PREGUNTA DE ERNESCHÉ RODRIGUEZ ASIEN A LUIS M. LALINDE
Muy interesante su ponencia. Quería preguntarle sobre el conflicto marítimo de las islas Senkaku/Diaoyu hasta donde repercute o influye en los tratados comerciales de China y Japón.
RESPUESTA DE LUIS M. LALINDE A ERNESCHÉ RODRIGUEZ ASIEN
Muchas gracias por su comentario y pregunta. Ciertamente es una buena cuestión debido a que, obviamente, dependiendo del grado de incidencia de dicho conflicto en la economía, a priori, tendrá más visos de solucionarse o no.
En este sentido, en mi opinión, desde ambas administraciones se intenta evitar que este conflicto afecte lo menos posible a las actuales relaciones económicas, especialmente desde Tokio. Aunque no siempre se consigue, sobre todo cuando ocurre algún incidente en torno a dichas islas y la propia población china decide boicotear los productos japoneses, ya sea azuzada por el gobierno o no (como vía de escape o para desviar la atención ante alguna dificultad interna), pues el nacionalismo juega un papel de gran relevancia en el litigio de las islas Senkaku/Diaoyu. Además, cabe advertir que China, a medida que pasa el tiempo, va dependiendo cada vez menos de Japón. Por lo que su actitud cada vez es más altiva y menos prudente.
No obstante, en referencia a su pregunta y a los tratados comerciales entre ambos países, hoy por hoy este conflicto por sí sólo no los perjudica. Pero sí que lo hace en tanto en cuanto dicha disputa se suma a una serie de problemáticas que enrarecen y tensionan sus relaciones bilaterales y, sobre todo, justifican y reafirman sus recelos y discrepancias en el plano de la política de Seguridad y Defensa. De esta manera, ante tal situación de incertidumbre sobre las pretensiones del “otro”, caben dos caminos: continuar con una profundización de la interrelación económica dentro de una lógica cooperativa; o bien, empezar a asumir una rivalidad que implique todo lo contrario dentro de una lógica conflictiva.
En esta línea, si bien antes se trabajaba por profundizar sin tapujos en esa interrelación económica (dejando la solución de este problema para “la siguiente generación”), desde el fin del contexto de cooperación de la Guerra Fría y tras el vertiginoso ascenso chino que discute el actual orden regional, se comienza a vislumbrar una creciente lógica conflictiva. Y esta lógica parece que cada vez tiene más peso en sus relaciones, entre otras, comerciales. Algo que veo ejemplificado en la pretensión de Japón y EEUU de “aislar” a China, en el plano económico, por medio del TPP y que Donald Trump finalmente ha dinamitado.
En resumen, creo que las islas Senkaku/Diaoyu hasta ahora no han perjudicado por sí solas posibles y futuros tratados comerciales entre ambas potencias. Pero creo que tarde o temprano podrían hacerlo porque no veo un freno a esa lógica conflictiva y porque, entre todas las problemáticas que existen entre Tokio y Pekín, estas islas se están erigiendo en el mayor escollo para la profundización de las relaciones bilaterales y, por añadidura, de sus respectivas economías (algo a tener en cuenta es que antes, este contencioso, se ponía a un lado sin ningún tipo de problema a la hora de ahondar en sus relaciones, también económicas). Lo cierto es que dicho conflicto aviva y pone de manifiesto las desconfianzas y sospechas que se tienen ambos Estados y, de una manera u otra, con tales recelos se tiende a minimizar (o cuando menos no aumentar) la exposición que se tiene ante el “otro”, así como el beneficio del “otro” aún a expensas de una reducción del propio beneficio (siempre y cuando, en el computo global de los dos países, se salga ventajoso). Y, como decíamos, el pretender “aislar” del libre comercio del TPP a China me parece que va encaminado a ese sentido.
PREGUNTAS DE JOSE MANUEL NUÑO LAGE A ANABELA SANTIAGO
¿Podríamos definir como capitalismo (de Estado) social, el capitalismo chino al que alude, en referencia a la estrategia del Cinturón Económico y la Ruta de la Seda, atendiendo al potencial desarrollo de regiones desfavorecidas, en consecuencia?
La equidad social y el desarrollo sostenible, a las que alude también en su alumbradora ponencia, ¿se verán o se ven, reflejados en las áreas del globo en que se materializan y ejecutan proyectos e infraestructuras?.
El Soft-Power chino, su estrategia expansionista, el crecimiento de la economía china en general, la investigación científica y avances tecnológicos que usted cita, ¿podrían llevar a medio o largo plazo a la República Popular China a convertirse en primera potencia mundial en todos los órdenes, existiendo por ende una especie de séquito de “países-satélite” (principalmente en el Área Asia-Pacífico y Eurasia) estableciéndose un bloque asiático hegemónico, liderado por China?.
En todo caso, ¿podría ampliar de algún modo, las características que podría abordar Portugal como país importante, en el marco de la “cooperación trilateral” que cita usted también, así como definir algo más el papel que podría cumplir en relación a las estrategias chinas neo-mercantilistas del ‘Cinturón y la Ruta’? ¿Sería, tal vez, Portugal un enlace preferencial y estratégico entre una Europa, más cohesionada en el medio plazo gracias a la Ruta, y América en general?
RESPUESTAS DE ANABELA SANTIAGO A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
Primeira pergunta: Sim, poderíamos definir como Capitalismo de estado social o sistema económico e político vivido na China nestas últimas décadas. Muitos autores falam atualmente em Socialismo de Mercado com características Chinesas. A equidade social e o desenvolvimento sustentável são 2 das metas do Plano Quinquenal em vigor. São objetivos internos à RPC nomeadamente no que diz respeito à sua própria economia circular, as medidas para o alcance desses objetivos tornam-se mais difíceis de implementar fora de portas, nomeadamente nesses projetos e infraestruturas para a Nova Rota da Seda mas são parte integrante da Estratégia, sem dúvida alguma.
Segunda pergunta: O objetivo da RPC é transformar-se num país em que a maioria da população viva com um nível de vida razoável, sem fossos entre as áreas rurais e urbanas, as regiões do interior e as do litoral. A haver lugar a um bloco asiático hegemónico, não tenho dúvidas de que este será liderado pela China.
Terceira pergunta: Portugal pela sua ligação histórica com a China e através das relações com Macau poderia estabelecer-se como um pólo dinamizador desta Nova Rota da Seda. No entanto, apesar dos esforços de Associações sem fins lucrativos de iniciativa privada, o Governo Português e autoridades competentes não estão ainda muito alertas para essa possibilidade, não fazendo parte da atual estratégia política… Um caso concreto falado mas ainda só no papel é a utilização do Porto de Sines, como porto cosmopolita nesse sentido.
