¿Dominará China al mundo?

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- ¿Surgirá China como la fuerza dominante en el siglo XXI? El debate acerca del papel mundial del “Reino del Medio” ha sido abierto de nuevo por el comentarista líder sobre China, Jonathan Fenby. En su nuevo libro, ¿Dominará China el siglo XXI?, que será publicado en Estados Unidos a finales de este mes y en marzo para el resto del mundo, concluye que los retos nacionales del país, tales como la dependencia en las inversiones estatales y la preocupación ambiental la desviarán de ser el actor principal de la escena mundial.


(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- ¿Surgirá China como la fuerza dominante en el siglo XXI? El debate acerca del papel mundial del “Reino del Medio” ha sido abierto de nuevo por el comentarista líder sobre China, Jonathan Fenby.

En su nuevo libro, ¿Dominará China el siglo XXI?, que será publicado en Estados Unidos a finales de este mes y en marzo para el resto del mundo, concluye que los retos nacionales del país, tales como la dependencia en las inversiones estatales y la preocupación ambiental la desviarán de ser el actor principal de la escena mundial.

En este artículo, no sólo se debatirán los problemas planteados por Fenby, también se presentarán las perspectivas y opiniones sobre China de los líderes del pensamiento, autores y académicos que han aparecido en el diario China Daily desde el año pasado.

Hoy se le da una oportunidad a los principales comentaristas de China de alrededor del mundo para replantear sus más recientes posiciones.

El último libro de Fenby se ocupa de la pregunta más grande de todas respecto al papel futuro de China en el mundo.

Fenby alega que posiblemente no cambiemos de un mundo dominado por Estados Unidos, como fue el caso tras el colapso de la Unión Soviética en 1990, a uno dominado por China.

El comentarista considera que para finales del siglo habrá un mayor intercambio del poder con Europa, India, una Rusia emergente y los nuevos jugadores, como Indonesia, ejerciendo una mayor influencia.

Fenby propone un escenario donde China se retraerá- por lo menos en las próximas décadas- por problemas económicos relacionados con la debilidad de su sector privado, su sector bancario subdesarrollado y su inhabilidad para innovar, así como la ausencia de habilidades de administración.

El debate es el último en un nuevo género de libros sobre China que presentan un panorama más matizado de la fuerza de China. Sigue a las premisas del sinólogo estadounidense David Shambaugh de la internacionalización de China, en el poder parcial y de la obra de Timothy Beardsons “El gigante tambaleante: las amenazas al futuro de China”.

Esto contrasta quizá con títulos más fuertes que aparecieron justo después de las Olimpiadas de Beijing, incluyendo la aclamada obra de Martin Jacques, Cuando China domine el mundo: el ascenso del Reino del Medio y el Fin del Mundo Occidental, que han vendido más de 350.000 copias a nivel mundial.

Rana Mitter, directora designada del nuevo Centro de China de la Universidad de Oxford, considera que Fenby refleja una perspectiva más realista de la China que está emergiendo.

“Ahora estamos en una era en la cual la gente está escribiendo proyecciones formales acerca de China basadas en la realidad de que el crecimiento económico súper cambiado de la última década está detrás nuestro. China continuará creciendo, pero a un paso más moderado y creo que la gente ha ajustado sus gafas geopolíticas para tomar ese hecho en consideración”.

Mitter, quien recientemente hizo un documental de la BBC para la radio (Shanghai World Redux), acerca de la nueva confianza de la segunda ciudad de China, que saldrá al aire más adelante este mes, dice que el centenario aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial trae de vuelta lo difícil que es hacer predicciones a largo plazo.

“Si el siglo XX es una guía, entonces lo que sucedió al principio no fue en realidad una predicción de lo que sucedió al final” explica.

“Creo que las tendencias que vimos en los últimos 10 o 15 años de la población de China haciéndose más próspera, más segura y más internacional no muestra signos de revertir y pienso que esto continuará durante muchas décadas por venir”.

