China-Taiwán: la cultura, el paso siguiente

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

El domingo 12 de septiembre entró en vigor el AMCE (Acuerdo Marco de Cooperación Económica). En paralelo, se disiparon las expectativas que apuntaban a ciertos avances más o menos inminentes en lo político o en materia de seguridad. No obstante, durante la reciente visita a Taipei de Cai Wu, presidente honorario de la Asociación de Amistad de Circulos Culturales de China y ministro de Cultura, se han dado los primeros pasos para firmar un pacto sobre intercambios culturales que desactive las barreras que dificultan el entendimiento a este nivel, simplifique los procedimientos y fomente la cooperación. 

El desarrollo de este ámbito cultural en la relación bilateral fue objeto de debate en un foro celebrado en Taipei a primeros de septiembre, patrocinado por la ARATS y la SEF, y permitirá la inclusión de la cultura en la agenda de las negociaciones bilaterales. La apertura de oficinas de representación cultural en los respectivos territorios podría llegar muy pronto y el acuerdo podría rubricarse en 2011.  

Asumiendo el valor de la cultura como denominador común entre las dos orillas del Estrecho, en paralelo a los intereses comerciales y económicos, Beijing y Taipei anticipan una nueva vuelta de tuerca en su acercamiento que puede motivar e implicar a colectivos e instituciones culturales con el objetivo estratégico de abrir nuevos y sólidos caminos a la cooperación. 

La rapidez con que se fraguó el acuerdo en lo económico y la velocidad que se anuncia para la posible firma de un memorando en lo cultural, dan cuenta de la firme voluntad política existente a ambos lados del Estrecho. Ese buen clima lo está aprovechando Taipei para dar inicio al proceso de negociación de TLCs con terceros países, comenzando por Singapur. 

En otro orden, cabe observar como encaja Beijing las exigencias taiwanesas de una mayor presencia internacional, en especial en determinados organismos de la ONU  como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), donde está centrando sus demandas. La flexibilidad continental en este sentido puede contribuir a visibilizar mejor el éxito de la política de Ma Ying-jeou y acrecentar las expectativas electorales del KMT. Ambos deberán enfrentar una gran prueba el 27 de noviembre próximo.  

No obstante, las exigencias públicas de retirada de los misiles que apuntan a la isla (formuladas por la presidenta del Consejo de Asuntos de China Continental), Lai Shin-yuan en un discurso ante el Parlamento europeo) o las informaciones que han trascendido acerca de un supuesto plan de Taipei en tres etapas para lograr el acercamiento entre las dos orillas eludiendo la reunificación, podría afectar a la confianza mutua y acabar empañando tan verginoso proceso.