«Para alguien como yo, que sirvió en el gobierno antes y después de 1997, es un logro notable, reconocido por el resto del mundo», dijo Tsang al reflexionar sobre el progreso de la ciudad desde su devolución a China en 1997.


«Mucha gente, incluido yo mismo, expresó su preocupación sobre si esta política, introducida por el difunto líder Deng Xiaoping, funcionaría en Hong Kong», agregó.





Económicamente, Hong Kong es, obviamente, un centro financiero internacional que sirve a toda la región, en términos del tamaño de su mercado, la inversión extranjera y la infraestructura del mercado, dijo.



El mundo no se ha recuperado de la conmoción de la crisis financiera que azotó al mundo en 2008, señaló, pero Hong Kong ha capeado el temporal y sigue siendo atractivo para el capital extranjero.





Los inversionistas extranjeros ven a Hong Kong como un lugar rentable y seguro para invertir, dijo.





Tsang citó en particular el crecimiento y la importancia del mercado de renminbi en Hong Kong.





«Este año estamos en condiciones de manejar 1,5 billones de yuanes (236 $ millones de dólares) en la liquidación de operaciones, y los saldos en renminbi que han mantenido nuestros bancos llegó a los 600 millones de yuanes. Es preciso recordar nuestros humildes comienzos hace tres o cuatro años», dijo.





Hong Kong, como teatro de pruebas, está haciendo mucho por alcanzar la convertibilidad final del renminbi, indicó.





En cuanto a servicios sociales, Tsang dijo que la región administrativa especial ha desarrollado un mejor sistema para el cuidado de ancianos.

Allí se ofrece educación gratuita durante 15 años, de los cuales 12 son obligatorios, y disponen de educación preescolar subvencionada, mientras se protege a los trabajadores con un salario mínimo legal.