Martin Jacques, el académico británico y autor que realizó siete visitas a China el año pasado, se mantiene en su postura de que China será una creciente fuerza dominante en tanto que el siglo avanza económica, política y culturalmente.

“Por supuesto que China tiene muchos problemas y ha estado peleando contra muchos de estos desde que comenzaran la reforma y apertura a finales de los años 70. Sin embargo, son extremadamente buenos en superarlos”.

El antiguo director adjunto del diario The Independent y editor de Marxism Today, rechaza parte del nuevo realismo de China por ser bastante pesimista.

“Pienso que muchos de los escritores sobre China sólo tienen esta enorme dificultad. Si se mira este período desde que China comenzara a ascender, se tiene un sentimiento de los expertos occidentales en que todo va a llegar a su final”, dice Jacques.

“Pienso que la razón fundamental para este escepticismo es que no pueden llegar a un acuerdo con un país que es tan ajeno en la política y otros términos en los que Occidente ha sido pionero en forma distinta y exitosa para sí mismo”.

 Edward Tse, presidente emérito, Greater China, de los consejeros de administración internacional Booz & Co, que dentro de poco tiempo lanzará su pruepa nueva consultoría, Gao Feng Advisory, considera que Fenby subestima la transformación que está ahora teniendo lugar en la economía china.

Está de acuerdo en que el sector privado ha sido retenido por el dominio de las industrias propiedad del Estado, pero que la historia de las próximas décadas será la liberación de emprendedores de China al escenario mundial.

“Que la economía china está dominada por las empresas propiedad del estado y que el gobierno juega un papel pesado en la industria es cierto, pero pienso que el futuro será distinto. Pienso que perteneceremos a los emprendedores chinos. Pienso que es algo que la gente en Occidente subestima y no aprecia”.

Tse, autor de El reto de China: cómo aprovechar el poder de la economía en más rápido crecimiento en el mundo, describe el reconocimiento de las fuerzas del mercado en el Tercer Pleno del Comité Central del Partido Comunista en noviembre como “monumental”.

Tse piensa que la próxima década verá importantes inversiones al exterior, tales como la reciente adquisición de Shuanghui International Holding Ltd, por 4.7 billones de dólares de Smithfield Foods Inc en Estados Unidos.

“Vamos a ver más y más empresas chinas queriendo construir su propia capacidad y atender sus problemas de falta de innovación o habilidades mediante las adquisiciones” señala Tse.

En términos de política extranjera, Hugh White, autor de la Opción de China: por qué debemos compartir el poder, uno de los libros más aclamados sobre China el año pasado, dice que el ascenso de China cambiará la dinámica.

“No hay muchas dudas acerca de que China desplazará pronto a Estados Unidos como el país más rico del mundo y eventualmente, en por lo menos alguna medida, el más fuerte. Pero, eso no quiere decir que el siglo XXI será el ‘siglo chino’ en la forma en que el siglo XX fue el ‘siglo estadounidense’” sugiere White.

“Incluso como el país más rico del mundo, China aún enfrentará a muchos otros países ricos y poderosos del mundo. Así que en lugar de dominar, será uno de varios grandes poderes cuyas opiniones deben ser respetadas. Cómo funcionará eso será una de las grandes preguntas mundiales en los años por venir.

White, un antiguo consejero del primer ministro australiano Bob Hawke, dice que la mayor pregunta es el papel de China en Asia tras las recientes tensiones con Japón.

“El ascenso de China cambia el orden de Asia fundamentalmente y le asegura un papel más grande del que ha tenido en los últimos dos siglos. Sin embargo, incluso en Asia se enfrentará a poderes formidables, incluyendo Japón, Estados Unidos e India. China encontrará difícil dominar Asia en la forma en que Estados Unidos lo ha hecho hasta ahora”.

Mitter, autor de la Guerra de China contra Japón, 1937-1945: la batalla por la sobrevivencia, dice que China está aún preocupada con su propio patio trasero más que en intentar convertirse en un súper poder mundial.