COMENTARIO Y PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A JORGE MALENA
La inversión en infraestructura parece ser clave en el juego de importaciones y exportaciones de China y países de América Latina. ¿Puede este ‘parámetro fundacional’, tal vez, de una nueva era en términos de cooperación sino-latinoamericana, comportar un incentivo a la calidad y mayor valor añadido en la producción y exportación latinoamericana, en general?; en caso afirmativo, ¿redundaría esto en la mejora de la calidad de vida en el continente americano, presumiblemente?
Por otro lado, teniendo en cuenta lo que subyace en la fórmula “tres por tres (3×3)”, propuesta por Li Keqiang a mediados de los noventa, y citada por usted en su trabajo, ¿podría darse un aumento considerable en la calidad de los sectores implicados así como en otros, tales como el agro, biotecnología, etc.?
RESPUESTA DE JORGE MALENA A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
Gracias por su pregunta, al ser yo politólogo no le daré una respuesta desde la economía, sino desde la política: la extensión de la iniciativa «Una Franja Un Camino» a América Latina en principio contribuiría con el desarrollo de la infraestructura del subcontinente.
Luego, ello debería incidir en la facilitación del comercio bilateral. Por lo tanto, para que tenga lugar lo que Ud. pregunta, es decir «una nueva era en términos de cooperación sino-latinoamericana, comportar un incentivo a la calidad y mayor valor añadido en la producción y exportación latinoamericana», tendrían que producirse otras acciones.
Por ejemplo, el cumplimiento de algunos de los compromisos plasmados en el segundo «Libro Blanco» de las relaciones de China con América Latina y el Caribe (y también en diversas «declaraciones conjuntas» firmadas entre el gobierno chino y contrapartes latinoamericanas) referidos a promover la innovación productiva, incentivar las inversiones productivas y la transferencia tecnológica, diversificar el comercio bilateral, promover la exportación de productos con alto valor agregado, alentar la complementación productiva en forma equilibrada, etc.
Está en manos del subcontinente hacer cumplir lo asumido por China en los documentos oficiales, lo cual de hacerse así bien podrá redundar en el incremento de la calidad (y cantidad) de nuestra producción y ventas al exterior.
PREGUNTAS DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A JESÚS A. CAMEJO YAÑEZ
¿En qué rubros, quizá emergentes o en ciernes en la actualidad, además de los existentes, podrían incidir en el incremento o profundización de las relaciones bilaterales sino-venezolanas? ¿Cabría plantearse una reestructuración de la deuda externa venezolana, en relación a China, en el medio o largo plazo?
RESPUESTAS DE JESÚS A. CAMEJO YÁÑEZ A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
1.¿En qué rubros, quizá emergentes o en ciernes en la actualidad, además de los existentes, podrían incidir en el incremento o profundización de las relaciones bilaterales sino-venezolanas?
En conversaciones con la profesora Aymara Gerdel, ella nos refiere que tres productos concentran cerca del 97% de las exportaciones venezolanas a China (Aceites crudos de petróleo, mineral bituminoso y minerales de hierro) de acuerdo a los datos presentados por la CEPAL en el marco del II Foro Ministerial China-CELAC.
Recientemente el gobierno venezolano ha intentado “diversificar” la oferta exportable incorporando minerales provenientes del llamado Arco Minero lo cual no representa un cambio sustancial del sistema dependiente-exportador de materia prima venezolano y cuyos resultados aún están por verse.
A nuestro juicio los chinos deberían invertir más realmente y no ha nivel de préstamos con lo han venido haciendo, bajo la figura del financiamiento para proyectos. Es decir, que China presta a Venezuela 50 millones de $ para financiar proyectos con las propias compañías chinas y el préstamo se paga en combustible. Para los críticos esto no significa una inversión real, pues las empresas estatales chinas van a Venezuela para hacer negocios y hacer préstamos.
De acuerdo con la opinión de Jean Carlos Ravel ex cónsul de Venezuela en Shanghái, la inversión china debería hacerse en el sector agro-industrial debido a la coyuntura actual que vive el país, a juicio del ex diplomático la inversión china debería materializarse en maquinaria, infraestructura y vías de comunicación en dicho sector, de manera que parte de la producción sea traída a China y el resto sea consumido localmente.
Venezuela, debido a la coyuntura y sus condiciones socio-históricas, no está en condiciones de recibir más préstamos y el gobierno criollo debería tomar seriamente esto en cuenta.
- ¿Cabría plantearse una reestructuración de la deuda externa venezolana en relación a China, en el medio o largo plazo?
La deuda está siendo pagada en petróleo y ha habido algunos problemas con eso debido a la variación de precios en el rubro desde que se firmaron los acuerdos. China exige más cantidad de combustible para compensar la deuda debido al bajo precio del crudo actual en comparación al precio hace años atrás. Considero que refinanciar la deuda implicaría un mayor tiempo sometidos a la misma, sin embargo, ya el gobierno venezolano se planteo el refinanciamiento desde finales del año pasado.
El gobierno venezolano y sus asesores económicos ven en el refinanciamiento una salida plausible ahora solo faltaría que China esté de acuerdo. Son decisiones soberanas entre ambos países y debemos esperar.
PREGUNTA DE ALFREDO CRESPO A LUIS M. LALINDE
¿Percibe los países de la región riesgos para su propia seguridad derivados del conflicto que mantienen Japón y China sobre las Islas Senkaku? ¿Han buscado arbitrar medidas para resolver el conflicto?
Sobre el nacionalismo japonés actual, ¿es característica exclusiva de alguna fuerza política concreta?, ¿cómo es recibido por la opinión pública japonesa?, ¿podría influir el nacionalismo patrocinado por Abe en el discurso del resto de fuerzas políticas?
RESPUESTA DE LUIS M. LALINDE A ALFREDO CRESPO
Ante todo, muchas gracias por sus certeras y pertinentes preguntas, Sr. Crespo.
Respecto a sus primeras cuestiones: “¿Percibe los países de la región riesgos para su propia seguridad derivados del conflicto que mantienen Japón y China sobre las Islas Senkaku?¿Han buscado arbitrar medidas para resolver el conflicto?”
La verdad, los países de la región sabedores de que este litigio va mucho más allá de ser un conflicto territorial, como por ejemplo con los que ellos sostienen con Pekín en el Mar de China Meridional, sobre todo por el trasfondo sentimental que las envuelve debido al pasado imperialista japonés sobre China; no se suelen pronunciar sobre el mismo y, mucho menos, se han ofrecido a arbitrar en un conflicto que Japón ni siquiera reconoce.
