En esta ocasión, desde el OPCh se invitó a Patricia Castro Obando, especialista en Estudios Chinos, integrante de la RIBSI y Doctora en Antropología con especialidad en China, a través de un programa conjunto desarrollado en la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad de Beijing en China. Desde la dirección del observatorio se le propusieron las siguientes preguntas:
¿Qué avances en la relación bilateral entre China y Perú se vislumbran con la próxima visita de Dina Boluarte? Esto basado en lo polémica que es la visita y la delegación que la acompaña.
La visita a China de la presidenta Dina Boluarte tiene como objetivos fortalecer las relaciones bilaterales, atraer (y asegurar) las inversiones chinas, y explorar más oportunidades en comercio y tecnología. Después de ocho años, se concreta una visita presidencial peruana a China. Este viaje en particular se realiza cinco meses antes de las reuniones de APEC en Lima, y de la inauguración de la primera etapa del megapuerto de Chancay, un proyecto que es crucial para ambos países y la región. En Shanghai, la presidenta Boluarte se reunirá con el presidente de Cosco Shipping, accionista principal del megapuerto; y en Beijing, con el presidente Xi Jinping, con quien sostuvo una reunión previa en el marco de APEC San Francisco 2023, avanzando algunos temas de la agenda bilateral. La apuesta de la presidenta Boluarte es ambiciosa porque quiere aprovechar el año APEC, la Asociación Estratégica Integral y el TLC bilateral que está en vías de actualización. Es cierto que China no está pasando por su mejor momento, pero hay un dicho chino que dice, “un camello flaco, sigue siendo un camello”.
¿Cómo esta visita puede ser la antesala a la reunión en noviembre de APEC en Perú? ¿Se pueden identificar algunos temas clave o estratégicos?
Los temas claves para ambos países son en primer lugar las inversiones chinas lideradas por el megapuerto de Chancay que abre la puerta para otras inversiones y servicios conexos. En la agenda figuran reuniones con ELINC, una subsidiaria de China Electronic Corporation (CEC), China Southern Power Grid Limited (CSG), Huawei, Automotriz BYD, Higer, por ejemplo, que cubren sectores como seguridad, tecnología, electricidad, transporte, comunicaciones y otros. Entre los temas orientados al comercio se ha previsto la suscripción de acuerdos bilaterales y protocolos sanitarios que permiten el ingreso de los productos peruanos a China. En el plano político, la presidenta Boluarte y su delegación se reunirán con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, y el Primer Ministro Li Qian, además del presidente Xi. Todo esto indica que se está avanzando en los puntos planteados el año pasado, durante la reunión de APEC San Francisco. Aquella vez Xi dijo que “alentará a las empresas chinas a participar en la construcción de importantes proyectos” y pidió “sincronizar las estrategias de desarrollo y fortalecer cooperación en economía, comercio, energía y recursos minerales”.
Mientras Argentina ha optado por alejarse de China, este viaje ha sido catalogado como «alta prioridad» para el gobierno peruano, ¿qué implicaciones tiene esto respecto al posicionamiento de China en la región?
Mao Ning, portavoz de Cancillería China, dijo en conferencia de prensa que el Perú es un “país clave en América Latina”, con el que China está dispuesta a “profundizar su cooperación práctica”. Para la parte china, de acuerdo con su portavoz, el objetivo de estas reuniones es “reforzar la confianza política mutua y profundizar en la cooperación en todas las áreas”. Esto concuerda con los intereses de la parte peruana que además está atravesando por una crisis de imagen y desempeño desde que Dina Boluarte asumió el poder. Para el Perú, la relación con China es de “alta prioridad” por los profundos vínculos económicos, comerciales, diplomáticos y culturales que compartimos. China es el mayor socio comercial del Perú, estamos optimizando el TLC bilateral, vamos a inaugurar el megapuerto de Chancay, tenemos inversiones chinas en minería, energía, infraestructura y telecomunicaciones, seguimos diversificando nuestra canasta exportadora a China, buscamos aprovechar la cooperación tecnológica y educativa. Además, consideramos que la relación con China refuerza la posición del Perú en la región Asia-Pacífico, lo cual es estratégico dada la importancia económica y geopolítica de esa área. Esto, todos los mandatarios peruanos, lo han tenido claro. El desafío con China es otro: ni muy lejos, ni muy cerca.