Tras haber recibido un muy significativo apoyo por parte de la comunidad internacional en los últimos meses, tanto de los Estados Unidos como de la Unión Europea, Taiwán confía más que nunca en participar este año como miembro observador en la asamblea trienal de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que se celebra del 24 de septiembre al 4 de octubre en Montreal (Canadá).
El Gobierno de Taipei ha redoblado sus esperanzas sobre todo después de que el pasado mes de junio las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos aprobaran por unanimidad proyectos de ley, ya firmados por el presidente Barack Obama, a favor de su ingreso en la OACI como miembro observador, y de que un total de 79 miembros del Parlamento Europeo procedentes de diferentes partidos políticos hayan hecho llegar una carta conjunta al secretario general de la Organización en el mismo sentido.
En septiembre del año 2009, Taiwán inició una nueva estrategia para tratar de participar «de manera significativa» en las diferentes agencias especializadas del sistema de las Naciones Unidas, dando la prioridad a su ingreso en la OACI y en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Las justas aspiraciones de Taiwán parecían necesitar, no obstante, de un tan claro como rotundo apoyo de la comunidad internacional, circunstancia que en los últimos días se ha producido de manera evidente.
Los dos proyectos de ley de las dos cámaras de EE UU, que tienen carácter de fuerza obligatoria para el Gobierno estadounidense, exigen a este que desarrolle “una estrategia para ayudar a Taiwán a obtener el estatus de miembro observador en la asamblea trienal de la OACI» y ordenan asimismo a la delegación estadounidense acreditada en la OACI que presente una moción a favor de la aspiración de Taiwán a convertirse en un miembro observador de dicha organización.
El presidente de EE UU, Barack Obama, emitió posteriormente una declaración señalando que Estados Unidos apoya “plenamente” la participación de Taiwán en cualesquiera organizaciones internacionales en las que la condición de estado no sea requisito indispensable y “estimula” la participación significativa de Taiwán en las diversas organizaciones en las que su membresía no sea posible.
Por su parte, la carta conjunta de los parlamentarios europeos hace especial hincapié en el hecho de que Taiwán siempre ha esperado “con sumo anhelo” poder participar en la OACI para hacer mayores contribuciones al mantenimiento de la seguridad de la aviación internacional. A juicio de los parlamentarios europeos, la Unión Europea tiene todas las razones para apoyar la participación de Taiwán en este organismo como miembro observador, sobre todo para que pueda obtener las diferentes informaciones relacionadas con las normas de la seguridad de aviación civil internacional.
La importancia de Taiwán en el transporte aéreo internacional, situado entre las principales rutas de vuelo de Asia, le hace ser un punto fundamental para el control y la seguridad de las mismas. Todos los años, por la Región de Información de Vuelos de Taipei (TFIR, siglas en inglés), de la que Taiwán es responsable, pasan más de 1,30 millones de vuelos, lo cual supone un tránsito anual de 40 millones de pasajeros.
En la actualidad, existen 181 rutas fijas de transporte de pasajeros y 86 de carga que conectan a Taiwán con un total de 117 ciudades en todo el mundo. El Aeropuerto Internacional de Taoyuan, en el norte de Taiwán, es uno de los principales centros de aviación civil internacional y carga aérea. Cerca de 150 vuelos operan por semana en las rutas aéreas entre Taiwán y Europa, unos 400 entre Taiwán y Estados Unidos y 660 entre Taiwán y Japón, y son 616 los vuelos semanales que ahora operan también entre ambos lados del Estrecho de Taiwán.
Tal ocupación del espacio aéreo exige la adopción de las más estrictas normas de aviación para garantizar la seguridad de todos los pasajeros. Con estas cifras, y pese a no pertenecer a la OACI, las autoridades de Aviación Civil de Taiwán no han podido permanecer todo este tiempo con los brazos cruzados, y han tenido que buscar información a través de canales indirectos. Con vistas al futuro, la participación de Taiwán en la OACI aumentaría de manera sustancial la eficacia y seguridad del transporte aéreo internacional y permitiría la plena realización del firme compromiso de Taiwán de contribuir a la red global de aviación.