Este hecho lo entendemos comprensible, no sólo por su cercanía a EEUU y por añadidura a Japón, sino también porque realmente no les afecta a su seguridad al estar en el Mar de China Oriental y poder comerciar, sin ningún tipo de problemas, hacia el Índico vía el Estrecho de Malaca y por el Pacífico a través del Estrecho de Luzón.
Al mismo tiempo, cabe resaltar que Tokio sí que se inmiscuye en los conflictos que posee Pekín con algunos países de la ASEAN, en especial el referente a las islas Spratly (con Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei), ya que busca afianzar una alianza de seguridad regional que constriña a China y evite una proyección mayor de su poder marítimo. En este sentido, el propio Shinzo Abe ha alertado, de viva voz, a sus vecinos del sudeste asiático sobre las hipotéticas ansias expansionistas del régimen chino.
Por otra parte, en cuanto a si: “el nacionalismo japonés actual, ¿es característica exclusiva de alguna fuerza política concreta?
El nacionalismo japonés está cada vez más incrustado en el partido del actual Primer Ministro Shinzo Abe, es decir, en el Partido Liberal Democrático (PLD, de carácter conservador). En este sentido, cabe resaltar que en 2006 Abe escribió una polémica monografía, titulada“Hacia una nación hermosa” (Utsukushii kuni e, 美しい国へ), que cuestionaba el atroz papel desempeñado por Japón en la Segunda Guerra Mundial. Planteamientos históricos e ideológicos que obviamente preocupan a Pekín y que dan muestra del fuerte calado nacionalista que ostenta el actual dirigente nipón.
Otra formación japonesa, y para mí la nacionalista por antonomasia, es la del Partido de las Nuevas Generaciones (de extrema-derecha). Uno de sus líderes es el exgobernador de Tokio Shintaro Ishihara (personaje muy importante en relación a las islas Senkaku/Diaoyu porque en 2012 intentó comprar varias islas, obligando al ejecutivo japonés a comprarlas antes que él… con lo que ello conllevó para la contraparte china, que entendió que se rompía el estatus quo imperante de “dejar el conflicto para más adelante” al entender que Japón estaba “nacionalizando” las islas).
Por otro lado, también estaba el Partido de la Innovación con un considerable poso nacionalista, pero se fusionó y diluyó con el Partido Democrático de Japón en 2016 de carácter de centro-izquierda. Y luego hay una serie de partidos que no tienen representación, o esta es insignificante, como el Partido Nacionalista Obrero Japonés (léase el partido nazi).
En resumen, el nacionalismo no es una característica exclusiva de una fuerza política. Y es que, a medida que pasa el tiempo, dicha ideología posee más espacio en las formaciones japonesas. Quizás porque el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias cada vez quedan más lejos.
En relación a: “¿cómo es recibido por la opinión pública japonesa?”
La opinión pública japonesa, por ahora y a grandes rasgos, es reacia al nacionalismo que desea implementar Shinzo Abe. Siendo, además, una sociedad marcadamente pacifista (precisamente por su pasado militarista). No obstante, debido al miedo que la población posee del programa nuclear norcoreano y, sobre todo, de la asociación que hacen de él, algunas fuerzas políticas, de la necesidad de abolir el artículo 9 para poder garantizar la seguridad (artículo que impide a Japón tener derecho a la beligerancia); han hecho que aún sin ser considerablemente nacionalistas no vean del todo mal la reforma constitucional que pretende Abe. Algo totalmente impensable hace tan sólo una década. Ello se debe, como decíamos, al problema norcoreano. Pero también, aunque en bastante menor medida, al ascenso chino.
Finalmente, respecto a su última pregunta: ¿podría influir el nacionalismo patrocinado por Abe en el discurso del resto de fuerzas políticas?”
Sinceramente, y viendo el creciente debate sobre la abolición del artículo 9 de la Constitución japonesa (hasta hace nada sin ningún recorrido), creo que ya lo está haciendo. Y, como decíamos, en eso ayuda mucho el miedo al “otro”. El uso de lo foráneo como inevitable enemigo, así como catalizador o elemento de cohesión que fomente un nacionalismo cada vez más fuerte en la sociedad japonesa.
PREGUNTA DE ALFREDO CRESPO A JESÚS ALBERTO CAMEJO YÁÑEZ
¿Qué países de América Latina se han alineado con las propuestas de Trump de sancionar económicamente a Venezuela? ¿Tienen esos aliados de EEUU dependencia del petróleo de Venezuela?
¿Cuál ha sido la finalidad de los préstamos concedidos por China a Venezuela, es decir, en qué los ha empleado el gobierno de Venezuela?
RESPUESTAS DE JESÚS ALBERTO CAMEJO YÁÑEZ A ALFREDO CRESPO
¿Qué países de América Latina se han alineado con las propuestas de Trump de sancionar económicamente a Venezuela? ¿Tienen esos aliados de EEUU dependencia del petróleo de Venezuela?
Los países de América Latina que prácticamente se han alineado con las propuestas de Donald Trump son aquellos que integran el llamado Grupo de Lima, el cual se estableció tras la denominada Declaración de Lima el pasado 8 de agosto de 2017. Originalmente se reunieron diecisiete países con el objetivo de dar seguimiento y buscar “una salida” a la crisis en Venezuela pero solo doce firmaron el documento: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú (posteriormente Guyana y Santa Lucía firmarían también).
La Declaración de Lima y su grupo son avalados por los gobiernos de Barbados, Jamaica, Granada y principalmente por los EE.UU. así mismo organismos como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea. La finalidad del Grupo de Lima tal como lo establece el punto 10 de la Declaración homónima, es poder lograr la aplicación de La Carta Democrática Interamericana a Venezuela, instrumento previsto para restablecer el orden democrático dentro de los países miembros de la OEA.
Cabe destacar así mismo que los países miembros de Grupo de Lima no son dependientes directos del crudo venezolano. Si bien las exportaciones de crudo y productos refinados de petróleo representan el 93% del total de las ventas de Venezuela al exterior la mayor parte de las mismas va para Asia y no América Latina. China e India reciben el 60% del total mientras un 20% se vende a EE.UU. y el 20% restante al resto del mundo.
Nota: El petróleo que Venezuela envía a China está destinado mayormente a pagar los créditos rotativos que la nación asiática le concede al país caribeño desde el año 2007 y el Gran Fondo de Largo Plazo, que Beijing puso a disposición de Caracas en 2010 por 10 años. Debido a la fuerte caída de los precios del petróleo, Venezuela debió enviar en los últimos tiempos cada vez más crudo a China por el mismo importe en dólares.
¿Cuál ha sido la finalidad de los préstamos concedidos por China a Venezuela, es decir, en qué los ha empleado el gobierno de Venezuela?
