Esta séptima entrega del Informe Anual sobre la Política China profundiza en los acontecimientos más importantes transcurridos en 2012 en el gigante asiático. Naturalmente, concede una especial relevancia al XVIII Congreso del PCCh, un evento que singularizará la trascendencia del último año en la vida política del país, inicio formal del adiós de Hu Jintao y del arribo de Xi Jinping, su sucesor al frente de los destinos de China en la próxima década.
Además de los hechos, cronológicamente secuenciados, el informe abunda en análisis e interpretaciones de diverso signo que sin ánimo alguno de erigirse en dogma de fe pretenden ayudar a comprender mejor las claves y los factores que anidan en el peculiar cosmos chino y que condicionan la evolución del país a los más diversos niveles.
En la despedida de Hu Jintao, cabe señalar que en sus diez años de mandato al frente del PCCh, la economía china creció a un 10,7% de media anual (el resto del mundo, al 3,9%). China sorteó la crisis de 2008 y sacó de apuros a medio mundo afirmándose como la mayor potencia comercial. La economía del gigante asiático pasó del sexto puesto al segundo en el ranking mundial. El PIB per cápita, que equivalía a 1.135 dólares anuales hace 10 años, asciende ahora a 5.432 dólares. Su legado alude a una agenda más equilibrada pero con enormes desafíos, especialmente en lo social y lo político. Xi Jinping asume el mando de una China más fuerte en muchos sentidos, pero igualmente con carencias estructurales notorias que amenazan seriamente el éxito del proceso de modernización.