El Gobierno chino está actuando para contener el alza en los precios de los alimentos y otros artículos de primera necesidad. A los ojos de la población, el acceso a estos bienes baratos ha sido un derecho inmanente sustentado por la asistencia social, como contrapeso a los altísimos costos de la vivienda. (Por Huang Shuo).
A finales de 2010, una sesión plenaria del Consejo de Estado encabezada por el primer ministro Wen Jiabao centró sus deliberaciones en la inflación, en particular los precios de los alimentos. La reunión se pronunció sobre un abanico de medidas para contener la inflación, incluyendo la regulación de los precios, subsidios, medidas macroeconómicas, y la supervisión del mercado. El ajuste administrativo del Consejo de Estado se dirige la producción, el transporte y las fuentes de productos agrícolas, especialmente las verduras el aceite de cocina y el algodón.
También incluye impulsar la producción y la suministro de carbón y petróleo, especialmente el combustible diésel, y la imposición de controles temporales a los precios de artículos de primera necesidad y de bienes de capital cuando sea necesario. El Gobierno también se comprometió a mejorar la estabilidad del mercado. A ese tenor, se incrementarán los subsidios para los pobres en zonas rurales y urbanas y los estudiantes de pocos recursos.
El sustento de la población es la base de la estabilidad social, por lo que será el foco de las sesiones parlamentarias anuales que se efectuarán en marzo. El costo de la vivienda y de los artículos básicos encabezará el orden del día. La capacidad para mantener el nivel de vida de la población es una prueba de buena gestión administrativa, al igual que constituye una preocupación obvia el alza en los precios de los bienes de consumo básicos.
El ingreso per cápita de China aún marcha a la zaga del de EEUU, de la Unión Europea, e incluso de algunas otras economías emergentes, de ahí los apremios del Gobierno en ese sentido.
La cifra del índice de precios al consumo IPC arrojó un aumento interanual del 4,9 por ciento, a pesar de las revisiones que se hicieron para variar la incidencia de los artículos de primera necesidad en este acumulado. El aumento que siguió al 4,6 por ciento de diciembre fue una campanada de aviso para las autoridades, que de seguro se traducirá en un ajuste de política monetaria en el primer trimestre de 2011.
El aumento en los precios de los alimentos deriva en parte de las afectaciones meteorológicas que afectaron el rendimiento agrícola, además de la acción que ejercieron en este sentido la acelerada industrialización y urbanización de China.
Pero no menos onerosas han sido las secuelas dejadas por las flexibilizaciones de políticas monetarias en otros países, en especial la segunda ronda de flexibilización cuantitativa (QE2) emitida por la Reserva Federal de EEUU, que han exacerbado la inflación en China.
La inflación es un obstáculo para construir una sociedad armoniosa. La dirección política del país y la población deben trabajar de consuno para enfrentar las dificultades y reveses. Pero la responsabilidad principal recae sobre el Gobierno, cuyo deber es servir al pueblo.(Pueblo en Línea)
21/02/2011