El primer ministro chino Li Keqiang visitó Brasil, Colombia, Perú y Chile entre los días 18 y 26 de mayo en una gira calificada por ambas partes de “muy importante”. Los países elegidos son socios principales económicos y comerciales de China en la región. A mayores, Brasil es un aliado estratégico clave en el ámbito de la gobernanza global.
Cuestiones:
1. ¿Qué aspectos principales destacaría de esta gira del premier chino?
2. ¿Considera que las invocaciones a abrir una nueva etapa en las relaciones China-América Latina pueden verse coronadas por el éxito o están llamadas a convertirse en papel mojado?
3. ¿Puede resentirse la sintonía política entre China y América Latina si la asimetría y el bajo valor agregado siguen condicionando de forma tan significativa la relación económica bilateral?
Han colaborado con este Especial: Carlos Aquino, Profesor de Economía Internacional en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. UNMSM, Lima, Perú; Fernando Reyes Matta, Director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC) de la Universidad Andrés Bello; Benjamín Creutzfeldt, profesor asociado – Estudios sobre China Contemporánea y Asia oriental, Colegio de Estudios Superiores en Administración, Bogotá, Colombia.
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RESPUESTAS de Carlos Aquino, Profesor de Economía Internacional en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. UNMSM, Lima, Perú.
1. ¿Qué aspectos principales destacaría de esta gira del premier chino?
Primero, muestra el interés creciente de China en la región, de no solo seguir teniendo a Latinoamérica como proveedor de materias primas sino de participar en la provisión de infraestructura física, como la de transportes, que urgentemente requiere la región. La construcción del tren transoceánico que uniría el Atlántico y el Pacifico es la mejor prueba de ello. China tiene los recursos financieros, la tecnología, y sus empresas la experiencia para hacer esto.
Segundo, muestra el interés chino de participar también en el desarrollo de industrias con más valor agregado en la región. Esto lo hace pues China es sensible a las críticas de que solo compra materias primas de la región y les vende productos manufacturados, así que quiere modificar esta relación asimétrica en el comercio bilateral, pero también lo hace pues China y sus empresas saben que tienen ya la tecnología y la competitividad en varias industrias para participar en ese proceso, a través de inversiones en manufactura y en diversos proyectos de cooperación industrial. Por último China quiere que sus empresas salgan afuera, compitan afuera.
Tercero, muestra el interés especial chino por países como los de la Alianza del Pacifico, como Perú, Chile, Colombia, a los que visita esta vez (México el otro miembro de este grupo no es visitado esta vez). Este grupo es el que más interés tiene en el Asia y China en particular al tener Tratados de Libre Comercio con China (Perú y Chile), estar juntos con China en organismos como el APEC (Perú, Chile y también México), y que desarrolla acciones conjuntas para ingresar más al mercado chino. Además son los países latinoamericanos que más están creciendo y más abiertos al comercio internacional.
2. ¿Considera que las invocaciones a abrir una nueva etapa en las relaciones China-América Latina pueden verse coronadas por el éxito o están llamadas a convertirse en papel mojado?
Eso depende más del lado latinoamericano. La región no ha aprovechado plenamente los ingentes ingresos obtenidos por la gran demanda china por materias primas y los altos precios de estas. De hecho varios países han dilapidado esos recursos (Venezuela es el ejemplo más obvio). Latinoamérica necesita invertir más en infraestructura física, y humana, para poder transformar las materias primas que tiene, darles valor agregado y poder vender productos diferentes de justamente materias primas a China. La región tiene que aprovechar el financiamiento chino para mejorar la infraestructura física, aprender de como China paso de producir bienes con poco valor agregado a producir cada vez productos más sofisticados (invertir en mejor educación, elevar el nivel del capital humano). Depende de la región de salir de la situación de mayormente proveedores de materias primas a China.
3. ¿Puede resentirse la sintonía política entre China y América Latina si la asimetría y el bajo valor agregado siguen condicionando de forma tan significativa la relación económica bilateral?
