El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció el 6 de enero la aprobación de un plan de la empresa Lockheed Martin Corp. de vender misiles Patriot III a Taiwan. Aunque era uno de los pasos del paquete de venta de armas a gran escala anunciado por la administración de George W. Bush en octubre de 2008, esta medida, producida sólo un mes después de la visita del presidente Barack Obama a China, ha ensombrecido las relaciones entre China y EEUU.
EEUU es completamente consciente de que el asunto de Taiwan está relacionado con la soberanía y la integridad territorial de China, e implica los intereses fundamentales de China y los sentimientos nacionales de 1.300 millones de ciudadanos chinos.
La Declaración Conjunta China-EEUU establece claramente que «el principio fundamental del respeto por la soberanía y la integridad territorial de cada uno se encuentra en el núcleo de los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses que dirigen las relaciones entre China y EEUU. Ninguna de las partes apoya ningún tipo de intento de ninguna fuerza por minar este principio. Las dos partes coinciden en que respetar los intereses fundamentales de cada uno es extremadamente importante para garantizar el progreso estable de las relaciones China-EEUU.»
Estas palabras están grabadas en la historia. Sin embargo, la venta de armas de EEUU a Taiwan justifica completamente cualquier sospecha sobre la sinceridad de EEUU a la hora de tomar medidas concretas para «respetar los intereses fundamentales de cada uno.»
Es evidente que las relaciones a través del estrecho han registrado grandes avances y se ha ido orientando a la senda del desarrollo pacífico gracias a los esfuerzos conjuntos realizados por los compatriotas chinos al otro lado del Estrecho de Taiwan en los últimos años. Respaldar el crecimiento de los intercambios y la cooperación y desear un desarrollo pacífico de la relación entre ambos lados del estrecho representa cada vez más la corriente de la opinión pública en Taiwan, y se ha convertido en un consenso universal entre el pueblo chino a ambos lados del estrecho.
El gobierno de EEUU ha repetido en diferentes ocasiones que la paz a ambos lados del estrecho de Taiwan «está entre los intereses de EEUU», afirmando que recibe con satisfacción el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del estrecho, que espera que se refuercen los diálogos y las interacciones en los terrenos económico y político entre otros, y que desea que haya una relación más positiva y estable entre ambos lados del estrecho.
Sin duda, la venta de armas de EEUU a Taiwan viola seriamente los principios establecidos en los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses, así como el espíritu de la Declaración Conjunta Sino-estadounidense; también rompe la promesa de EEUU de respetar los intereses fundamentales de China y desoye el deseo compartido ampliamente por las personas a ambos lados del estrecho.
Esta medida muestra claramente el carácter dual de EEUU a la hora de hacer frente a los asuntos principales relacionados con los intereses fundamentales de China, especialmente en un momento en el que las relaciones a ambos lados del estrecho han entrado en la vía del desarrollo pacífico.
Se debe aprender de las grandes lecciones de la historia. Todas las anteriores ventas de armas de EEUU a Taiwan han causado un gran daño a las relaciones entre China y EEUU y han bloqueado su estable y continuo desarrollo.
Esta vez no es una excepción, ya que la venta de armas a Taiwan son completamente perjudiciales, ya sea desde las perspectivas de los principios legales, morales y de la justicia, como de las perspectivas de los intereses comunes de los dos países y del desarrollo a largo plazo de sus relaciones.
Como importantes y muy influyentes países del mundo, China y EEUU comparten una amplia gama de intereses. Por ello, reforzar su cooperación es beneficioso no sólo para los dos países, sino para todo el mundo.
EEUU debería reconocer el serio daño causado por la venta de armas a Taiwan, atenerse escrupulosamente a los principios de los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses, especialmente a los del «Comunicado del 17 de agosto», y poner fin inmediatamente a la venta de armas a Taiwan, para evitar así dañar la cooperación bilateral en aspectos clave. (Xinhua)
12/01/2010