Una Asamblea en la encrucijada

In Noticias, Sistema político by PSTBS12378sxedeOPCH

Un año más, China se dispone a celebrar en Beijing sus convenciones políticas más importantes, en las que el Partido Comunista analizará la situación general del país, repasará los logros conseguidos y planificará los retos que quedan por delante.


China se encuentra en una etapa crucial de su desarrollo. Su papel preponderante en la escena internacional ya es una realidad. China como potencia mundial ya no es una hipótesis que debatan los expertos en geopolítica, sino una realidad. En este contexto, con China ya como gran actor internacional, las decisiones que se tomen en los próximos días en el Gran Palacio del Pueblo revisten una importancia inaudita y serán, más que nunca, centro de la atención global. En este sentido, China enviará estos días muchos mensajes al mundo sobre qué busca y adónde quiere ir.

 

Pero no se trata únicamente del papel de China en la escena internacional y su imagen de cara al exterior. Por delante quedan muchísimos temas que tratar. A medida que China, un país socialista, va adentrándose en la economía de mercado, los retos se acrecientan y las demandas ciudadanas son mayores.

 

A día de hoy, las principales preocupaciones de los chinos están lejos de los debates teóricos y de pensamiento político y más próximas a aspectos de su vida cotidiana.

 

Los chinos se preocupan por su sistema sanitario, que necesita una reforma en profundidad para ser más accesible a aquellos sectores de la población con menos recursos, como los ancianos o la población rural. El Gobierno Chino ha puesto en marcha planes piloto en varias ciudades del país, y los ensayos para la reforma del sistema hospitalario están en funcionamiento. Se necesita paciencia; es una misión muy difícil dotar de cobertura sanitaria universal a una población de 1.300 millones de personas, por lo cual tales esfuerzos deben ser valorados y apreciados.

 

También existe una preocupación generalizada por la vivienda, cuyos precios están alcanzando niveles elevadísimos. En China, tener una vivienda en propiedad es algo comúnmente aceptado. Poseer una casa es una garantía y una inversión segura. Sin embargo, en los últimos años, acceder a los bienes inmobiliarios se está convirtiendo en una utopía para muchos, en especial en las grandes ciudades.

 

En China, el Gobierno mantiene su control sobre el mercado, pero existe cierta sensación de que el mercado inmobiliario se le está yendo de las manos, a veces por factores difíciles de controlar y que no dependen de su entera voluntad. El paradigma es la isla de Hainan, donde se está formando una burbuja inmobiliaria que puede suponer una amenaza futura para la estabilidad de la economía, tanto regional como nacional. La APN debe exigir que se tomen las riendas del desbocado mercado inmobiliario y poner fin a los excesos en los precios.

 

La sesión de la APN de este año es clave para responder a las incógnitas que plantea su posición mundial y, en especial, para dar respuesta a una población china necesitada de algunas garantías en medio de esta marabunta de cambios sociales y económicos que la rodean y le generan cierta incertidumbre.