«Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar»: La influencia de China en la industria cinematográfica de Hollywood Blanca Marabini San Martín, graduada en Relaciones Internacionales y Traducción e Interpretación por la Universidad Pontificia Comillas y líder de equipo en el European Student Think Tank.

In Análisis, Sociedad by Xulio Ríos

En 2007, el entonces presidente de la República Popular China, Hu Jintao, hizo la primera referencia explícita al soft power chino al vincular la cultura del gigante asiático con su posición en el sistema internacional[1]. A lo largo de los años siguientes, China desarrolló numerosas herramientas que emplea para ejercer este soft power, desde la conectividad generada a través de la Nueva Ruta de la Seda al Instituto Confucio y los intercambios de estudiantes. La apertura del gigante asiático a las películas de Hollywood se puede interpretar como parte de este grupo de herramientas dado que, si bien ya se permitía la entrada de alguna de estas películas al país desde 1994, su ingreso en la Organización Mundial del Comercio facilitó la producción conjunta de películas, de forma que constituía otra herramienta más para la promoción de la cultura china en el extranjero[2]. Esta estrategia daría paso a la oferta actual de China que, como decía Marlon Brando en El padrino, Hollywood no podrá rechazar.

Desde entonces, las películas de Hollywood han podido acceder, en cantidades progresivamente mayores, al mercado chino, si bien pasando por un sistema de cuotas y un mecanismo de censura regido por el Gobierno. Se trata de un sistema de censura que se caracteriza por el uso de criterios ambiguos, la opacidad y la inconsistencia[3]. La ley de censura más reciente, que data de 2017, establece que se censurarán aquellas películas cuyos contenidos puedan dañar la dignidad, el honor y las ambiciones nacionales; expongan secretos de Estado; pongan en peligro la unidad nacional o muestren apoyo hacia el extremismo y el terrorismo. La ley exige, asimismo, que dos tercios de las películas proyectadas en cines sean de origen chino[4].

Son muchas las limitaciones a las que ha de atenerse una película de Hollywood para llegar al público chino. No obstante, el valor que posee el mercado del gigante asiático para las productoras lleva a que estas estén dispuestas a hacer lo posible para satisfacer los requisitos del Gobierno chino. El peso de este mercado radica en que China se ha convertido en uno de los principales consumidores de películas del mundo. Mientras que en Estados Unidos la industria cinematográfica compite con servicios de streaming como Netflix o Amazon Prime, el porcentaje de los ingresos de Hollywood que proviene de más allá de las fronteras de EE. UU. aumenta a gran velocidad[5]. China constituye una parte fundamental de los ingresos internacionales de Hollywood: en 2019, casi 20 mil millones de dólares recaudados por dicha industria tuvieron su origen en China y, antes de la reciente ralentización que se dejó sentir en el mercado chino como resultado de la actual pandemia, las predicciones indicaban que, a lo largo de 2020, se situaría por delante de Estados Unidos y pasaría a ser el mayor mercado cinematográfico del mundo[6].

Hollywood depende cada vez más de China para obtener ganancias por sus películas, lo que conlleva que sus producciones a menudo se realizan ya con el gigante asiático en mente[7]. La tendencia inicial de crear versiones adaptadas de las películas para el público chino ha dado paso a la acción proactiva por anticipado de Hollywood, esto es, a la autocensura. Varios estudios han optado ya en diversas ocasiones por eliminar escenas no solo de la versión para China de sus películas, sino de la versión internacional, de forma que el público internacional está consumiendo productos aprobados por el organismo de censura del régimen autoritario chino[8]. Este nivel de influencia del Partido Comunista Chino sobre jugadores de peso en la industria cinematográfica conlleva una limitación de las historias que se cuentan a través de este canal y, por tanto, de la forma en que se presenta China en estas películas, dado que se evitan temas como Tiananmen, Taiwán, Tíbet o Xinjiang.

A esta situación es preciso añadir también las producciones de la propia industria cinematográfica china que, además de cofinanciar producciones de gran éxito de Hollywood, es también un competidor para las películas extranjeras que consiguen acceder al mercado chino. En días festivos importantes, por ejemplo, los cines chinos se llenan casi por completo, pero las productoras de Hollywood no pueden beneficiarse de este repunte, dado que las autoridades chinas dan prioridad a las películas de productoras nacionales en periodos festivos[9]. Asimismo, la pandemia actual ha supuesto un duro golpe para la industria cinematográfica china y, por tanto, para las estrategias de Hollywood en ese mercado. Tras varios meses cerrados, los cines en China deberán volver a decidir qué películas proyectar, y parece probable que las películas nacionales volverán a ser la prioridad del Gobierno[10].

A pesar de la situación a la que se enfrentan las películas de Hollywood en China, la percepción predominante es que la influencia del Gobierno chino sobre la industria cinematográfica estadounidense no desaparecerá en el corto plazo, dado que no es razonable esperar que las productoras abandonen un mercado de tanto peso y que se prevé que la censura china permanecerá presente mientras dure el mandato del PCCh[11]. No obstante, este contexto aún ofrece un cierto margen para que Hollywood desarrolle medidas que gobiernen sus interacciones con el Gobierno chino por medio de estrategias como limitar la censura a la versión de la película que se mostrará en cines chinos en vez de aplicar estrategias de autocensura preventiva a la versión internacional, así como indicar en las películas correspondientes si han pasado por un proceso de censura y, en caso afirmativo, qué gobiernos los han solicitado y establecer un diálogo con otros sectores y escuelas cinematográficas del mundo[12]. Así, la industria cinematográfica mundial daría un paso importante hacia un equilibrio entre la naturaleza del contenido del material que produce y los ingresos que obtiene de ellos.

[1] Albert, E. (2018) China’s Big Bet on Soft Power. Council on Foreign Relations. Recuperado de https://www.cfr.org/backgrounder/chinas-big-bet-soft-power.

[2] Council on Foreign Relations (2019) Big in China: The Global Market for Hollywood Movies. Recuperado de https://world101.cfr.org/global-era-issues/globalization/big-china-global-market-hollywood-movies.

[3] Bai, S. (2013) Recent Developments in the Chinese Film Censorship System. Southern Illinois University Carbondale. Recuperado de https://opensiuc.lib.siu.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://www.google.com/&httpsredir=1&article=1478&context=gs_rp.

[4] Library of Congress (2017) China: First Law on Film Industry Effective in March. Global Legal Monitor. Recuperado de https://www.loc.gov/law/foreign-news/article/china-first-law-on-film-industry-effective-in-march/

[5] The Heritage Foundation (2018) How China is Taking Control of Hollywood. Recuperado de https://www.heritage.org/asia/heritage-explains/how-china-taking-control-hollywood#:~:text=The%20Chinese%20are%20financing%20some,HOST%3A%20Here’s%20an%20interesting%20fact.

[6] Chen, P. (2020) What does Hollywood Lose when it Works with China? Recuperado de https://www.thenation.com/article/world/hollywood-china-trade-war/

[7] The Heritage Foundation (2018) Op. cit.

[8] PEN America (2020) Made in Hollywood, Censored by Beijing: The U.S. Film Industry and Chinese Government Influence. Recuperado de https://pen.org/wp-content/uploads/2020/09/Made_in_Hollywood_Censored_by_Beiing_Report_FINAL.pdf

[9] Chow, T. (2020) Hollywood in China: A New Film Central. Recuperado de https://uschinatoday.org/features/2020/07/14/hollywood-in-china/

[10] Chow, T. (2020) Op. cit.

[11] The Heritage Foundation (2018) Op. cit.

[12] PEN America (2020) Op. cit.