El XX congreso del KMT, celebrado el 20 de agosto, abrió formalmente el mandato de Wu Den-yih, quien ganó a la primera las primarias internas de mayo. Desde entonces, se viene especulando con la posibilidad de que Wu lidere una “localización” progresiva del KMT, abandonando la trayectoria señalada por otros líderes inmediatamente anteriores (Ma Ying-jeou, Eric Chu, Hung Hsiu-chu) que con diferente intensidad alentaron una intensificación de la aproximación a China continental. ¿Tomará distancias Wu con Beijing para “reformar, unificar y recuperar el poder” como rubricaba el lema de este congreso?
El programa político de Wu se aparta de los “excesos” de Hung Hsiu-chu, poniendo sordina a su entusiasmo pro-unificación, el más acentuado de todos, aparcando propuestas como la firma de un acuerdo de paz con el continente o el principio de “una China, una misma interpretación”. No obstante, siendo esto cierto, también lo es que el programa de Wu se posiciona firmemente en contra de la independencia de Taiwán.
Wu explicó que una de las razones de más peso para eliminar la propuesta del acuerdo de paz del programa es que dicha proposición podría llevar a EEUU a paralizar las ventas de armas a Taiwán. Cabe recordar que el tratado de paz figura en los puntos del acuerdo suscrito entre Lien Chan y Hu Jintao en 2005, que dio inicio a la “tercera cooperación” entre el PCCh y el KMT. Las ventas de armas se sucedieron igualmente desde entonces, a pesar de las protestas continentales.
Asimismo, a la par que la recuperación de los “tres noes” (no unificación, no independencia, no uso de la fuerza), el Consenso de 1992 se matiza poniendo el énfasis en las “dos interpretaciones”. Debe significarse que las instrucciones dictadas el pasado julio por la agencia Xinhua para uso de los medios chinos, el Consenso de 1992 forma parte de los conceptos afectados; en ningún caso, al mencionarlos, se debe aludir a las diferentes interpretaciones, alineándose con la formulación de Hung Hsiu-chu (una China, una interpretación).¡
La alusión al compromiso con la promoción de la cultura china puede congraciarle con Beijing y compensar el abandono de las tesis de Hung. En un comunicado, desde China continental se instó a incrementar el diálogo pero está claro que el PCCh mira más allá del KMT.
La nueva orientación que imprime Wu al KMT puede afectar a la perennidad de la alianza entre las formaciones “azules” o partidarias de la unificación. De hecho, el presidente del Partido Nuevo, Yok Mu-ming, expresó su decepción por la posición de Wu contra la unificación, calificando su postura como “esotérica”, ya que no es “ni azul ni verde”. A partir de ahora, el PN se distanciará del KMT, anunciando ya que en las elecciones locales del próximo año apoyará a otras formaciones o nominará a sus propios candidatos cuando lo considere oportuno. En ningún caso dará prioridad al KMT. Wu respondió al PN que no desea ver ese alejamiento y que la defensa de la vigente Constitución de la República de China les alinea en el mismo bando.
Internamente, Wu se unió a las facciones más locales del KMT para derrotar a la facción de los veteranos militares de Huang Fu-hsing, prometiendo, entre otros, que las agrupaciones locales podrían elegir a sus responsables; no obstante, ahora postula una elección “parcialmente directa” a fin de asegurarse el máximo de control. Por otra parte, el cambio de nombre del KMT está descartado.
Lo de Wu, por tanto, es un regreso a ciertas esencias del KMT, al canon de la ambigüedad, confiando en que eso le permita ganar terreno en las elecciones municipales del año próximo. Sabe a poco. El escepticismo impera.