Oficialmente el Gobierno venezolano declara que a través del Fondo Conjunto Chino Venezolano, se han obtenido recursos para poder para financiar 220 proyectos de gran envergadura en distintas áreas de desarrollo, tales como infraestructura, industria, agrícola, sistemas masivos de transporte, telecomunicaciones y generación eléctrica. Además, parte de estos proyectos están dirigidos a agregar valor a las materias primas venezolanas como el aluminio y derivados del petróleo. No obstante, no son pocas las denuncias (en ambos países) por el mal uso y usufructo de dicho fondo, lo cual de comprobarse podría revelar graves casos de corrupción.
PREGUNTAS DE ALFREDO CRESPO A VERUSKA TORRES
- a) ¿Qué influencia ha tenido en el pasado y puede tener en el corto-medio plazo la política de «una sola China» en las relaciones entre China y América Latina?
- b) Dentro de la política exterior de China en las grandes organizaciones internacionales, en concreto en la ONU, como ha votado en las resoluciones que aludían al terrorismo internacional?
RESPUESTAS DE VERUSKA TORRES A ALFREDO CRESPO
a) ¿Qué influencia ha tenido en el pasado y puede tener en el corto-medio plazo la política de «una sola China» en las relaciones entre China y América Latina?
La Política de una sola China es pivote en las relaciones bilaterales de China, desde su fundación. En el caso particular de América Latina, en el que en la última década ha logrado establecer relaciones con países como Costa Rica en 2007, ha sido la adhesión al reconocimiento de una sola China uno de los elementos más importantes del establecimiento de las mismas, con lo que insta a los países a romper relaciones con Taiwán. China mantiene relaciones diplomáticas con 21 países de América Latina, mientras que los otros 12 aún mantienen relación con Taiwán. China es clara en su postura, y sus aliados deben estar alineados hacia esta, el interés económico en la región y su participación en mecanismos como China-Celac apuntan al fortalecimiento de la tendencia a reconocer una China, lo que le restaría aliados a Taiwan en organizaciones como la ONU.
b) Dentro de la política exterior de China en las grandes organizaciones internacionales, en concreto en la ONU, como ha votado en las resoluciones que aludían al terrorismo internacional?
Como he mencionado en mi ponencia, y es ampliamente conocido, la política exterior China continúa hoy basándose como pilar, en los 5 principios de Coexistencia Pacífica. Es por ello que China ha sido siempre muy ecuánime en sus votaciones en el Consejo de Seguridad en asuntos que no le afectan directamente -en cuanto a su esfera de influencia-. Sin embargo, su poder económico le ha servido para posicionarse como un poder político mundial, rol que cada vez asume con más certeza y es posible ver como su desempeño dentro de la ONU está siendo cada vez más pragmático, acogiéndose a la política internacional anti terrorista. Especialmente por los problemas internos que se suscitan en la Región Autónoma de Xinjiang, foco de preocupación permanente por los incidentes calificados como terrorismo islamista y la política de Estado que desarrolla Xi Jinping, en la que asume la posición de China en el mundo como un actor internacional importante.
PREGUNTAS DE ALFREDO CRESPO A SUNAMIS FABELO CONCEPCIÓN
a)¿Qué características fueron las más sobresalientes en las relaciones de China con Rusia durante los años de gobierno de Yeltsin?
- b) En la Organización de Cooperación de Shanghái, ¿se ha permitido la presencia de otros países de Asia, como Filipinas, que también están sufriendo en su propio territorio las consecuencias del terrorismo, y de países fuera de la región que también sufren el terrorismo islamista? Continuando con la Organización de Cooperación de Shanghái, ¿ha establecido alguna resolución o marco común para el desarrollo de políticas públicas destinadas a combatir la radicalización y el extremismo? ¿Cómo valora la Organización de Cooperación de Shanghái la presencia de Rusia en Siria combatiendo al DAESH? ¿Asume, al respecto, la visión patrocinada por Putin?
c)¿Ha llevado China a foros internacionales su preocupación por el terrorismo uigur? ¿Qué sinergias ha establecidos con los países de Asia Central para combatirlo?
- d) En la guerra contra el terrorismo que llevó a cabo Bush a partir de 2001, ¿qué rol jugó China? ¿La apoyó o introdujo una visión propia?
- e) ¿Cuáles son las características distintivas del terrorismo uigur?
- f) ¿Qué características fueron las más sobresalientes en las relaciones de China con Rusia durante los años de gobierno de Yeltsin?
RESPUESTAS DE SUANAMIS FABELO A ALFREDO CRESPO
Estimado Alfredo, ante todo agradecerle por sus preguntas. En realidad mi ponencia fue un resumen de mi tesis doctoral (en Ciencias Históricas), donde abordé el avance las tendencias integracionistas de corte euroasiático en Asia Central y por supuesto la relación de estas jóvenes repúblicas con China, sobre todo en su triangulación con Rusia son esenciales. Sobre todo a través de la OCS, mecanismo de concertación regional de gran importancia para la región.
El embargo de armamentos impuesto por Occidente a China tuvo un efecto contraproducente para Estados Unidos y sus aliados: contribuyó a una mayor cercanía entre Pekín y Moscú, al inclinar a China hacia el mercado de armamentos de Rusia y la CEI. En 1992, la cumbre celebrada en Pekín, inauguró un lenguaje en las relaciones bilaterales marcado por la condena a la unipolaridad en el sistema internacional, la necesidad de ejecutar acciones concertadas contra el hegemonismo estadounidense, la condena a la expansión de la OTAN hacia Europa Oriental y el rechazo a la alianza atlántica, por considerarla carente de contenido en el contexto de la posguerra fría.
En cuanto a la OCS, debe destacarse que, si bien subordinó los mecanismos y niveles de conciliación política a la función primordial de la organización: la estabilidad regional y el mantenimiento de la seguridad, también otorgó al Consejo de Jefes de Estado la potestad de crear nuevas estructuras en dependencia de las coyunturas internacionales y nacionales y las propias necesidades regionales. Esto se ajustó de modo coherente con la idea de propiciar un futuro de expansión hacia otras actividades no relacionadas con la noción de la Seguridad Nacional y sí con las perspectivas de cooperación económica, social, energética y cultural que podía desarrollar este bloque regional.