“Creo que una buena metáfora son los círculos concéntricos. No hay duda de que China querrá jugar un papel en su propia región, pero en tanto que los círculos crecen hacia el exterior, la política se vuelve menos clara”.

Para Shambaugh, la diplomacia de China ha mostrado signos de mejorar desde que escribió China se vuelve internacional, que se publicará en chino este año, con una mejora en sus relaciones con el Sudeste Asiático y Estados Unidos.

 Sin embargo, sostiene que su libro es un contrapunto oportuno para todos los libros que presentan una opinión demasiado optimista de China.

“Recientemente conté el número de libros en mi propia biblioteca con los títulos de ‘China’ y ‘aumento’ y tengo unos 25”.

Shambaugh dice que China aún tiene importantes desafíos si desea dominar el siglo y en particular, con el tan llamado soft power con algunos países del mundo esperando emular o ser como China.

“Mis hallazgos de las continuas dificultades de China en obtener soft power en el extranjero continúan. La continúa ambivalencia de China acerca del gobierno mundial también es muy aparente”.

Kerry Brown, director ejecutivo del Centro de Estudios de China de la Universidad de Sidney, dice que no está convencido acerca de si el asunto de que China domine el mundo sea un debate para estos momentos.

“No estoy totalmente seguro de que esta idea de que el siglo XXI le pertenezca a alguien en particular tenga mucho sentido. Yo pienso que la idea de estados naciones siendo los grandes impulsores de todos los desarrollos está llegando a un lento fin” señala Brown.

“Por supuesto que China desempeñará un papel importante en los próximos años, pero tiene tantos desafíos en sí misma que es difícil verla liberada de estas preocupaciones internas pronto”.

Tse insiste que China aún retiene una base económica muy sólida en la cual construir.

“La gente dice que China ha perdido su ventaja de manufactura a bajos costos. La manufactura en realidad no es solamente un problema de costos laborales. Tampoco es el caso de que toda la manufactura avanzada se hará en Estados Unidos y no en China. China tiene muchas ventajas enormes en la fabricación, con cadenas de suministro y eficiencias que pueden equilibrar”.

Tse dice que no será dentro de mucho que China tenga sus propias marcas mundiales que desafiarán a aquellas en Occidente.

“Pienso que cosas como WeChat (un servicio de redes sociales del Internet de China que ya es exitoso en países como la India) tienen el potencial de volverse mundialmente reconocidos. También hay un número de otras marcas chinas que ya han logrado dejar huella como Huawei y Lenovo. Pienso que la mayoría de las marcas fuertes de China vendrán del sector privado”.

Mitter en Oxford cree que con frecuencia hay un fracaso en detectar una nueva seguridad en China, particularmente entre la clase media en ciudades como Shanghái.

“Tienes esta cifra de que un 60% de estadounidenses no tiene pasaporte y no tienen intenciones de viajar al extranjero. Puedes comparar esto con la clase media de China que mira hacia afuera. La gente de Shanghái ahora considera el internacionalismo y el cosmpolitanismo como parte de su propia composición” sugiere.

“Serían los primeros en conceder que esta no es una actitud que viene de antecedentes granjeros en el centro de Ningxia (región autónoma Hui)”.

Jacques alega que aún existe un fracaso en Occidente de reconocer el reto que China ahora presenta.

Jacques dice que muchos comentaristas aún están atrapados en una mentalidad de que Occidente siempre dominará, ya que ese ha sido el caso desde que Gran Bretaña se convirtiera en la primera nación industrial hace 200 años.

“El único mayor problema al que se enfrenta Occidente en este siglo es dejar de mirar hacia abajo a China desde una perspectiva occidental en lugar de intentar entenderla. Creo que los occidentales van a encontrar esto muy difícil, porque en los últimos 200 años nunca tuvieron que pensar en otra cultura más dominante que la suya”.