Foto de la excavación del yacimiento del Templo Moer: a lo lejos está la pagoda redonda y a corta distancia están las bases de los edificios del budismo.

Diversidad en unidad de la nación china: en el caso de Xinjiang Pan Yue, director de la Comisión Nacional de Asuntos Étnicos de China

In Análisis, Autonomías by Xulio Ríos

(Discurso en el foro internacional de “La historia y el futuro de Xinjiang”)

El Sr. Xi Jinping, presidente de China, señaló que “Debemos respetar la diversidad de las civilizaciones y defender los principios de igualdad, aprendizaje mutuo, diálogo e inclusión entre civilizaciones, así como hacer que los intercambios culturales trasciendan el distanciamiento; que el aprendizaje mutuo trascienda los choques y que la inclusión trascienda cualquier sentido de superioridad”. Una de las razones por la que nos reunimos aquí en el foro de “La historia y el futuro de Xinjiang” consiste en que la excavación y el estudio del yacimiento arqueológico del Templo Moer por la Universidad Minzu de China demuestra que Xinjiang es una región multicultural y nos proporciona otro caso concreto para comprender la fusión de las diversas civilizaciones.

Xinjiang siempre ha sido una región de diversas culturas y religiones. Además de una gran cantidad de vestigios budistas, se han descubierto elementos de otras culturas y religiones: en el distrito de Tashkurgan se ha descubierto un altar de fuego zoroástrico de 2500 años de antigüedad; en la antigua ciudad de Milán del distrito de Ruoqiang, se han hallado murales budistas de “ángeles alados” de estilo griego de 1800 años de antigüedad; en un monasterio nestoriano de Turpan, construido hace 1300 años, se han desenterrado clásicos taoístas y la Biblia del cristianismo; en los murales de la antigua ciudad de Gaochang se han hallado escenas de rituales de culto maniqueo de 1000 años de antigüedad; en la antigua ciudad de Tangchaodun del distrito de Qitai, se ha encontrado un monasterio nestoriano, construido hace 1200 años, con murales que representan la historia de “Jesús entrando en Jerusalén en burro”, y en la antigua ciudad se ha descubierto un antiguo baño de estilo romano de hace 1000 años. Estas antiguas culturas, junto con la islámica que se introdujo más tarde, se han convertido en una cultura multirreligiosa en Xinjiang.

Los elementos culturales de Xinjiang son múltiples por su origen, sin embargo, se integran en una unidad cultural, que es la cultura china.

Hay una narrativa irreal en la comunidad internacional, que separa la cultura de Xinjiang de la china e incluso opone a las dos entre sí. Sin embargo, una gran cantidad de objetos arqueológicos nos demuestran que Xinjiang ha sido una parte importante del círculo cultural chino desde la antigüedad.

En la era neolítica, la cultura de la cerámica pintada, originaria de la cuenca del río Amarillo, se había extendido alrededor de la montaña Tianshan pasando por Gansu y Qinghai. La fabricación del jade es una cultura particular de China y unas obras de jade simbolizan el poder y los rituales del Estado, y el jade Hetian de Xinjiang se ha encontrado en los sitios de patrimonio cultural en las Llanuras Centrales, como la cultura de Yangshao, la de Longshan, la de Qijia y la de Yinxu, etc.

Antes de que la dinastía Han ejerciera su jurisdicción sobre Xinjiang hace 2000 años, el mito de la Reina Madre del Oeste en la montaña Kunlun ya se había integrado en el sistema mitológico chino. En Xinjiang se ha desenterrado un gran número de reliquias culturales confucianas de las dinastías Han, Jin, Dinastías del Norte y del Sur, Tang, Song y Yuan, por ejemplo, en la antigua ciudad de Loulan y las ruinas de Niya del sur de Xinjiang, así como en el cementerio de Astana en Turpan, se han desenterrado fragmentos de clásicos confucianos del Libro de las Odas (《诗经》), Clásico de la Historia (《尚书》), Los Anales de Primavera y el Otoño (《春秋》), Zuo Zhuan (《左转》), Las Analectas de Confucio (《论语》), Libro de los Ritos  (《礼记》) y Libro de la Piedad Filial (《孝经》), lo que refleja el hecho histórico de que la cultura confuciana china florecía y arraigaba en Xinjiang.

