El número de muertos tras las grandes explosiones de Tianjin (norte de China) aumentó a 114 después de que los rescatistas encontraran dos cuerpos más entre los escombros, informó el lunes el subdirector del departamento municipal de publicidad de Tianjin, Gong Jiansheng.

El funcionario reveló a la prensa que la identidad de 54 cadáveres ha sido confirmada y añadió que otras 70 personas continúan en paradero desconocido.

Entre los cuerpos sin vida, 39 eran bomberos y cinco agentes policiales. Anteriormente, el número de desaparecidos era de 95, antes de que se identificara a 25 personas entre los cuerpos descubiertos.

La mayoría de los desaparecidos son bomberos, agregó el funcionario chino.

Los rescatistas han realizado cuatro búsquedas completas a través de lo que conocen como «un laberinto de contenedores», y la busca continúa.

«Guiarse a través de la zona de la explosión es extremadamente extraño debido a las sustancias químicas y los contenedores retorcidos, que se pueden derrumbar en cualquier minuto. Nos vemos obligados a marcar señales con el fin de no perdernos», explicó Wang Ke, quien encabezó un grupo de soldados especializados en química.

Dos grandes explosiones, que se produjeron antes de la medianoche del 12 de agosto, causaron estragos en varios kilómetros a la redonda.

Hasta el lunes, un total de 698 personas permanecen en hospital, de las que 57 todavía se encuentran en una condición crítica.

Una explosión menor ocurrió la mañana del lunes en el lugar del estallido, ubicado en la Nueva Zona de Binhai. El humo negro se debilitó, pero todavía se ven las llamas.

Bao Jingling, jefe ingeniero del buró de protección de medio ambiente de la ciudad, aseguró que unas 700 toneladas de cianuro de sodio se almacenaban en el lugar de la explosión y permanecen intactas.

Las explosiones han afectado a 17.000 viviendas y 1.700 empresas. Al menos 6.000 habitantes locales han sido trasladados.