En ese contexto, cabe señalar que desde el 2004 la OCS había definido el status de los posibles Estados observadores, ante el interés mostrado por algunos países como Afganistán, la India, Mongolia, Pakistán e Irán por incorporarse a la organización, lo que le otorgó un redimensionamiento de sus capacidades regionales e internacionales. El status de observador significa una antesala para la integración como miembro pleno. Esta distinción tiene que ver fundamentalmente con la premisa planteada por la OCS sobre las relaciones entre los miembros que no deben mantener conflictos entre sí. Sin embargo, el reciente ingreso a la Organización de India y Pakistán es muestra del espíritu de cooperación de Shanghái y de las posibilidades de ampliación de la OCS.
El bloque ha adquirido una mayor relevancia regional en lo referente a su reconocimiento por otros organismos internacionales, con cuyos miembros ha incrementado sus niveles de relación. La OCS firmó acuerdos de cooperación con la Comunidad de Estados Independientes, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN),a la que pertenece Filipinas, y la Comunidad Económica Euroasiática (CEE). Esta lógica de articulación con otros bloques multilaterales, no solo estuvo favorecida por la pertenencia de Rusia y China a una u otra organización, sino en lo fundamental por la efectividad demostrada por la OCS para solucionar los conflictos derivados de problemas relacionados a la seguridad, por la ampliación de su área geopolítica de influencia con la incorporación de nuevos Estados observadores y por las potencialidades económicas puestas en evidencia con el crecimiento económico de China durante la primera década del siglo XXI, el avance en infraestructura industrial relacionada con el sector de los energéticos por parte de las economías centroasiáticas, y la capacidad de Rusia de concentrar bajo su control las principales rutas de los hidrocarburos.
En cuanto al tema uigur, la frontera entre Xinjiang y las repúblicas de Asia Central amenazaba con convertirse en un importante factor de inestabilidad en territorio chino, cuando desde Afganistán, y a veces procedentes de Occidente, comenzaron a infiltrarse grupos terroristas de la propia etnia uigur.Se trata de un complejo escenario, que propició que en la primera mitad de los noventa Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán se integraran a China y Rusia en un diálogo multilateral para asuntos fronterizos, económicos y de seguridad. Pronto este foro pasó a llamarse Grupo de los Cinco o Quinteto de Shanghái, devenido en OCS. En junio de 2001, se efectuó la cumbre anual de presidentes del Grupo de Shanghái, en la cual tuvo lugar el ingreso especial de Uzbekistán. En ese marco fue proclamada la creación de la Organización de Cooperación de Shanghái, y quedó inaugurada así una nueva etapa en las dinámicas regionales. En lo adelante, la OCS se ampliaría y cosecharía grandes éxitos en la administración de intereses comunes y se ampliaron los contactos a todas las esferas de la sociedad.
En esa Cumbre, la Convención de Shanghái contra el Terrorismo, el Separatismo y el Extremismo –conjuntamente referidos como los “Tres Males”– se erigió en uno de los documentos rectores de la organización y expresión del compromiso de los Estados miembros con la seguridad regional. La OCS estableció, como objetivos cardinales de su existencia, la promoción de la cooperación política, comercial, económica, científico-técnica, cultural, educativa, energética, medioambiental, turística y en el área de las comunicaciones y el transporte; el fortalecimiento de la confianza mutua y las relaciones de buena vecindad entre los Estados miembros; el mantenimiento y aseguramiento de la paz, seguridad y estabilidad regional, a través de los esfuerzos conjuntos, en aras de establecer un orden internacional justo, democrático y racional, tanto en lo económico como en lo político.
China en un primer momento apoyó la guerra contra el terrorismo iniciado por Bush, pero poco a poco fue distanciándose de esa posición, en la medida que la presencia militar estadounidense fue emplazándose en Asia Central, determinando una amenaza vinculada también a los esfuerzos de la Casa Blanca por la desconexión del área de Rusia y por la contención de China.
Rusia y China desde el pasado año han mantenido posiciones similares sobre el combate al DAESH en Siria, sobre todo en oposición a Estados Unidos. El portavoz del Ministerio, Lu Kang, indicó que la contribución rusa es crucial para la lucha antiterrorista en Siria, y la resolución política del conflicto en Oriente Medio.
COMENTARIO Y PREGUNTA DE JOSE MANUEL NUÑO LAGE A MARÍA ISABEL OSTERLOH MEJÍA
Desde los albores de las relaciones diplomáticas, comerciales y otras entre ambos bloques, China promueve una cooperación no injerencista y de no estar inmiscuidos en asuntos mundiales en cuanto a sus relaciones de negocios, políticas, etc., bilaterales con países de todo el mundo; la interrelación China y América Latina deviene, de las décadas 80’s a primeras del presente siglo, en un fructífero intercambio de bienes y servicios, hasta la fecha; siendo de gran interés, a mi juicio, para la geopolítica global el desarrollo adecuado de ambas, América Latina (AL) y China (RPCh), con la plausible participación del Foro de la Cooperación CELAC-China, basado en algunos de los cuatro principios extraídos de la “Teoría del Ascenso Pacífico” (和平崛起, heping jueqi) de las primeras décadas del presente siglo e introducida internacionalmente por el Primer Ministro Wen Jiabao, entre los que figuran, efectivamente, el Aprendizaje Mutuo o un mejor aprovechamiento de los relaciones entre China y AL a través de la fórmula “ganar-ganar”.
El interés de rubros como integración sostenible de energías, bio-investigación, innovación científico-tecnológica e incremento de eficiencias introducidas a principios energéticos, agro-industria, biomedicina y otros, ¿cree vendría a auspiciar la continuidad del actual proceso modernizador en la República Popular de China así como una hipotética mayor implicación en la iniciativa ‘Franja y Ruta de la Seda’ (OBOR, ‘One Belt One Road’) de países como Argentina, Brasil, Perú, o la citada en su trabajo Panamá? La integración del continente latinoamericano ¿podría verse afectada en un sentido de refuerzo de aquélla, por causa de los factores citados u otros, relacionados con las relaciones internacionales bilaterales China y América Latina?
¿Sería probable un relanzamiento de los acuerdos para áreas de libre comercio (“China-MERCOSUR”), en el escenario actual de cierta desafección comercial y/o dependencia de EE.UU. de importantes áreas de AL?
RESPUESTA DE MARÍA ISABEL OSTERLOH A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
1) Si, los nuevos motores del crecimiento chino son los que usted menciona y estos también serian temas de interés para América Latina por lo que incentivaría el interés hacia el OBOR. Sin embargo como se dijo en el trabajo durante la celebración de la II reunión ministerial, los chinos no han incluido a Latam en el mapa oficial además de que la declaración de interés firmada entre China y el CELAC aun no ha sido publicada, por lo que parece que el interés en la iniciativa china aun no es tan definido.
Por otro lado por lo que la iniciativa implica abrir más el mercado es probable que países como Brasil, Argentina, que tienen una política mas proteccionista sea una de las razones por la que aun no se muestre un interés concreto e integrado que es lo que quieren los chinos.