El hecho de que las diversas culturas mencionadas hayan podido desarrollarse aquí ilustra en cierta medida la inclusividad de la cultura china. El confucianismo no es una cultura religiosa sino humanista, que no es excluyente y puede dar cabida a la coexistencia y el desarrollo de diversas religiones. Una cultura, cuanto más inclusiva y abierta es, más es reconocida, apreciada y aplicada por todas las partes. Por eso, la civilización china nunca se ha interrumpido.

También existe una narrativa contrafáctica en el extranjero, en la que se usa la palabra “asimilación” para describir la relación de la cultura de Xinjiang con la china. Esto representa una ignorancia de la historia china, porque los pueblos de Xiyu (parte occidental de China) también han sido creadores comunes de la cultura china desde la antigüedad. A saber:

El famoso libro agrícola chino Resumen de Nongsang (《农桑撮要》) fue escrito por Lu Mingshan, un agrónomo uihur de Gaochang. Muchos clásicos, como el Sutra del Diamante (《金刚经》) del budismo chino, fueron traducidos por un gran monje de Qiū‘cí (Kucina en sánscrito), Kumarosh, quien creó palabras como “compasión (慈悲)”, “mundo (世界)”, “iluminación (觉悟)”, “mar amargo (苦海)” y “río de amor (爱河)”, y todas estas palabras se han convertido en palabras de uso común en el chino actual. Otro ejemplo puede encontrarse en la dinastía Yuan, cuyo emperador Kublai Khan nombró a Lian Xixian, del pueblo uihur, primer ministro y maestro del confucianismo, el cual promovió vigorosamente la cultura china. La aldea de Weigongcun, ubicada en el noroeste de Beijing, donde hoy en día funcionan varias universidades, incluida la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, se la denominó con el título de Weiguogong de Lian Xixian.

La cultura china y la nación china se han transmitido de generación en generación. La dinastía Yuan reemplazó a la dinastía Song, pero compiló libros de historia para Song. Ocurrió lo mismo con la dinastía Ming a Yuan, y con la dinastía Qing a Ming. Además, en la dinastía Yuan, fue Kangli Naonao, un mongol de la región relacionada con Xiyu, quien promovió la restauración del sistema de exámenes imperiales y compiló la historia de la dinastía Song. La comunidad cultural de China es creada conjuntamente por todos los pueblos chinos, incluidos los de Xiyu.

Cualquier comunidad cultural se base en la profunda fusión económica y social. La situación geográfica de la meseta Pamir y del corredor de Hexi es un factor importante para la fusión económica del oeste hacia el este. La estructura económica de Xiyu y de las Llanuras Centrales de China es complementaria y simbiótica, y justamente gracias a la alta vinculación comercial entre las dos regiones en la antigüedad, Xiyu pudo conectar la Eurasia continental. Los antepasados de ambas regiones, al abrir juntos la antigua Ruta de la Seda, dieron lugar a una serie de ciudades comerciales, entre las cuales se destaca Kashgar como una joya brillante. Durante miles de años, los diversos pueblos de norte, sur, este y oeste, a través de la migración, el cultivo en tierras baldías, el comercio y los matrimonios mixtos, han transitado yendo y viniendo en el vasto desierto. Con todo esto se ha formado finalmente la situación de coexistencia y simbiosis de los diversos pueblos en Xinjiang. Xinjiang y las Llanuras Centrales en el fondo pertenecen a una misma comunidad política, resultado lógico del desarrollo de una misma comunidad económica, social y cultural.

