Washington, enero 6 (CNA) Tanto el incumbente presidente de la República de China (Taiwan), Ma Ying-jeou, como su principal rival, la presidenta del opositor Partido Democrático Progresista (PDP), Tsai Ing-wen, en las elecciones presidenciales a celebrarse el 14 del corriente mes, quizá no puedan resolver el problema al que se encuentra enfrentado Taiwan respecto a la unificación o la independencia, pero ellos han hecho que Taiwan sea orgulloso, dijo un informe de la última edición de la revista estadounidense "Time".
El artículo, titulado «Ni independencia ni unificación», fue escrito por Zoher Abdoolcarim, jefe de redacción de la versión asiática de la prestigiosa revista norteamericana, quien entrevistó recientemente a ambos candidatos.
Según el informe, Ma, de 61 años de edad, ha firmado muchos acuerdos comerciales recíprocamente beneficiosos con China después de asumir su cargo en el año 2008. Además, añadió el informe, los intercambios académicos y culturales habían sido frecuentes y miles de turistas chinos visitan ahora a Taiwan casi diariamente.
«Las relaciones actualmente existentes entre Taipei y Beijing son las más amistosas desde el año 1949», dijo el artículo, refiriéndose al año cuando el gobernante partido Kuomintang (KMT) perdió en la guerra civil de China al Partido Comunista Chino y se trasladó luego a Taiwan.
Si bien tanto Ma, como Beijing y Washington quieren mantener la actual paz reinante, Ma dijo a la revista que el desarrollar lazos con China corría ciertos riesgos, pero «está en el interés de Taiwan».
Según Abdoolcarim, Tsai, de 55 años de edad, creía que Ma había cedido demasiado al vecino autoritario de Taiwan.
«Debemos tratar a China como un socio económico y comercial normal. Mucha gente está preocupada por el hecho de que estamos marchando demasiado estrecha y rápidamente a China, temiendo que no haya camino de regreso», dijo Tsai.
La observación de Tsai quizá suene perfectamente razonable. Sin embargo, debido a que el PDP aboga por la de jure independencia de Taiwan, las partes involucradas, especialmente Beijing y Washington, no dejan de mostrar su preocupación que la posible victoria de Tsai pueda aumentar la posibilidad de un regreso a la guerra fría entre los dos lados del Estrecho de Taiwan, como lo fue durante el período 2000-2008 cuando el PDP estaba en el poder, añadió el artículo.
Es evidente que tanto China como los Estados Unidos prefieren más a Ma que a Tsai, pues Beijing lo considera más amistoso y Washington no desea tener que verse involucrado en algún posible conflicto entre Taiwan y China de ganar Tsai.
El artículo puntualizó que tanto China como EE.UU. no tenían un voto, y ni Ma ni Tsai podían imponer sus voluntades sobre el pueblo de Taiwan. Los votantes de la isla serían los que en última instancia hagan sus propias decisiones.
Bajo el liderazgo de Ma, Taiwan ha gozado de una estabilidad política y su economía ha sido elástica ante la desaceleración económica registrada en los países occidentales. Pero el hecho de que la popularidad de Tsai sigue estrechamente a la de Ma significa que las posturas de Tsai han obtenido el eco de muchos votantes.
Cualquiera que salga elegido decidirá el trayecto de las relaciones entre los dos lados en los próximos cuatro años. Beijing tiene que entender y aceptar que deberá tratar con no solamente una o dos figuras políticas en Taiwan, sino que también tendrá que aceptar los valores y las aspiraciones de los 23 millones de ciudadanos del país.
«Es evidente que ni Ma ni Tsai pueden en la actualidad resolver los existentes problemas de la isla. Pero ellos hacen que Taiwan sea orgulloso frente al mundo entero», añadió el artículo.
Tanto Ma como Tsai, que son políticos maduros que han recibido una excelente educación, son de confianza y tienen una gran capacidad de expresión, han mostrado un genuino interés por el futuro de su patria, dijo el artículo.
«Es lástima que uno de ellos tenga que perder. Sin embargo, pase lo que pase, como el lugar más libre en la comunidad china, Taiwan siempre saldrá victoriosa», concluyó el artículo. (Por Tony Liao y Elisa Kao)ENDITEM