La política exterior de China: ¿más y otra?

In Especiales by PSTBS12378sxedeOPCH

La cumbre con los países Asean en Nanning, la cumbre africana de Beijing, la hábil

gestión diplomática del último episodio en el contencioso nuclear norcoreano,

son indicios evidentes de un creciente protagonismo regional e internacional de China.

Por ello, desde el OPCh quisiéramos reflexionar, breve y sintéticamente, sobre ello,

recabando la opinión sobre tres aspectos que nos parecen importantes en el momento actual.

 

Preguntas:

 

1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda
una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Han colaborado: Manel Ollé, Eugenio Anguiano, Mario Esteban, Seán Golden, Yang Enrui,

Francisco Javier Haro Navejas, Dora Martins

 

Respuestas de Manel Ollé, Universitat Pompeu Fabra.

 

1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

China subordina su política internacional a la estrategia de desarrollo económico. La adopción

de ambiciosas políticas diplomáticas en relación a África, Latinoamérica o el Mundo Árabe se

producen en paralelo al establecimiento de acuerdos económicos e inversores orientados a

asegurar el suministro de materias primas y recursos energéticos.

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

La apertura de nuevos frentes diplomáticos en los ámbitos del tercer mundo y de los países en vías de desarrollo no puede significar para China la desatención de sus vínculos con Norteamérica, Europa o Rusia. La inversión de los países ricos, la transferencia de tecnología y los mercados de consumo de las manufacturas chinas son de momento muy importantes. Y allá donde esté el Poder en mayúsculas, allí estará China. La misma lógica de poner el esfuerzo diplomático al servicio de los intereses económicos de China hace inevitable mantener una relación fluida con Estados Unidos, como socio, como competidor y como potencial rival a marcar de cerca. Mientras Rusia es socio privilegiado de China gracias al suministro petrolífero, gracias al suministro armamentístico y gracias a su papel geoestratégico en la concepción multipolar.

En el caso de la Unión Europea sí que es posible que a la larga –si no se hace nada para evitarlo- se diluya la intensidad de las relaciones a medida que la aportación inversora y tecnológica europea en China dejen de ser capitales. A China podemos llegar a interesarle como contrapeso en la interlocución multipolar. Y como mercado y destino vacacional.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Influirá positivamente en la medida que el pragmatismo de orientación económica siga rigiendo sus directrices.

 

Respuestas de Eugenio Anguiano, ex embajador de México en China y profesor e investigador asociado de El Colegio de México.

 

1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

Seguramente el gobierno chino tiene la necesidad y voluntad de proyectar una política exterior de alcance global, pero los medios disponibles podrían no ser todavía suficientes para lograr ambos objetivos. Más allá de la activa diplomacia económica puesta al servicio de los intereses nacionales, especialmente en el aseguramiento de fuentes seguras de abastecimiento externo de materias primas estratégicas, o de la posición privilegiada de China de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, lo cual la convierte en actor importante en cuestiones de seguridad y mantenimiento de la paz internacionales, ella está todavía lejos de poder movilizar medios políticos, financieros, militares o tecnológicos en una actividad global correlativa al estatus de una potencia mundial.

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

No lo creo. Más allá de la retórica tercermundista, que no es algo nuevo en la historia de la diplomacia de la República Popular, es evidente que la prioridad mayor de la diplomacia china es su convivencia y acomodo con los grandes centros de poder económico, político o militar mundial, ya sea que aquellos se vean como países – Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia o Gran Bretaña – o como bloques de países, como la Unión Europea. Junto con las potencias, los países vecinos de China o enclavados en la región Asia Pacífico, tanto desarrollados como en desarrollo, ocupan también un lugar muy importante en la jerarquía de los intereses externos chinos. India, Pakistán, los países de Asia Central, Mongolia Exterior, Vietnam, Nepal y Oceanía son vitales para la diplomacia china. Conviene recordar el argumento de la República Popular cuando comenzaba sus actividades de diplomacia multilateral económica en la ONU, antes incluso de su ingreso a los organismos internacionales económicos (FMI y BIRF), cuando se le planteó su posible adhesión al grupo de los 77; entre otros dirigentes de la época, Deng Xiaoping, quien encabezó a la delegación china a la VI reunión extraordinaria de la Asamblea General sobre materias primas y desarrollo, especificó que China era un país en desarrollo “sui generis”, puesto que era miembro permanente del Consejo de Seguridad, y por ello debería jugar un papel separado del G-77, aunque orientado en el mismo sentido de los intereses del “tercer mundo”. La misma tesis de, primero, los cuatro mundos y luego los tres mundos de Mao Zedong, sirvió de parapeto para esa muy singular posición de China: no era “militante” del G-77; tampoco parte de los países del segundo mundo (desarrollados pero dependiente de una u otra de las superpotencias), ni menos del primero (las superpotencias). Con todo lo que ha cambiado el mundo, y la retórica china, creo que su posición sigue siendo la misma. Un “lip service” al tercermundismo y una cada vez más activa participación al lado de los países avanzados, sin olvidar a los vecinos.


3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Me parece que positivamente, no obstante aspectos muy sombríos y negativos de la conducta diplomática china que, espero, son casos aislados y de descarnado enfoque pragmático. Me refiero al apoyo que Beijing otorga a rajatabla a regímenes peligrosamente represivos como Sudán, Corea del Norte, etc. Peligrosos no solo para los derechos y garantías individuales de los miles de personas que son víctimas de esos regímenes, sino porque su existencia es un riesgo para la estabilidad política de regiones enteras o del mundo.

