Es evidente que el contexto actual de la integración sudamericana no podría haber sido posible sin la asociación estratégica desarrollada por Brasil y Argentina durante estos últimos veinte años. Ambos países han sido los pilares de la puesta en escena y la continuidad del MERCOSUR, profundizando la liberalización del comercio y garantizando, asimismo, la integración de nuevas economías en desarrollo en el sistema de comercio multilateral, ya vigente en otras regiones del mundo.