sus hijos en los pueblos con sus abuelos. Incluso en la actualidad, en España aún hay muchos pescadores que, una vez que zarpan, se ven obligados a alejarse de sus hogares durante varios meses, o incluso más tiempo.

Puede que estas similitudes influyeran en nuestra percepción hacia China, pero lo cierto es que nos sentimos como en casa aquí. Después de vivir en varios continentes y países durante muchos años, China sigue siendo un hogar acogedor, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia de nuestro país.

Comparto esta historia porque, en mi opinión, deberíamos centrarnos en nuestras similitudes, ya que puede ser una buena manera de difundir la cultura china y dar el primer paso hacia el territorio desconocido. Espero que algún día, las personas de todo el mundo puedan conocer verdaderamente la esencia de este gran país, China, sin distorsiones ni filtros llenos de prejuicios.

 

 

 

Autor: Javier García, profesor en Periodismo en la Universidad Renmin de China y ex-director de la oficina de la Agencia EFE de España en China.

Redactora: Geng Zhen, doctora y profesora de español en la Universidad Normal de Jiangsu.

Revisor: Zhu Lun, profesor distinguido de la Universidad Normal de Jiangsu, investigador del Instituto de Etnología y Antropología de la Academia China de las Ciencias Sociales.

Procedencia del artículo: DeepChina