Taiwan levantó una prohibición que había estado en efecto por varias décadas sobre las inversiones chinas en junio del año pasado, y la política atrajo inmediatamente unas inversiones chinas avaluadas en unos 2.200 millones de dólares taiwaneses (US$68,75 millones) hasta finales de febrero.


     Replicando a la crítica hecha por el legislador del gobernante partido Kuomintang, Ting Shou-chung, quien dijo que el Gobierno había sido demasiado lento en atraer a las inversiones chinas, el ministro de Economía Shih Yen-shiang dijo que la primera fase de la liberalización de las inversiones, que empezó el 30 de junio del 2009, fue experimental en naturaleza.



     «Todavía nos encontramos evaluando los resultados de nuestras medidas iniciales de liberalización del mercado y seguiremos abriendo nuestras puertas a los potenciales inversionistas chinos en el futuro», dijo Shih en una reunión del Comité de Economía del Yuan Legislativo (Cámara Legislativa).



     En esa primera etapa, Taiwan abrió un tercio de sus industrias manufactureras, así como varias industrias seleccionadas de servicios a los inversionistas chinos, incluyendo los sectores textil y de servicios de computadoras.



     Shih dijo que el Buró de Desarrollo Industrial del Ministerio estaba estudiando qué sectores manufactureros deberían estar abiertos a las inversiones chinas en la segunda etapa.



     «También estamos discutiendo con varias agencias gubernamentales pertinentes sobre las maneras más apropiadas para lograr más liberalización de las inversiones chinas en nuestros sectores de servicios», dijo Shih a los legisladores.



     Al ser preguntado sobre si la segunda etapa de liberalización podría estar empezando en el período de unos tres meses, Shih contestó que eso aún quedaba por verse ya que las varias agencias gubernamentales concernientes todavía se encontraban evaluando el asunto.



     «Lo que sí puedo afirmar es que tendremos una meta clara al momento de hacer una mayor apertura de nuestro mercado después de una evaluación prudente sobre los resultados de nuestra primera fase de liberalización», dijo Shih.

     Además de buscar atraer a las inversiones chinas, Shih dijo que su Ministerio aceleraría sus esfuerzos para tratar de atraer a más empresarios taiwaneses con operaciones en China a regresar al país para hacer inversiones, con la meta fijada provisionalmente en unos 38.000 millones de dólares taiwaneses (US$1.190 millones).