Desde la elección el pasado mes de julio de Ma Ying-jeou como presidente del KMT, las especulaciones se han desatado acerca de cuándo y cómo se podría celebrar algún tipo de encuentro personal con el secretario general del PCCh, Hu Jintao, en calidad ambos de máximos representantes de sus respectivos partidos políticos, quienes iniciaron en 2005 la llamada “tercera cooperación” con el objetivo común de asegurar la estabilidad en el Estrecho y frenar el auge independentista en la isla.
La reciente visita a Singapur del vice primer ministro chino Wang Qishan y, en paralelo, la invitación oficial cursada al presidente Ma Ying-jeou para que asista a la cumbre informal de este año de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), a celebrar los días 14 y 15 de noviembre en la ciudad-Estado, concretan un primer escenario de posible encuentro.
La APEC es uno de los pocos organismos internacionales que han admitido simultáneamente a los dos lados del Estrecho de Taiwán. La presión de Beijing ha impedido hasta ahora la asistencia en persona del presidente taiwanés, quien siempre ha debido optar por la designación de un enviado especial para participar en la cumbre. En la celebrada en Perú el año pasado, Ma nombró a Lien Chan, actualmente presidente honorario del KMT.
¿Estará interesado Ma en viajar a Singapur? ¿Le podría beneficiar política y electoralmente dicha foto?¿Abandonará Beijing sus reservas? Es prematuro anticipar quien representará a Taiwán en dicho evento, en el que también participará el presidente estadounidense Barack Obama. Parece precipitado un encuentro entre el líder continental y el taiwanés, quien tomó posesión de su cargo en mayo de 2008, hace menos de año y medio. Pese a los muchos avances positivos registrados en las relaciones bilaterales, queda largo y tendido por hacer para salvar las distancias políticas que les separan. Asimismo, la situación interna en Taiwán, a las puertas de una remodelación ministerial, vive momentos de convulsión por los efectos políticos de la mala gestión de la catástrofe del tifón Morakot que afectan directamente al gobierno de Ma, quien se encuentra a la defensiva y dando muestras de cierta debilidad. En ese contexto, y con el frente del acuerdo económico con el continente también abierto con la oposición, el encuentro con Hu Jintao, sin avances en temas sustanciales como la retirada de los misiles que apuntan a Taiwán, difícilmente podría beneficiarle. Es más, allegados a Ma no lo recomiendan en todo su primer mandato.
La ciudad-Estado de Singapur, con fuerte presencia china y una tradicional posición favorable al entendimiento en el Estrecho, ofrece un escenario idóneo, pero la coyuntura política en Taipei parece no aconsejar la asunción de grandes riesgos ante el temor de convertir una foto histórica en un nuevo quebradero de cabeza para el gabinete de Ma Ying-jeou.