Taiwán celebró el 14 de enero de 2012 unas elecciones presidenciales y legislativas muy reñidas y decisivas para su futuro inmediato, especialmente en el orden de las relaciones con China continental. La jornada se planteó como un auténtico plebiscito a propósito de la política desarrollada por el presidente Ma Ying-jeou, del Kuomintang (KMT), quien ha sido el artífice del mayor cambio registrado en la vida política moderna de la isla desde 1987, cuando se levantó la ley marcial y se dio inicio al proceso democratizador tras la dictadura impuesta en 1949.