BEIJING, 15 sep (Xinhua) -- Aunque más de la mitad de la población china vive actualmente en ciudades, el esfuerzo de urbanización de China no ha prestado suficiente atención a la calidad ni ha otorgado un tratamiento igualitario a los trabajadores migratorios a lo largo de estos años, de acuerdo con un libro verde emitido hoy sábado.
Las ciudades chinas de tamaño pequeño y mediano se convertirán en la clave para promover un proceso de urbanización mejor y más rápido, según el libro verde sobre ciudades de tamaño pequeño y mediano de China en 2012, publicado en un foro de desarrollo en Beijing.
Las pequeñas y medianas ciudades contribuyeron al 56,22 por ciento de la economía total del país el año pasado, con un producto interno bruto combinado de 26,51 billones de yuanes (unos 4,2 billones de dólares), de acuerdo con el libro verde.
Más de la mitad de la población china, o 691 millones de personas, viven en ciudades, lo que representa una tasa de urbanización del 51,27 por ciento.
Sin embargo, la calidad del proceso de urbanización sigue siendo baja, ya que continúa siendo difícil para los residentes rurales convertirse en residentes urbanos y disfrutar de los mismos servicios públicos de los que disfrutan sus compatriotas.
«La actual situación de urbanización de China carece de calidad, coordinación y armonía», dijo el profesor Wei Houkai, que estuvo a la cabeza del grupo que elaboró el libro verde.
«Para convertirse en residentes urbanos, los campesinos siguen enfrentándose a obstáculos y costes elevados», dijo Wei, subdirector además del Instituto de Estudios Urbanos y Medioambientales de la Academia de Ciencias Sociales de China (ACSCh).
Los estudios de la ACSCh muestran que China necesitará reubicar en ciudades a más de 200 millones de personas que en la actualidad viven en zonas rurales y proporcionarles oportunidades de trabajo y vivienda antes de 2030 si el proceso de urbanización continúa a la actual velocidad de entre 0,8 y un punto porcentual por año.
Teniendo en cuenta a aquellos trabajadores migratorios que ya han dejado las tierras cultivadas del país para buscar empleo en las ciudades, China tendrán que convertir de 400 a 500 millones de campesinos en ciudadanos urbanos.
Urbanizar a esos campesinos costará entre 40 y 50 billones de yuanes, djo Wei.
«Es obvio que semejante problema no puede resolverlo el gobierno por si solo», dijo.
Por eso , Wei pidió el establecimiento de un mecanismo diversificado para compartir los costes que asegure que los trabajadores migratorios puedan disfrutar del mismo tratamiento en materia de seguridad social, empleo, servicios públicos, vivienda de protección social y educación que los residentes urbanos.