Cruce de reproches en el Estrecho de Taiwan

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Desde el pasado 16 de enero, cuando el PDP venció en toda regla al KMT en las elecciones legislativas y presidenciales, la agenda de diferencias a través del Estrecho no hace sino crecer.

El último episodio nos conduce a Kenia. Taipei denunció el “secuestro y repatriación” a China continental de hasta 45 taiwaneses sospechosos de fraude en el país africano que fueron absueltos por un tribunal local. La acción abre una vía para que cualquier taiwanés inmerso en un proceso judicial en otras partes del mundo sea susceptible del mismo tratamiento. Es la primera vez que China logra repatriar desde África un contingente tan numeroso de sospechosos de fraude. Su argumento es doble: las víctimas de su acción son continentales y Taipei es “demasiado indulgente” con estos supuestos delincuentes.

El caso nos remite a otro similar que involucró a 14 taiwaneses en Filipinas, devueltos a Taiwan por Beijing cinco meses más tarde tras arduas negociaciones. Otro caso en curso involucra a 31 taiwaneses sospechosos de delitos cibernéticos en Indonesia. Y otro a medio centenar en Malasia. Andrew Hsia y Zhang Zhijun, máximos responsables de las relaciones a través del Estrecho, hablaron del caso keniano a través del teléfono rojo. El asunto Kenia se produce tan solo unos días después de que la ministra taiwanesa de Justicia, Luo Ying-shay, encabezara una delegación al continente para impulsar las relaciones bilaterales en esta materia.

A la decisión de Beijing de restablecer relaciones diplomáticas con Gambia se suma el hecho de que Taipei no ha recibido aun la invitación para participar en la Asamblea General de la OMS. Estas invitaciones se cursan unos 60 días antes del inicio de la asamblea, prevista para el 23-28 de mayo en Ginebra. Taiwan viene participando desde 2009. Por otra parte, los rumores de que el Vaticano podría iniciar pronto conversaciones con China para establecer relaciones diplomáticas son cada vez más insistentes. La tregua diplomática no oficial parece amenazada….

En el plano bilateral, el Yuan legislativo taiwanés prohibió a Lin Join-sane, presidente de la SEF (Fundación para los Intercambios a través del Estrecho), viajar al continente para reunirse a primeros de abril con funcionarios de la ARATS, la entidad homónima, con la excusa de que liquidaría la mayor parte del presupuesto anual de viajes de la fundación. La decisión no sentó nada bien al otro lado, calificándola de “obstrucción”. Ambas entidades tienen encomendado desde los años 90 el desarrollo de los contactos regulares. Tras una suspensión de diez años, se reanudaron en 2008 con base en el Consenso de 1992. La confusión rodea igualmente la celebración del VIII Foro a través del Estrecho previsto para junio en Fujian.

Igualmente, la participación de Taiwan en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras está más en el alero que nunca. Fuentes del mismo indicaron que Taipei debería realizar su solicitud a través del Ministerio de Finanzas de China, siguiendo la ruta de Hong Kong. Taipei responde que “de ninguna manera” porque esa vía daña su dignidad. Xi Jinping declaró en 2015 que Taiwan entraría usando un nombre “apropiado” que nunca se especificó. Taipei quiere unirse en calidad de miembro del Banco Asiático de Desarrollo….

Beijing parece optar por sumar advertencias. En las lianghui del pasado marzo, Li Yihu, del Instituto de Taiwan de Beida, sugirió sancionar a los empresarios taiwaneses con intereses en el continente que apoyen la independencia. La reducción del número de turistas, negada oficialmente, es un hecho que podría afianzarse en los próximos meses.

Este enrarecimiento puede relacionarse con la falta de avances en las negociaciones del Acuerdo de Comercio de Bienes a través del Estrecho y algunas acciones impulsadas por el PDP en el Legislativo, entre ellos, el reforzamiento de los controles que pueden complicar la cooperación política entre ambas partes del Estrecho afectando de lleno al papel de los ex altos cargos. Beijing reaccionó oponiéndose a los intentos de imponer “barreras artificiales” que minan la base de las negociaciones y que pueden ser un obstáculo para futuros acuerdos…

En un reciente encuentro con una delegación estadounidense (que incluyó a R. Armitage y E. Medeiros, con gran conocimiento en la zona), Tsai reiteró su intención de reforzar la comunicación pero sin una base mutuamente aceptable para la interacción parece poco probable.

Las miradas se dirigen al discurso de toma de posesión de Tsai (20 de Mayo). La presión de Beijing le plantea la disyuntiva de eludir o no sus exigencias. Tras el fracaso de la reforma electoral en Hong Kong, el PCCh no quiere abrir otro frente y parece dispuesto a hacer cuanto esté a su alcance para disuadir a la presidenta electa de seguir los pasos de Chen Shui-bian (presidente entre 2000 y 2008).