2) Por un lado los latinoamericanos ante el proteccionismo de EEUU querrían hacer mas negocios con China pero por otro lado países como Brasil y Argentina que son los que más poder de decisión tienen en el MERCOSUR es probable que no se dé pues tienen miedo a la competencia de los productos chinos.
PREGUNTA DE ALFREDO CRESPO A MARÍA ISABEL OSTERLOH
Durante la década de los 80, el complejo escenario que caracterizó a América Latina (guerras civiles, transición hacia la democracia de algunos de sus países como Argentina o Chile, o incremento de la inflación de algunos otros, como Perú), ¿cómo determinó las relaciones de China con todos ellos? ¿Priorizó el gobierno de Pekín aquellos países de América Latina donde predominaba la estabilidad?
RESPUESTA DE MARÍA ISABEL OSTERLOH A ALFREDO CRESPO
En realidad, China toma mayor interés hacia la región a partir de los años 90. Especialmente cuando promueve su política del going out para internacionalizar sus empresas. Además en esta década muchos países latinoamericanos como el Perú hacen reformas económicas y se abren más al mundo. Por lo que tanto el comercio como la inversión China en Latam recién empieza a crecer en esos años.
COMENTARIO Y PREGUNTA DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A SUNAMIS FABELO CONCEPCIÓN
Minorías nacionales, al interno de la República Popular China, podrían haber representado “asuntos conflictivos” coyunturalmente, más siendo también coyunturalmente “vectores o factores” a considerar por el Gobierno; en sentido positivo, pueblos, naciones o etnias que coadyuvan a un desarrollo más armónico y equilibrado del conjunto del gran país chino; Estados y pueblos centroasiáticos, esgrimiendo quizás algo del mismo tenor argumental, ¿Pudieran ser objeto especial de atención, por las autoridades chinas en la materia, en los “engranajes económicos o político-culturales” de la iniciativa china del Cinturón Económico y la Ruta de la Seda?.
Improvisando también por mi parte en este asunto abordado por usted, en muy interesante y fundamentada ponencia, dándose siquiera parcialmente el hipotético caso expuesto más arriba, a medio o largo plazo, de un aprovechamiento de los distintos estados y repúblicas centroasiáticas de las plausibles ventajas de “la ruta” china, y no sólo, ¿pudiera darse, junto a aquél, una más amplia y saludable implementación en el rubro de las energías y del recurso hídrico en el área de Centro Asia, perfectamente delimitada en su trabajo? Y, puntualizando también, que de producirse la citada mejora en la implementación de los citados sectores de recursos, agua, etc., fuera en mayor abundamiento de las relaciones de unión o cohesión de los citados países centroasiáticos, bajo la égida, quizá también, de la influencia rusa; es decir, que se pudiera compadecer un incipiente desarrollo interregional del área Centro-Asia con una mayor unión o cohesión de la misma. Lo dejo ahí, como cuestión simple, puntualizando del mismo modo que quizá los interrogantes por mí expuestos “se salen” un poco del complejo entramado de relaciones internacionales (en este caso basadas en la integración de Estados, en la región centroasiática, y su implicación para China) expuesto por usted, como experta en la materia que es.
COMENTARIO DE SUNAMIS FABELO CONCEPCIÓN A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
Estimado José Manuel, agradezco sus comentarios. Sin dudas el proyecto OBOR es de gran importancia para el dinamismo regional. La Nueva Ruta de la Seda es un proyecto promovido en los marcos de la OCS, sin embargo puede decirse que la misma supone un estadio superior y trascendental, no solo en cuanto a lo que la consolidación de la OCS supone, sino al capítulo que abre para las relaciones internacionales y para la propia rearticulación euroasiática. OBOR ha sido definida como «una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad». Esta es una amplia concepción china sobre el funcionamiento armonioso y el destino de la humanidad. El concepto de una «comunidad de futuro compartido para toda la humanidad» encarna la esperanza del pueblo chino por un mundo armonioso y es un desarrollo creativo del espíritu tradicional en la nueva era de la globalización, donde todos los países alrededor del mundo comparten prosperidad y pérdidas, y están cada vez más interconectados con los otros. China ha ofrecido una nueva posibilidad, la cual s fundamenta en abandonar la ley de la selva, el hegemonismo y poder político de «suma cero» para reemplazarlo con la fórmula «ganar-ganar». “La Franja y La Ruta” articula este concepto, y dentro de ese proyecto Asia Central tiene un lugar importante, por cuanto es “el corazón de Eurasia”, su centro, el puente terrestre, un histórico puente entre civilizaciones, un puente comercial, cultural, ese es el primer elemento de continuidad. De él se desprenden, la importancia que para China tiene la región para el mantenimiento de la seguridad fronteriza, regional, la posibilidad de cooperación en estas aristas así como en la económica, comercial, cultural, tal y como se propuso el Grupo de Shangai y luego la OCS.
Es así que, la OCS, en el “Espíritu de Shanghái”, asumió los disímiles desafíos regionales y los trascendió. Si su origen fue como mecanismo de seguridad, pasó a entender la misma como proyecto de cooperación y asociación, mediador para acercamientos, disminuir la percepción de amenaza. Pero, sobre todo, es importante resaltar la base de este constructo a partir de un acercamiento esencial e inspirador: el acercamiento de dos países asiáticos que históricamente han estado en conflicto: Rusia y China en función de la estabilidad regional. Esa es la esencia del espíritu de Shanghái y sobre la base de lo cual ha ido cimentando esta confianza y construyendo la paz.
Puede decirse que con este espíritu los pueblos de la región tienen la posibilidad justamente de la rearticulación de Eurasia como concepto, de recuperar el protagonismo que una vez tuvo la región en la histórica Ruta de la Seda, ahora como naciones que forman parte de una estrategia global de nuevo tipo, donde la expresión futuro compartido para la humanidad tiene una connotación sumamente importante porque supone cambiar las reglas del juego económico, incluso político, que va desde el comercio hasta la cultura. Construir esta comunidad de futuro compartido supone impulsar el desarrollo de un sistema de gobernanza internacional de los derechos humanos justo y promover esta causa mundial, así como la soberanía equitativa es la base, para lo cual el multilateralismo es un importante medio. Son de vital importancia la inclusividad y el aprendizaje mutuo. Se trata de una paz sostenible y el desarrollo sustentable.
