En busca de un nuevo consenso para «una sola China»

In Noticias, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Los misiles desplegados a lo largo de la costa suroriental de China han sido motivo de tensión por mucho tiempo para las relaciones a través del Estrecho de Taiwán. Tal despliegue, además, es frecuente excusa para las ventas de armas de EEUU a la isla.


Aunque están colocados para disuadir a los separatistas, algunos consideran a estos proyectiles como símbolo de la hostilidad continuada entre ambas orillas.


Como gesto importante, los militares de la parte continental ofrecieron retirar los cohetes durante la negociación para construir un mecanismo militar de confianza mutua, regido por el principio de “una sola China. ”



Esta propuesta de buena voluntad de la parte continental recibió el silencio por respuesta de Taiwán, algo que no resulta del todo sorpresivo.

La cierto es que muchos taiwaneses aún miran con recelo la posibilidad de que el principio de “una sola China” se traduzca en paz permanente para ellos.

Los pasos positivos mencionados se dieron hace un mes, cuando los dos lados firmaron el Acuerdo Básico para la Cooperación Económica (ABCE), concebido para fomentar aún más los lazos económicos y los intercambios comerciales entre ambas partes.



Sin embargo, cuando se trata de construir la confianza militar mutua, se nota que hay mucha tela que cortar. La respuesta tibia de las autoridades de Taiwán refleja su renuencia a entrarle con la manga al codo al tema.

La reciente oferta de retirar los misiles se encamina a tranquilizar a los taiwaneses, garantizándoles un mayor coto de seguridad, a la vez que se propicia un nuevo acercamiento entre las dos orillas. Desde luego, con estas medidas se aspira a dar por terminadas las prolongadas hostilidades en el campo militar.


Hay mucho debate aún sobre qué significa realmente el principio de “una sola China”. Los ex líderes de la isla Lee Teng-hui y Chen Shui-bian distorsionaron la idea, según promovían la independencia de la isla. El despliegue de misiles se hizo para disuadir a separatistas acérrimos como éstos.



Tanto la disuasión al separatismo como el mecanismo de la ABCE son elementos imprescindibles para la unificación de China. La cuestión clave ahora es cómo hacer más aceptable el principio de “una sola China” en la isla.



Para la generación más joven de Taiwán, “una sola China” es un término desconocido, pero se precisa que ambas partes reconstruyan el consenso hacia esa idea, que es la base para la paz y la prosperidad de los dos lados.



La unificación de los dos lados del Estrecho de Taiwán dependerá de que se unifiquen los corazones y las mentes, una tarea nada fácil.



La parte continental debe ser firme en su determinación, pero también acopiar paciencia, de modo que se impulsen las relaciones. (Pueblo en línea)



02/08/2010