En este artículo se explora las posibles consecuencias que la victoria de Donald Trump puede tener para la dinámica de las relaciones entre la República Popular de China y Japón con un foco especial en la dimensión de seguridad. Se presenta un estudio de los principales actores implicados, así como de la jerarquía de preferencias de cada uno de ellos y de la sucesión de acontecimientos que han configurado la situación actual en Asia Oriental. Asimismo, se identifican diferentes potenciales escenarios futuros y se estudian las oportunidades que la nueva política de Trump puede suponer para el surgimiento y consolidación de mecanismos de desescalada de tensión en materia de seguridad a nivel regional en Asia Oriental.