La venta de armas de EE.UU. a Taiwán podría complicar de nuevo la situación

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Según información del 'Washington Times', la administración Obama podría presentar un acuerdo de venta de armas por valor de 4.200 millones de dólares a Taiwán, encendiendo los ánimos en Pekín. A ello se une la cercanía de las elecciones en la isla el año que viene.


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Varios medios señalan la posibilidad de una operación de venta de armas por parte de Estados Unidos a Taiwán. Si las indicaciones de estos medios son ciertas, dicha operación dañaría las relaciones entre Washington y Pekín y provocaría una encendida reacción de las autoridades chinas.

Según información del ‘Washington Times’ publicada durante el fin de semana, se espera que la administración Obama notifique formalmente al Congreso esta semana un acuerdo de venta de armas por valor de 4.200 millones de dólares a Taiwán, incluyendo la puesta al día de la ya obsoleta flota de aviones caza F-16 de la isla.

Taiwán solicitó en 2007 la compra de 66 unidades del caza F-16 C/D. Estos aviones cuentan con un mejor sistema de radar y armas más potentes que los cazas 146 F-16 A/B que posee actualmente.

Según noticias, el presidente norteamericano Barack Obama se habría mostrado contrario a la venta a Taiwán del modelo F-16, los cazas C/D, a pesar de las peticiones de Taipéi y el Congreso. No obstante, Obama podría autorizar la venta de equipos actualizados para el modelo F-16 A/B.

Pekín ya ha advertido de graves consecuencias si la venta del lote sale adelante. Zhou Tienong, vicedirector de la máxima legislatura china, afirmó el sábado durante una visita a Washington que una venta de armamento a Taiwán no sólo dañaría las relaciones sinoestadounidenses y entre la isla y el continente, sino también los intereses de los ciudadanos de Estados Unidos.

La portavoz china de Exteriores, Jiang Yu, urgió el viernes a Washington a cumplir con las tres declaraciones conjuntas en las que Estados Unidos se comprometía a reducir la venta de armas a la isla.

Este tipo de transacciones comerciales entre Estados Unidos y Taiwán han sido desde hace tiempo una fuente de tensión y desencuentros entre ambos lados del estrecho de Taiwán y entre Pekín y Washington. China rompió sus relaciones militares en enero del año pasado como protesta contra un acuerdo de venta de armamento a Taiwán por valor de 6.400 millones de dólares, en el que se incluían misiles Patriot, helicópteros Black Hawk y equipamiento para la flota de F-16 de la isla. China rechazó la propuesta de visita del secretario de Defensa Robert Gates en junio de 2010. Hubo que esperar hasta el final de ese año para que los intercambios intermilitares fueran retomados.

Pekín reaccionará enérgicamente si la administración Obama permite la venta, según un artículo publicado en la web de noticias financieras ‘Caixun.com’. “Cualquier venta supondría una flagrante intervención en los asuntos internos de China y ensombrecería las relaciones sinoestadounidenses”, según dicho medio. Si la venta sigue adelante, “estallaría una guerra sin cuartel en el frente económico” entre ambos países, según el artículo, que sugiere también que China debería reducir sus enormes tenencias de bonos del tesoro norteamericano como parte de las medidas de represalia.

Bonnie Glaser, experta en temas de seguridad de China en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, en inglés), opina: “Ciertamente, podemos esperar que China reaccione suspendiendo algunos intercambios militares”. Aun así, ni Pekín ni Washington desean ver una escalada en la situación, según afirmó Glaser durante un debate de la Fundación US-China Policy la semana pasada.

Tao Wenzhao, investigador de la Universidad Tsinghua de Pekín, indica todas las ventas de armamento ocurridas en los 32 años antes de la normalización de las relaciones entre China y Estados Unidos “son incompatibles con la situación general”.

“(La venta de armas) daña los intereses centrales de China. Y seguir cometiendo el mismo error durante 30 años no mejora las cosas”, añadió.

“El acuerdo armamentístico es también incompatible con la situación pacífica de las relaciones en el estrecho”, afirma Tao. Los vínculos entre Pekín y Taipéi se han estabilizado desde la llegada al poder en la isla de Ma Ying-jeou, líder del Kuomintang, en 2008. Ma ha estrechado los lazos económicos con el continente y las próximas elecciones en Taiwán podrían convertirse en otro factor que afectara las relaciones entre China y Estados Unidos.

“La postura del próximo líder taiwanés elegido en 2012 será clave para la solución del problema de Taiwán”, opina Xin Qi, vicepresidente de la Asociación de Desarrollo Cultural de China, una organización sin ánimo de lucro que promueve la reunificación.

Algunos informes indicaban que Estados Unidos estaba preocupado por la incapacidad de Tsai Ing-wen de mantener la relación entre ambos lados del estrecho. Tsai es la líder del opositor Partido Democrático Progresista (PDP) y visitó Washington la semana pasada para recabar apoyos para su campaña “presidencial” contra el Kuomintang de Ma.

Un alto funcionario estadounidense afrimaba que Tsai ha generado preocupaciones sobre la estabilidad de la situación en el estrecho de Taiwán después de su encuentro con varios funcionarios oficiales en Washington, según informaba el ‘Financial Times’. “Nos dejó con serias dudas sobre si desea y puede continuar el ambiente de estabilidad en las relaciones que la región ha disfrutado en los últimos años”, afirmaba dicha funcionaria, según cita FT.

Richard Bush, director de Estudios Políticos de Asia Nororiental en la Brookings Institution, indicó: “Estuvimos nerviosos con la situación entre 1995 y 2008 (cuando el PDP estuvo en el poder con Chen Shui-bian e impulsó la “independencia” de Taiwán). Nos hemos sentido satisfechos con lo que se ha hecho desde la llegada de Ma”.

“La mejora de los vínculos a través del estrecho va en interés de las tres partes”, afirma Rober Sutter, profesor de Asuntos Internacionales de la Universidad George Washington. “La idea de volver a aquello (las turbulencias de la época de Chen Shui-bian) no es posible, dada la experiencia negativa que todas las partes tuvieron en ese periodo”.