Un día en la ?tribu de las hormigas?

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

Grupos de graduados universitarios conviven en barrios de las grandes ciudades chinas. Comparten vivienda y dificultades: un puesto de trabajo inestable, sin seguro y mal remunerado. Juntos, constituyen un fenómeno social muy extendido en China. Se les llama ‘la Tribu de las Hormigas’.


Al suroeste del centro urbano de la municipalidad de Tianjin ha ido surgiendo en los últimos años un barrio residencial. Allí conviven los graduados universitarios provenientes del resto del país que trabajan en Tianjin. Así es un día en la vida de un miembro de este colectivo.

En la salida del barrio residencial, los muros están llenos de anuncios de alquiler de casas. Aquí vive mucha gente procedente de otras partes del país que trabaja en Tianjin. Por otro lado, este lugar está cerca de las universidades locales y el polígono industrial, por eso hay una gran demanda de alojamiento.

Al anochecer, en la aldea del barrio residente. Los edificios altos a lo lejos y las casas ranchos constituyen un vivo contraste. En los edificios altos, las luces van encendiéndose y los habitantes empiezan a preparar la cena tras un día de trabajo agotador. Sin embargo, generalmente los habitantes ranchos venden verduras u otros productos en el mercado cercano. Están ocupados cuando los demás salen de trabajo. En sus casas, hay poca iluminación en ese momento.

Los vendedores de desayunos alrededor del mercado, quienes facilitan a los habitantes cercanos su comida de la mañana. Los miembros de la ‘tribu de las hormigas’ cuentan con un puesto de trabajo inestable, a veces irregular, y ganan sólo unos 1.000 yuanes al mes. Además del sueño de subsistir en la gran ciudad, no tienen nada más.

Computadora y televisión son el único entretenimiento para este grupo de personas; la comida envasada les basta. Viven en la gran ciudad, pero su sueldo no les da para disfrutar de lo que ésta les ofrece: parques de atracciones, centros musicales, karaokes… Todo les resulta inaccesible. ¿Y quién puede permitirse pagar la mitad de su sueldo mensual para comer en un restaurante?

“Prefiero una cama en la gran ciudad que una casa en un pueblo de campo”, así piensan muchos graduados universitarios que persiguen el sueño de establecerse y prosperar en los grandes centros urbanos de China. Sin embargo, tras años de trabajo, todavía les resulta imposible comprarse su propia casa con los ahorros y deben vivir en habitaciones alquiladas. Ellos saben bien lo difícil que es vivir en las grandes ciudades. Cuando llaman a sus padres, deben mentirles, contándoles historias que incluso a ellos les cuesta creer.