Puede resentirse, aunque a China no le interesa eso, y como vemos hace esfuerzos para diversificar sus inversiones en no solo también extracción de recursos naturales, sino en la industria manufacturera, cooperación técnica, y también en mejorar el entendimiento mutuo entre ambos regiones (el Premier chino trae un Premio Nobel de Literatura, Mo Yan, y otros escritores chinos famosos para difundir más su cultura por ejemplo). Esperemos que los países latinoamericanos hagan su parte también en este proceso.
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RESPUESTAS DE Fernando Reyes Matta, Director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC) de la Universidad Andrés Bello.
1. ¿Qué aspectos principales destacaría de esta gira del premier chino?
La gira tiene dos escenarios que cabe distinguir. El primero es con Brasil. Allí China opera con el peso de haber llegado a ser el primer socio comercial tras haber superado hace ya algunos años a Estados Unidos. En ese marco, Li Keqiang y la presidenta Dilma Rousseff reforzaron su alianza estratégica con la suscripción de 35 acuerdos que incluyen un préstamo de US$ 7 mil millones a Petrobras, la poderosa empresa de petróleos brasileña acosada por una crisis, la construcción de un complejo siderúrgico en el Norte de Brasil, la financiación de líneas de alta tensión en regiones alejadas, exploración minera y, por cierto, la puesta en marcha de los estudios de factibilidad la para la construcción de una vía férrea que enlazará Brasil y Perú. Una vía de integración siempre soñada, pero nunca ejecutada para unir el Atlántico y el Pacífico. La señal política está en constatar que en sólo diez meses el Presidente de China, Xi Jinping, y el Primer Ministro de país han llegado a Brasil con un fuerte contingente empresarial.El hecho ha ocurrido en momentos que Brasil ha decidido, a su vez, llevar adelante un giro en sus relaciones internacionales: encuentro con México, próxima visita a Washington y la decisión de negociar un acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea dejando de lado a Argentina.
Pero, a su vez, China llegó a la conclusión que cuando habla con Brasil no habla con América Latina. La señal más potente se la dieron las cifras económicas. Si se toma al continente como total, el crecimiento en 2014 fue del 1%, según cifras del FMI. Pero si se pone a un lado a Venezuela, Brasil y Argentina, castigados por su recesión, el crecimiento promedio de la región es del 3,4%. Y, en ese marco, no es menor que el otro escenario de la gira hayan sido los tres países sudamericanos integrantes de la Alianza del Pacífico: Colombia, Perú y Chile. Con estos no hubo anuncios de cifras tan millonarias como en Brasil, pero hubo articulaciones políticas y estratégicas trascendentes en las perspectivas de lo que serán las relaciones en el área Asia-Pacífico en el siglo XXI.
2.¿Considera que las invocaciones a abrir una nueva etapa en las relaciones China-América Latina pueden verse coronadas por el éxito o están llamadas a convertirse en papel mojado?
La convocatoria hecha por China, especialmente con un discurso desde la sede de la Comisión Económica para América Latina y Caribe, CEPAL, con sede en Santiago, es pasar de una interrelación marcada por el comercio de materias primas desde la América del Sur a una interacción productiva con mayor valor agregado local. Ello reclama la propia capacidad de crear cadenas de valor dentro de la región, como también saber ofrecer a China oportunidades de verdadero interés tanto en la producción como en la gestión de colocación de tales productos en los mercados globales. En el caso de Chile, está la oferta de los acuerdos de libre comercio que éste país tiene con más de 55 países en el mundo, incluyendo Estados Unidos, toda América Latina, Canadá, la Unión Europea y la países asiáticos de alto desarrollo.
Con todo, el problema principal es que los resultados de ésta gira como de las anteriores están signados por logros bilaterales. América Latina aún no sabe como tener una agenda compartida con China, debidamente elaborada desde intereses comunes y temas propios como son energía, desarrollo sustentable, agricultura avanzada, resguardo del medio ambiente, innovación tecnológica, educación de alta calidad y en sintonía con las urgencias del desarrollo en la región. China hará un esfuerzo mayor en mantener un diálogo común en el Foro CELAC-China, pero advierte que el continente es una región fragmentada y debe actuar con la flexibilidad que esa realidad reclama.