Justamente lo que ha hecho avanzar tanto a OBOR como a la Unión Económica Euroasiática es la capacidad de articulación, es esta especie de alianza muy particular entre Rusia-China. Estas potencias han aprendido el arte de la convivencia y coexistencia pacífica, en la que priman los principios del multilateralismo y la multipolaridad, para lograr una relación ganar-ganar en una región de tanta competencia geopolítica. Los centroasiáticos han aprendido a interpretar ese arte y las posibilidades que les ofrece a nivel regional. Tal es así que estos proyectos lejos de ser antagónicos, han generado una capacidad de articulación y apoyo mutuo importante, y estos son principios muy valorados entre los centroasiáticos tan dados al espíritu nómada y la solidaridad tribal o a la mística compartida durante siglos con magníficas ciudades y tradiciones entre el legendario mundo persa.
COMENTARIO DE JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE A ÁNGEL RODRÍGUEZ SOLER
Elucubrando improvisadamente se me ocurre que China puede enseñar, y mucho, desde su rica tradición antigua; lo que se modula o matiza sobremanera en la actualidad, en Europa sería a la inversa. Por ahí se daría cierta complementariedad en un ámbito historicista, si se quiere; en todo caso, aquella tradición enseña a respetar (o comunicarse con) la Naturaleza, que es “todo”, a sobrevivir a grandes catástrofes o, insisto, a relativizar.
Desde China se pueden colegir significantes “lejanos” o simplemente vedados en la tradición intelectual occidental, vbg cierto comedimiento imprescindible a la hora de acercarse a cualquier realidad o fenómeno sociológico, científico, político, económico, etc. Igualmente, el sincretismo, diría yo, político-social es un fenómeno perteneciente al sistema político chino, “aprender” también la minuciosidad y el arte de la observación, la paciencia, la objetividad limpia, sincera y honesta… aunque también “desaprender” ciertos comportamientos o dispositivos establecidos en el sistema, sería tal vez algo a considerar en un futuro a medio plazo, como mínimo.
En cuanto a la ponencia desarrollada por usted, a mi juicio impecable como poco, decir que me adhiero al argumento de que una cooperación europea en el área euroasiática y, en definitiva, con China en sus iniciativas, sería necesaria y de gran interés (añadiría que ciertos rescoldos de eurocentrismo, por otro lado euroescepticismo y, en general cierta indefinición o escasa concreción de la “idea de Europa” deberán ser, de una vez, defenestrados).
Queda por saber qué rubros y con qué intensidad y/o magnitud, dependiendo de las coyunturas de cada etapa, representarían los intercambios entre países y bloques –prefiero observar estos acontecimientos, ya de una respetable trayectoria, como susceptibles de “crear” genuinas figuras conceptuales propias de las RR.II. 国际关系特征 como triangulaciones (Asia-Pacifico/Europa/América Latina); en todo caso, una cuestión para terminar y pidiendo disculpas por los extenso (tal vez extemporáneo) de esta participación mía en el Simposio, pero… ¿y si la concreción o cristalización de relaciones más intensas y fructíferas, dando lugar a una suerte de “imperio” o bloque auténticamente euroasiático, dejaran paulatinamente a Estados Unidos en una posición subalterna? (no digamos aislada porque ya “sabemos” que desde la asunción de Donald Trump como presidente, esa se la están ganando a pulso), ¿Y si la anunciada ‘guerra comercial’ pudiera analizarse como un preludio a la consecución de la Trampa de Tucídides?. Obviamente, mejor no pensarlo.
RESPUESTA DE ÁNGEL RODRÍGUEZ SOLER A JOSÉ MANUEL NUÑO LAGE
Muchas gracias por el comentario sobre la ponencia, como puede discurrir la triangulación Asia-Pacifico/Europa/América Latina, también pasa por las relaciones Estados Unidos- América Latina y Caribe, bajo la administración Trump, se observa un retroceso en la reconstrucción de la relación con América Latina, se ha visto afectada por los cambios de proyección, el proteccionismo vs expectativa acceso al mercado, señalamos la renegociación del TLCAN o NAPTA, la cancelación del TPP, la xenofobia y racismo en la base del tratamiento migratorio, las posiciones al cambio climático, entre otras.
Si bien el proteccionismo nunca ha estado ausente en las negociaciones comerciales, ni aun en los momentos de la liberalización, el retorno a un discurso proteccionista duro y puro con la actual administración, genera no solo incertidumbre sino inseguridad en lo que ya estaba acordado, a la vez, se hace difícil concretar acuerdos con otros actores que permita paliar en potenciales perdidas de mercado y la reducción de la capacidad o del interés norteamericano de impulsar nuevas iniciativas regionales.
El endurecimiento de la parte negociadora de los Estados Unidos en el terreno comercial, creo que no ha sido metabolizado políticamente por los gobiernos latinoamericanos, aunque no es un cheque blanco, es una región que tiene otras opciones.-En este sentido, hay que hablar de la brecha entre la política que Washington impulso como paradigma de crecimiento, el cual genero alternativas, con costos para la región, que fueron acogida con los tratados de libres comercio u otras iniciativas preferenciales ahora son retiradas.
En este proceso tiene lugar en un entorno de relativa pérdida de importancia de Estados Unidos en la región, China ha transitado de ser un socio comercial hacer prestamista, inversionista, un proceso que muestra una tendencia a ir incrementándose, así como una mayor recepción sin tener en cuenta el signo ideológico del gobierno que se trate en la región, esto se traduce en atraer capitales asiáticos, y hacer incluido en la Nueva Ruta de la Seda.
Pero no solo se trata de China, la continuidad de las negociaciones del TPP sin la participación de los Estados Unidos, evidencia la importancia de las economías emergentes del área Asia-Pacífico como socio para el crecimiento de la región.
La renegociación del NAFTA para México, si bien corto plazo es una preocupación, constituye una oportunidad, desde la perspectiva de los capitales mexicanos para la expansión en los mercados suramericanos, europeos y asiático, en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND 2013-2018) se vislumbra como metas nacionales un «México Próspero» y un «México Incluyente», sus principales socios comerciales: Alemania (4), Estados Unidos (5), Canadá (14), Francia (21), China (29) y España (35).
China y el mundo asiático está cambiando está región, no la está cambiando solo con las inversiones, prestamos sino a través de la competencia cultural al mundo occidental, estamos en un terreno más equilibrado.
Existe dos posiciones dentro del TPP, una reformarlo sostenida por Malasia, Vietnam y otros países; y el grupo de los latinoamericano que no están por ninguna reforma, esto ha hecho relanzar la alianza del Pacífico con antiguos miembros del TPP, con Nueva Zelanda, Canadá, Australia y Singapur que se han incorporado como asociado a la alianza, para los países asiáticos y para los países latinoamericano que ya estaban negociando el TPP, la presencia de los Estados Unidos no era lo más importante sino el acceso a los otros mercados que se estaban ofreciendo el TPP.
