La última cumbre de los BRICS (Durban, Sudáfrica, 26-27 de marzo de 2013) ha concluido con importantes acuerdos que parecen revelar una clara voluntad política de los países participantes de consolidar este marco de encuentro. Una vez más, China ha destacado por su activismo en dicho foro.
Preguntas
1. ¿En qué medida la apuesta por afianzar los BRICS gana relevancia en el conjunto de la política exterior de China?
2. ¿Considera que China aspirar a consolidar los BRICS como referente de su apuesta por un mundo multipolar?
3. ¿Qué puede aportar China para que este grupo gane en cohesión interna y proyección global?
Hemos consultado para este Especial a Julio A. Díaz Vázquez, profesor titular del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional de la Universidad de La Habana (Cuba) y a Jorge E. Malena, director de Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador (Argentina).
RESPUESTAS DE JULIO A. DIAZ VAZQUEZ, profesor titular del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional de la Universidad de La Habana (Cuba)
1. ¿En qué medida la apuesta por afianzar los BRICS gana relevancia en el conjunto de la política exterior de China?
En primer lugar, las relaciones externas de China no pueden analizarse al margen de su inserción en la economía global. Introducción que, en grado importante, se inspiró en la experiencia regional de los llamados “Nuevos Estados Industriales” (NICs); opción china basada en las ventajas comparativas de fuerza de trabajo abundante, barata, e inmenso mercado interno. Vía que ofrecía oportunidades y riesgos. Sin embargo, lo acaecido en China en los más de treinta años últimos, verificó lo acertado del camino abierto por las “Cuatro Modernizaciones” y la política económica aplicada de “Reforma y Apertura”. En segundo orden, la estrategia internacional de China, está supeditada a la consecución de los objetivos de la política interna: Desarrollo de las fuerzas productivas, el poderío integral del país, y elevar el bienestar de la población.
Teniendo de telón de fondo lo señalado anteriormente, pueden comprenderse los vínculos que China teje en el contexto de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Suráfrica). Integrar y desarrollar relaciones estables, mutuamente ventajosas, con Rusia, India, Brasil y Suráfrica; países que ganan protagonismo en el grupo de naciones catalogadas de “emergentes”, entra de lleno en el interés de la proyección económica y política en el plano internacional de China.
Esta influencia de China presenta hoy diversos grados y alcance; en el mismo orden que es diferente la intensidad de los vínculos económico-inversores que China ha establecido, en particular, con cada uno de ellos. Brasil y Rusia, las relaciones catalogan de estratégicas, se afianzan e intensifican en el ámbito de los intercambios económicos. En el caso de Suráfrica ganan en importancia, en la medida que se consolidad la presencia de China como principal socio inversor-comercial de África. Con la India, se desarrollan de manera ascendentes, y cada día nuevas esferas de las actividades económico-sociales se suman a los intercambios entre las dos partes.
2. ¿Considera que China aspira a consolidar los BRICS como referente de su apuesta por un mundo multipolar?
Ante todo, es necesario recordar que, la desintegración de la Unión Soviética, puso fin a la era bipolar posterior a la II Guerra Mundial. Se abrió el breve paréntesis que pareció imponer la “unipolaridad” centrada en el poderío político-económico-militar de los Estados Unidos que, los sucesos de las “Torres Gemelas” de New York, (11/9/2001), pusieron entredicho. Avanzado el primer decenio del siglo XXI sugiere que, con el hecho real de la pérdida económica del protagonismo estadounidense, se está gestando un nuevo orden geopolítico mundial. Igual, otros dos sucesos están influyendo en el plano global. Uno, el desplazamiento del fiel de la economía planetaria del Atlántico al Pacífico. El otro, la aparición de economías dinámicas en lo que antes se llamó “Tercer Mundo”, o las que hoy designamos de “emergentes”.
Por tanto, cae en el interés de China, promover todo aquel activismo que traiga al orden internacional la presencia de nuevos actores que aporten gérmenes de “multilateridad” a las relaciones político-económicas mundiales. Sin embargo, no puede perderse de vista que, los principales polos planetarios (Estados Unidos, Unión Europea (UE), Japón) no dejaran de concertar políticas tendentes a restar fuerza a ese incipiente protagonismo. Recursos y medios tienen para ello. Todavía el peso económico, 50% del Producto Bruto Interno (PIB) del orbe, les pertenece; predominio en organismos internacionales: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Organización Mundial del Comercio (OMC). En resumen, China, en línea con su propio provecho, apoyará directa e indirectamente todo lo que ayude al fomento de un “mundo multipolar”.