Algunos amigos extranjeros están preocupados porque, dado que Xinjiang pertenece a una unidad cultural china, ¿implica que allí no existe la “diversidad”? Según la idea occidental del “pluralismo”, la diversidad y la unidad son siempre algo contradictorio. Sin embargo, la filosofía china siempre puede unificar dialécticamente la diversidad con la unidad y otras cosas contradictorias. Como señaló el presidente Xi Jinping, existe un fenómeno importante de “fusión del confucianismo, el budismo y el taoísmo” en la historia del pensamiento académico chino.

Cuando el budismo originario fue introducido por primera vez en las Llanuras Centrales a través de Xinjiang, algunas de sus doctrinas religiosas chocaron con el confucianismo y el taoísmo chinos, tales como la de no preocuparse por la producción, la de no rendir honor a los antepasados, la de no respetar a los padres y la de no obedecer a los reyes. Pero resultó finalmente que el budismo originario se convirtió en el budismo sinizado, absorbiendo la ética confuciana de la lealtad y la piedad filial, reconciliando la relación entre el Karma y la reencarnación del budismo y la piedad filial y fraternal del confucianismo, y tomando la forma taoísta para la comprensión del mundo. Y al mismo tiempo, el confucianismo también absorbió la teoría budista acerca de la naturaleza y así se formó el neo-confucianismo chino en que se combinan el budismo, el taoísmo y el confucianismo.

Hoy en día, las tres creencias mencionadas arriba no se han convertido en una escuela, lo que refleja que la filosofía china profesa la diversidad. Sin embargo, estas tres creencias se han fusionado en una unidad, lo que refleja la inclusividad del mundo espiritual de los chinos. El Templo Moer es un buen ejemplo que representa la relación entre la diversidad y la unidad, donde se encuentran al mismo tiempo una pagoda cuadrada al estilo Gandhara de India, un templo budista de forma de dos cuadrados concéntricos de Asia Central y Xingjiang, y un gran edificio del budismo chino. El Templo Moer perdura más de 700 años, manifestando el proceso en que el budismo indio temprano se convirtió en la cuenca del Tarim en el budismo con características de Xiyu y continuó extendiéndose hacia el este en las Llanuras Centrales chinas; centenas de años más tarde, el budismo sinizado a su vez alimenta a Xiyu construyendo templos del budismo chino en el lugar por el cual el budismo originario entró por primera vez en China.

La introducción del islamismo en China experimentó un proceso similar. Una ruta de la introducción es la Ruta Marítima de la Seda llegada a Quanzhou de Fujian, en el sureste de China, la otra es la Ruta Terrestre de la Seda llegada a Xinjiang, donde el islamismo chocó con el budismo, cuyas influencias dejadas se ven en las reliquias budistas en el sur de Xinjiang. No obstante, el resultado final del choque fue que, a finales de la dinastía Ming y a principios de la dinastía Qing, el islamismo entrado en China comenzó a integrarse con el confucianismo, el taoísmo e incluso la filosofía budista, dando lugar al pensamiento de “la integración del islamismo y el confucianismo”. Los traductores chinos del islamismo de aquel momento enfatizaban especialmente la idea de “la veneración al Allah y la lealtad al país”, y creían que los valores islámicos de “la lealtad, la honestidad, la piedad filial y la amistad” compartían puntos comunes con la ética confuciana.

En Urumqi hay un “Gran Templo Shaanxi” construido durante el reinado del emperador Qianlong en la dinastía Qing, que refleja el estilo arquitectónico de la integración del islamismo y el confucianismo. El espíritu chino de dicha integración que tiene algo en común con el pensamiento racional del mundo islámico, es un importante intento de coordinar la relación entre el Estado y los diversos pueblos y la entre las doctrinas religiosas y las ideas seculares. En la cumbre del Diálogo Islámico-Confuciano recién celebrada en Malasia, el primer ministro de este país Anwar Ibrahim dijo que “elegimos distanciarnos de la desarmonía a través de prestar atención al punto de encuentro entre el islamismo y el confucianismo”. Y añadió que “al abrazar la sabiduría del pensamiento tanto islámico como confuciano, podremos esforzarnos para crear un futuro no sólo tecnológicamente avanzado sino también éticamente iluminado”. Hasta hoy, el espíritu de la integración del islamismo y el confucianismo sigue alimentando a Xinjiang.

