Maniobras de China con munición activa en el Mar Oriental no tiene que ver con las islas Diaoyu

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Durante la visita de Noda a China a finales del año pasado, el primer ministro japonés comentó que fortalecer la confianza política mutua entre los dos vecinos crea cimientos importantes para sus vínculos. Japón debe dejar de jugar con fuego en el asunto de las Islas Diaoyu.


La fuerza naval de China realizará maniobras con munición activa en el Mar Meridional del país entre los días 10 y 15 de julio. El aviso de prohibición de navegación y pesca, dado a conocer por la fuerza armada 91199 del Ejército Popular de Liberación de China, ha anunciado claramente las coordenadas de longitud y latitud de la zona de ejercicio militar. Algunos medios de información sospechan que estas maniobras se corresponden con la versión del gobierno japonés de comercializar las islas Diaoyu. Pero el contraalmirante Yin Zhuo, reconocido experto en asuntos militares y director de la Comisión de expertos en informática de la fuerza naval de China, ha expresado que es un ejercicio regular:

«Creo que esta sospecha no tiene fundamento, pues el problema de las islas Diaoyu ya existe desde hace decenas de años y la fuerza naval china realiza anualmente varios ejercicios militares en el Mar Oriental. No son asuntos relacionados.»

Sobre la coincidencia de esta maniobra militar con la farsa japonesa de comercializar las islas Diaoyu, la coronel de primer rango Liang Fang, profesora del departamento de enseñanza e investigación de estrategia de la Universidad de Defensa Nacional de China, dijo que es una pura casualidad:

«Esta maniobra es un ejercicio regular de nuestra flota del Mar Oriental. Por eso, es una pura casualidad.»

El gobierno japonés ha asumido el relevo del gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, en el ridículo drama en que se han convertido las ambiciones del país nipón de «comprar las Islas Senkaku», denominadas Islas Diaoyu en China, y que no hace sino perjudicar las relaciones entre los dos países.

El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, informó el sábado a los medios de comunicación de que está considerando «nacionalizar» parte de las mencionadas islas a fin de reforzar el «control» de Japón sobre ellas. La declaración del gobierno nipón, que se produce tras las palabras de Ishihara que dieron pie a toda esta farsa el pasado mes de abril, no hace nada más que jugar con fuego en este sensible asunto de disputas territoriales entre China y Japón.

Indisputables evidencias históricas y jurisprudenciales muestran que «las Islas Diaoyu y sus islotes adyacentes han sido parte inherente del territorio chino desde tiempos antiguos», subrayó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Liu Weimin.

«No permitiremos que el territorio sagrado de China sea comprado o vendido por nadie. El gobierno chino continuará adoptando las medidas necesarias para salvaguardar con resolución su soberanía», manifestó Liu.

El gobierno nipón, haciendo caso omiso a las relaciones bilaterales, hizo el anuncio de manera unilateral y arbitraria, lo que no sólo va en contra del consenso alcanzado por los líderes de ambos países, sino que también limita el espacio para la creación de políticas relativas a este asunto y empeora una situación ya complicada. Según algunos analistas, la acción del gobierno japonés se debe a sus dificultades en el ámbito nacional. Debido a la frecuente alternancia de gabinete en Japón en los últimos años, el actualmente gobernante Partido Democrático fue testigo de graves divergencias a comienzos de este mes después de que el gobierno de Noda aprobara un proyecto de aumento de impuestos para estimular la inactiva economía nacional.

La propuesta de «comprar» las Islas Diaoyu presentada por el gobierno nipón en este momento no sólo apela a los cada vez más fuertes sectores de la derecha política y crea «evidencias» para el «control» del país sobre las islas, sino que también sirve para transferir la insatisfacción de la población desde los asuntos internos a los internacionales. No obstante, provocar una escalada de tensión con China no ayudará a encontrar soluciones a sus problemas internos, únicamente perjudicarálas relaciones bilaterales, la estabilidad regional y, en última instancia, a sus propios intereses.

Ambas partes han reconocido la importancia de las relaciones bilaterales entre China y Japón. Durante la visita de Noda a China a finales del año pasado, el primer ministro japonés comentó que fortalecer la confianza política mutua entre los dos vecinos crea cimientos importantes para sus vínculos. Japón debe dejar de jugar con fuego en el asunto de las Islas Diaoyu.