3. ¿Qué puede aportar China para que este grupo gane en cohesión interna y proyección global?
Sin dudas, es China quien más puede aportar en el conjunto de los BRICS para que el grupo pueda ganar plaza internacionalmente en lo político-económico-social. Ella, entre otras razones, constituye la segunda economía mundial, contribuye con más del 30% al crecimiento económico mundial, primera potencia exportadora, productora de bienes y monto del comercio exterior; además, posee las primeras reservas mundiales de divisas. No obstante, hay que tener en cuenta que aun los vínculos político-económicos entre los miembros del BRICS no tienen un nivel de protagonismo equivalente al que alcanzan las relaciones Estados Unidos-UE-Japón. También hay otros factores que, en realidad, son herencia del papel que les impusieron los centros del poder mundial.
Entre otros, pueden mencionarse, en el plano económico, las barreras a superar entre los niveles de desarrollo de las respectivas economías, las diferencias en las situaciones internas que enfrentan cada una de ellas, más los objetivos no coincidentes en el plano de las políticas externa. Sin dudas, superar los obstáculos económicos, así como limar asperezas y los desacuerdos heredados requiere de tiempo y acercamientos que solo sabias políticas pueden conseguir. Así, en el corto plazo, se impondrá la coordinación política en asuntos puntuales. Ejemplo de ello, la coincidencia de intereses en la creación de un Banco de Inversiones. Proceso que es extrapolable a otras esferas económico-políticas de interés común. En este plano, el papel de China será decisivo para fortalecer el protagonismo internacional del BRICS.
RESPUESTAS DE JORGE E. MALENA, director de Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador (Argentina).
1. ¿En qué medida la apuesta por afianzar los BRICS gana relevancia en el conjunto de la política exterior de China?
Si bien el New York Times afirmó que los BRICS «no tienen suficientes puntos en común ni suficientes objetivos compartidos para contrarrestar con efectividad el peso de Occidente», tal escepticismo es impreciso. Estos cinco países tienen en común la búsqueda de un nuevo orden político y económico internacional, lo cual se vio reforzado a partir de la crisis financiera centrada en Occidente que estalló en el 2008. Para la política exterior china, contar con la compañía de estas otras cuatro potencias emergentes en esta búsqueda, constituye un refuerzo a sus objetivos internacionales.
Independientemente de las estrategias, la firma de un Acuerdo Multilateral de Cooperación y Cofinanciación para el Desarrollo Sustentable (entre los Bancos de Comercio o de Desarrollo de los cinco países), y la rúbrica de una Acuerdo Multilateral de Cofinanciación para Infraestructura de África, evidencian pasos concretos hacia una nueva forma de hacer política internacional, lo cual se acerca a algunas acciones propias de la diplomacia china.
2. ¿Considera que China aspirar a consolidar los BRICS como referente de su apuesta por un mundo multipolar?
La recientemente concluida cumbre en Durban arrojó un acontecimiento concreto por destacar: la creación de instituciones en el marco del foro. Para China por sobre todo, la creación de un Banco para el Desarrollo, puede convertirse en una herramienta central para profundizar la ansiada multipolarización del sistema internacional. Si tenemos en cuenta las vastísimas reservas con que cuenta China, este Banco bien podría competir con el Banco Mundial y el propio FMI. Una muestra de ello, es que al establecerse un fondo de reservas para contingencias, la República Popular aportó US$ 41 mil millones, mientras que Brasil, India y Rusia contribuyeron con US$ 18 mil millones cada uno, y Sudáfrica aportó US$ 5 mil millones.
3. ¿Qué puede aportar China para que este grupo gane en cohesión interna y proyección global?
Debido a que este Grupo es considerado en Occidente como un foro opositor a la actual conducción política y económica internacional, China puede contribuir con las enseñanzas de su cultura política milenaria -las cuales se vieron reflejadas tanto en Mao como en Deng e incluso en Jiang Zemin y Hu Jintao-. La práctica de la humildad, el ocultamiento de las capacidades, el hacer frente a los hechos sin perturbarse, la búsqueda del momento oportuno, etc., bien pueden ser actitudes convenientes en esta etapa de transición del sistema internacional.