3.¿Puede resentirse la sintonía política entre China y América Latina si la asimetría y el bajo valor agregado siguen condicionando de forma tan significativa la relación económica bilateral?
Si las relaciones económicas siguieran en el mismo esquema que han tenido hasta ahora, podrían resentirse los vínculos. Pero China busca ir más allá con una agenda que convoca a los latinoamericanos a hablar del desarrollo urbano, a los fuertes intercambios estudiantiles, a una mayor interacción científica, a la posibilidad de abrir espacio a las inversiones latinoamericanas en China. A la vez, aspira que su alta presencia en el comercio y las finanzas latinoamericanas lleve a un reforzamiento del Reminbi como moneda que pueda ser parte de la canasta internacional de divisas. El memorándum suscrito en Chile para propiciar las condiciones que faciliten el uso del renminbi (RMB) en Chile, firmado entre el Banco Central de Chile (BCCh) y el Banco Popular de China, banco central del país asiático va en esa dirección. Ello permitirá establecer el primer banco de liquidación de RMB en Chile, operando desde aquí para toda la región,
Pero hay un trasfondo político que emergió de los discursos del Primer Ministro chino: su proyecto busca el desarrollo equilibrado en la interacción Estado- Mercado- Sociedad. Y en ello ve similitudes, tanto en la marcha, en las dificuktades como las metas pre establecidas entre lo que busca China y la mayoría de los países latinoamericanos bajo su aspiración de incrementar la “cohesión social”.
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RESPUESTAS de Benjamín Creutzfeldt, profesor asociado – Estudios sobre China Contemporánea y Asia oriental, Colegio de Estudios Superiores en Administración, Bogotá, Colombia.
1.¿Qué aspectos principales destacaría de esta gira del premier chino?
Los importantes avances en cuanto a las relaciones chinas con América Latina se dieron en Brasil, Perú y Chile, donde en cada uno el primer ministro concretó el compromiso chino con inversiones, compras, comercio e intercambio financiero en América Latina. Así respondió a iniciativas tanto de gobiernos latinoamericanos como de empresas chinas en cuanto a desarrollos importantes en diversos sectores. La visita a Bogotá fue más que todo una demostración de interés por parte de China y una invitación a los empresarios y gobernantes colombianos de tener en cuenta la capacidad tecnológica y financiera en los propuestos desarrollos en infraestructura. Considerando que Perú ya ha invertido más de 30 mil millones de dólares en infraestructura en los pasados ocho años y ha presentado un plan de invertir otros 113 mil millones de dólares, la propuesta colombiana por unos 20 mil millones es relativamente modesta, pero igual necesita muchos aportes internacionales, como podría ser por ejemplo China.
2.¿Considera que las invocaciones a abrir una nueva etapa en las relaciones China-América Latina pueden verse coronadas por el éxito o están llamadas a convertirse en papel mojado?
Estoy convencido de que la mayoría de los memorandos firmados con Chile, Perú y Brasil se vuelvan realidad, incluso son varios ya en camino. En contraste, la ausencia de una actitud proactiva de parte del gobierno colombiano después de los memorandos firmados en Beijing en Mayo 2012 no promete muchos avances luego de la gira reciente.
3.¿Puede resentirse la sintonía política entre China y América Latina si la asimetría y el bajo valor agregado siguen condicionando de forma tan significativa la relación económica bilateral?
Una asimetría siempre la habrá, porque China simplemente es un poder económico mucho mayor que América Latina y su población es 2.5 veces mayor. Se están viendo cada vez más iniciativas y valiosas externalidades de la inversión china en el sector minero y petrolero en aquellos países que tienen un plan de desarrollo más inclusivo.
OPCh, 28 de Mayo de 2015.