Durante el proceso de entrar en China, tanto el budismo como el islamismo experimentaron choques e integraciones, y ambos se convirtieron finalmente en el budismo y el islamismo sinizados. De dichos choques e integraciones no resultan la extinción de uno por otro, sino la elevación mutua, formándose de esta manera una civilización más avanzada, la civilización china. La historia de Xinjiang prueba plenamente que, a través de la inclusividad, la civilización china siempre ha perdurado y se ha hecho más vital y valiosa con el paso del tiempo.

Los políticos y académicos de todo el mundo que se preocupan por China deberían conocer y estudiar la propuesta del presidente Xi Jinping de “combinar el marxismo con la excelente cultura tradicional china”, porque esta combinación ha producido una profunda “reacción química” dando lugar a varias nuevas ideas culturales.

La combinación del marxismo con la continuidad de la civilización china determina que el camino de China contiene una lógica ininterrumpida de civilización; la combinación del marxismo con la innovación de la civilización china determina que la combinación no es retroceso al pasado, sino apertura de una nueva emancipación mental; la combinación del marxismo con la unidad de la civilización china determina el concepto fundamental de que el país no puede dividirse, el Estado no puede desbaratarse, la nación no puede dispersarse y la civilización no puede interrumpirse; la combinación del marxismo con la inclusividad de la civilización china determina que la civilización china nunca ha persistido en la sustitución de varias culturas por una, sino que propone la integración de varias culturas en una común; la combinación del marxismo con la esencia pacífica de la civilización china determina que China siempre ha perseguido el principio de apreciar y compartir las bellezas de las diversas civilizaciones, la paz y beneficios mutuos.

China ha sido un país en que durante miles de años no tuvieron lugar guerras religiosas, y nunca se dedicó a la expansión colonial ni a la exportación forzosa de su cultura, cuyas experiencias de perseguir la armonía sin uniformidad y la diversidad en la unidad de la nación, podrían servir de lección para resolver los conflictos religiosos étnicos que aún existen en el mundo actual.

La mayoría de los participantes en este foro son expertos dedicados al estudio de las civilizaciones antiguas, saben que las civilizaciones antiguas contienen una diversidad natural y están buscando a su manera propia la unidad y la solidaridad para la diversidad. Aunque nosotros no llegamos necesariamente a completo consenso en la forma de búsqueda, todos esperamos sinceramente poder obtener la fuerza de la unidad y la cohesión. Debemos aprendernos mutuamente y tomar lecciones y experiencias uno de otro para mejorarnos y realizarnos.

En la historia, Xinjiang era una región donde se convergían, se mezclaban, florecían y se fusionaban diversas civilizaciones, materializando una ruta de integración en unidad. Y en el futuro, Xinjiang sigue este camino y se formará una región más segura y armoniosa, desempeñando mejor el papel fundamental en la conexión de China con Asia Central, Asia Occidental y Europa, así como el papel de soporte, para formar una zona nuclear en la construcción de “la Franja y la Ruta”; en Xinjiang se protegerán mejor las excelentes culturas de los diversos pueblos de China con el fin de enriquecer y desarrollar la civilización china. Por lo tanto, Xinjiang no es sólo de China, sino también del mundo. Creo que es nuestro deseo común que Xinjiang se abra más y abrace fuertemente al mundo.

Autor: Pan Yue, director de la Comisión Nacional de Asuntos Étnicos de China.

Traductoras: Geng Zhen y Qiu Tingting, doctoras y maestras de la Facultad de Lengua Española de la Universidad Normal de Jiangsu.

Redactora: Qiu Tingting, del texto español.

Revisor: Zhu Lun, profesor de la Universidad Normal de Jiangsu, investigador del Instituto de Etnología y Antropología, CNSS.

Procedencia del artículo:《道中华》(DeepChina)