China es la segunda economía del mundo y se ha convertido en uno de los mayores donantes mundiales de ayuda exterior. Mediante una estudiada estrategia diplomática basada en el poder inteligente, smart power, esta ayuda ha sido utilizada para conseguir grandes logros en sus políticas de crecimiento y desarrollo. Pero a nivel de la ayuda al desarrollo destinada a la asistencia sanitaria en los países africanos, hemos observado que los resultados revelan diferencias respecto a los obtenidos sobre la ayuda exterior. En este trabajo mostramos que la ayuda sanitaria de China en África ha evolucionado con el tiempo, es bien valorada por los países receptores, se ha hecho mucho más solidaria, eficaz y generosa y, aunque todavía presenta aspectos que pueden ser mejorados, parece no estar relacionada con la estrategia diplomática de poder de Beijing sino más bien con un compromiso, engagement, cada vez más intenso, multi sectorial e internacionalizado, con la salud en África y mundial.
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