El encuentro entre el primer ministro chino Xi Jinping y el taiwanés Ma Ying-jeou- es un hecho histórico sin precedentes en las relaciones en el Estrecho en los últimos 60 años.
Es una realidad que el desenvolvimiento de Taiwan en el contexto del nuevo regionalismo asiático se ha visto limitado por el crecimiento de la influencia china en el marco multilateral. La voluntad del gobierno taiwanés en recuperar y ampliar su radio de acción diplomática internacional bajo un esquema de no confrontación con Beijing ha sido una bandera de lucha bajo la administración de Ma Ying-jeou.
La cooperación económica taiwanesa en el proceso de la integración asiática ha sido de gran ayuda en la búsqueda de diálogo con Beijing. Aquel principal argumento de adhesión a un «nuevo concepto de interdependencia» como un medio de preservar la seguridad basada en la «igualdad” con China, dio lugar al diálogo, la búsqueda de confianza y cooperación en pos de minimizar escenarios de conflictos.
Uno de los grandes dilemas futuros que enfrenta Taiwan gravita en los procesos de integración económica a nivel regional. Los acuerdos bilaterales y multilaterales en Asia han formado un sistema de Spaghetti Bowl local donde las empresas taiwanesas han jugado un rol importante en offshore sourcing Operations.
Por otro lado, la nueva ola de regionalismo asiático ha estado relacionada con una serie de transformaciones ocurridas estos años impulsadas por la constitución del Tratado de Asociación Transpacífico (TTP, por su sigla en inglés) y el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP) bajo la competencia entre Estados Unidos y China por el control del Pacifico.
Cierto es que la presión de Taiwán para unirse a la integración económica regional ha llevado a las distintos administraciones desde Chen Shui-bian a adaptarse a los diferentes escenarios que plantea el crecimiento de China. Esta configuración, por lo tanto, influenció en el desarrollo de Taiwán bajo tres aspectos: escepticismo político, competencia diplomática y trasformación tecnológica.
El presidente Ma Ying-jeou ha identificado la liberalización económica como un motor clave del crecimiento taiwanés. Su administración busco reformar la economía de Taiwan a favor del TPP, no sólo, para abrir nuevos mercados para las exportaciones nacionales, sino para preservar su papel en las cadenas de suministros asiáticas.
La importancia de incrementar la participación económica taiwanesa con la región es determínate para el futuro de Taiwan. No obstante, los argumentos liberales no logran explicar porqué esta no ha conducido a la eliminación de las desconfianzas en el estrecho, aún cuando no han dejado de crecer los intercambios comerciales y las inversiones. El gobierno taiwanés también ha buscado reducir la dependencia del comercio con China como motor de crecimiento al aumentar la demanda interna y fomentar las inversiones en el sector privado.
Taiwán se encuentra frente a un sistema internacional caracterizado por la preeminencia militar de Estados Unidos y el ascenso económico de China. De continuar esta tendencia global, Beijing, podrá contar con los recursos para competir estratégicamente con Washington en pocas décadas, de hecho ya lo está realizando en ciertos ámbitos. La cuestión central que se plantea a Taiwán entonces, es cómo defender su seguridad, maximizar sus intereses nacionales mediante un consenso interno entre el sector público y privado, como así reforzar su desenvolvimiento global.
Es posible que este primer encuentro entre mandatarios de ambas partes habrá un nuevo camino de cooperación y desarrollo en el Estrecho.