En ese sentido resulta necesario destacar que si bien la nueva administración estadounidense representa en muchos sentidos una amenaza global (aumento de la carrera armamentista y del arsenal nuclear, agresión abierta y desenfrenada al medio ambiente, discurso y prácticas ultranacionalistas, antiinmigrantes, racistas, xenófobas, entre otras) también constituye una oportunidad no solo para la resistencia, sino para una mayor ofensiva anticapitalista a nivel internacional.
El llamado “fenómeno Trump”, es otra muestra palpable de la crisis sistémica del capitalismo, del agotamiento de un modelo que busca desesperadamente como mantener la acumulación ampliada del capital. Ello se manifiesta en la agudización de las propias contradicciones inter capitalistas y el auge de tendencias ultraderechistas en los Estados Unidos y Europa.
Por otro lado, el retiro de los Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), debilita la opción derechista y neoliberal de los gobiernos latinoamericanos de la costa del pacífico, pone en aprietos el futuro de la Alianza del Pacífico y ofrece una mayor oportunidad a China para una mayor presencia e influencia en la región.
PREGUNTA DE ALFREDO CRESPO A ÁNGEL RODRÍGUEZ SOLER
¿Cómo ha entendido China el conflicto entre Rusia y Ucrania?, ¿Ha practicado su política de no injerencia?
¿Percibe China la política de Rusia hacia el espacio ex soviético como una amenaza para la seguridad regional?
RESPUESTA DE ANGEL RODRÍGUEZ SOLER A ALFREDO CRESPO
Muchas gracias por las preguntas realizadas.
¿Cómo ha entendido China el conflicto entre Rusia y Ucrania?, ¿Ha practicado su política de no injerencia?
Rusia y China «coinciden ampliamente» ante la crisis de Ucrania, ambos países son aliados en numerosos temas de política internacional frente al bloque occidental. Siria es el ejemplo más cercano; Rusia y China han bloqueado diversos proyectos de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pretendían condenar el régimen de Bashar el Asad. Han seguido en contacto para continuar sus intercambios de opiniones sobre la situación en Ucrania, acercando sus posturas.
Por su parte, Estados Unidos en marzo del 2014, pidió observadores de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) en Ucrania, sobre el pretexto de “asegurar la protección de los derechos de las minorías” y de “velar por el respeto de la integridad territorial” del país. Y también la OTAN pidió el despliegue de observadores internacionales para resolver la crisis pacíficamente.
Aunque la posición de Beijing intenta mantener siempre su posición de base: defender sus propios intereses, promover la estabilidad internacional y hacer valer su tradicional política de no injerencia en los asuntos internos de otros países. Y así ha vuelto a hacerlo en la crisis de Ucrania, con la diferencia que, en esta ocasión, se ha visto pinzado entre la posición de Rusia -importante socio comercial y habitual aliado en muchos conflictos internacionales frente a Occidente- y su declarado respeto por la soberanía nacional.
China se unió a los pronunciamientos internacionales para mantener la paz en Ucrania, al mismo tiempo no reprocho el posicionamiento de Moscú. China respeta las decisiones del pueblo ucranio y que desarrollando una “cooperación amigable” con el país, pero hasta ahora ha mostrado poco interés en participar en la ayuda financiera a Ucrania.
Además, condenaron el actuación violenta de la extrema derecha en Ucrania, insistió a todas las partes en Ucrania a que resolvieran de forma pacífica sus disputas dentro de un marco legal, y protejan los derechos legales de toda la gente de Ucrania, respetan la independencia de Ucrania, defendió la necesidad de “mantener la paz regional y la estabilidad”.
¿Percibe China la política de Rusia hacia el espacio ex soviético como una amenaza para la seguridad regional?
Pienso que no, la veo más “asociación estratégica”, esto ha tenido su plasmación en una serie de posicionamientos comunes en diversos temas, así como en el incremento de los contactos bilaterales, con la llegada de Vladimir Putin al frente del gobierno ruso se inició el resurgimiento paulatino del Estado ruso como jugador cada vez más activo y con poderes definidos en la arena internacional y los frecuentes contactos políticos y negociaciones comerciales con países como China, Irán, India, Argelia, Siria, Pakistán, Corea del Norte, Venezuela, Brasil, Cuba, entre otros, demostró que la tendencia atlantista o internacionalista pasaba a ocupar un lugar secundario dentro de la política exterior del Moscú.
La política de Rusia hacia China, es afianzar el papel de China en la región asiática y demostrar a las potencias occidentales que posee otras alternativas de asociaciones ventajosas. Se están cumpliendo los objetivos del gobierno ruso de acercarse cada vez más a China en el terreno de la construcción de oleoductos y gasoductos. Moscú mantiene, estrecha y prioriza sus vínculos con Beijing en la región asiática, pero no debería descuidar sus relaciones con las otras potencias asiáticas, para evitar un mayor alineamiento de estos países con Estados Unidos.
Sin embargo, el gobierno ruso debería buscar un balance a sus nexos con China y diversificar su política exterior en la región asiática para no descuidar a otros actores regionales importantes que también le podrían reportar ventajas en el orden de las inversiones, tecnología y comercio. Rusia podría convertirse en el puente geopolítico que acercase a Europa y la región de Asia Pacífico, para de tal forma intentar afianzar la estabilidad del nuevo y aún incipiente sistema multipolar de las relaciones internacionales en el escenario global.
Las ventajas geográficas y geopolíticas de los dos países, la complementariedad económica existente entre ambos Estados, la riqueza de sus recursos naturales, sus amplios mercados, la tradición histórica de sus vínculos bilaterales, la similitud en asuntos de su política interna tales como las cuestiones de la integridad territorial o los derechos humanos, las tareas y objetivos similares de sus respectivas reformas económicas internas y la necesidad común de lograr un escenario internacional balanceado y estable en el que no predomine ningún poder hegemónico por parte de ningún Estado, constituyen factores que lejos de distanciarlos deben incidir en un mayor y más amplio acercamiento en el marco de la asociación estratégica establecida entre los dos países, existe un reconocimiento en China de un socio de mayor confianza y oportunidad.
En caso de que los gobiernos occidentales continuasen presionando e intentando aislar a Rusia con el avance de los procesos de ampliación de la OTAN y de la UE hacia países postsoviéticos como Ucrania, Moldova, Azerbaiján, entre otros, y con el endurecimiento de las críticas en los organismos multilaterales y regionales europeos en relación con las fallas de la democracia en Rusia, podría producirse un mayor acercamiento del gobierno ruso hacia sus vecinos de Asia Central y Asia Pacífico, y China podría convertirse en algo más que un socio estratégico para Rusia.