 

Respuestas de Mario Esteban, Centro de Estudios de Asia Oriental, Observatorio de Política Exterior Española (OPEX), Fundación Alternativas.




1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

Sí y lo está demostrando. China no sólo es un actor central en Asia, Europa y América del Norte, sino una potencia emergente en África y Latinoamérica. Basta con observar el gran número de visitas bilaterales de alto nivel y el volumen comercial que mantiene China con el resto del mundo. En cualquier caso, no debemos confundir desarrollar una política de alcance global con ejercer liderazgo global, cosa que sólo es capaz de hacer Estados Unidos. De hecho, China ni siquiera es capaz de ejercer un liderazgo claro en Asia Oriental.

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

Sí. Este cambio viene provocado por las nuevas necesidades de la economía china (fuentes de energía y materias primas) y por una mayor sofisticación de la política exterior de Pekín, cada vez más consciente de la importancia del poder blando y de su capacidad de ganar aliados en África y Latinoamérica. Esto no quita para que Estados Unidos, la UE, Rusia y Japón sigan siendo prioritarios para China.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Positivamente, siempre y cuando su situación doméstica sea estable, ya que contribuiría a la creación de un orden mundial multilateral.

 

Respuestas de Seán Golden, Director del Centre d’Estudis Internacionals i Interculturals (UAB)


1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

Si. China tiene una necesidad perentoria de garantizarse el acceso a las materias primas, a las fuentes de energía y a los mercados imprescindibles para su desarrollo económico, y este desarrollo económico es la clave de la estabilidad social y política del país, y por lo tanto, del Partido. Por su tamaño demográfico, el desarrollo económico chino tiene consecuencias globales. Cualquier conflicto internacional podría repercutir en su desarrollo, y cualquier nterrupción de su desarrollo podría provocar problemas domésticos graves. Además, China recibe, de parte de la Unión Europea y de los EEUU, presiones continuas para que asuma un peso en la política y la gobernanza internacional que corresponda a su peso en la economía internacional. Responder a estas presiones será un reto para el país que definió los cinco principios de la coexistencia pacífica, que ponen todo el énfasis en la no intromisión en los asuntos internos de los estados soberanos.

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

Para mí, la gran incógnita de la política económica internacional china es cómo podría garantizarse el acceso a las materias primas, a las fuentes de energía y a los mercados sin decaer en una relación neoimperialista con los países en vías de desarrollo que son sus fuentes. La política exterior china del “ascenso pacífico”, que ahora traducen como “desarrollo pacífico”, promete “respeto mutuo y beneficios compartidos”, además de una política de buena vecindad. Por esta razón, China ofrece el desarrollo de infraestructuras como contrapartida de la adquisición de las materias primas y fuentes de energía.

Esta política se aplica tanto a países desarrollados, como Australia o Canadá, como a países en vías de desarrollo. Parte del problema para la política exterior china es que algunos de los países fuentes –el Yemen, por ejemplo— son a la vez países “canalla” (”rogue status“), sospechosos de apoyar el terrorismo internacional. Por lo tanto, las inversiones chinas en estos países les ayudan a mantenerse en pie. Por otro lado, la inversión china en la deudam pública de EEUU ayuda a financiar las guerras norteamericanas que China condena. La ineludible interdependencia económica producida por los procesos de la globalización involucra a China en las interdependencias de la gobernabilidad internacional en la era de la globalización.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

La participación china en la gobernanza internacional, tanto económica como política, debería influir positivamente. Por un lado, frena las tendencias hegemónicas de EEUU. Por otro, promueve la multipolaridad en la toma de decisiones con implicaciones globales a los organismos internacionales como la OMC. Si China es capaz de llevar a su población, que es más del 20% de la población mundial, a un nivel de vida “moderadamente acomodado”, mientras mantiene una “sociedad armoniosa”, que es lo que pretende el Partido, en una sola generación, y sin haber recorrido a las guerras imperialistas que caracterizaron el “ascenso” de Francia, del Reino Unido, de EEUU, de Alemania y de Japón, habrá hecho algo insólito en la historia humana, y habrá hecho una aportación enormemente positiva a la situación internacional. Amén al caso de la India.

 

Respuestas de Yang Enrui, colaborador del Observatorio de la Política China


1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

China está dispuesta a salir de su poca comunicación con el exterior y entablar amistades con todos los países. La política exterior está al servicio de su apertura económica. La voluntad para hacerlo nunca falta y se convierte en necesidad en función de las eventualidades y de la disponibilidad de los medios que se han ofrecido o se vayan ofreciendo como resultado de un robustecimiento sólido de su potencial real..

 

2. ¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

Los trajines aparentes de la diplomacia china no parecen denotar una nueva orientación, pero sí inyectan dinamismo. China tiene presente en todo momento la importancia insustituible de EEUU y otros países económicamente avanzados para su modernización, y no ahorra hasta sacrificios para mantener en el mejor estado posible las relaciones con ellos, tarea primordial de la diplomacia pragmática de China. A la par, no deja pasar desapercibida ninguna oportunidad en su afán de dar la cara en el mundo, siempre que se lo permita su potencial real, con el claro propósito de reforzar su presencia mundial y tener en mano fichas activadas que le ayuden a participar en la dinámica internacional.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

China llevará un largo camino para entrar en el protagonismo internacional. Va ampliando sus vínculos con el exterior a medida de su avance en conquistas materiales y a la merced de su necesidad. A los protagonistas veteranos de la vida internacional les incordia cierto comportamiento de China dentro o fuera de la ONU, no necesariamente acorde con los criterios habitualmente respetados pero que es bien acogido por gobiernos de naciones en vías de desarrollo. Amigos de China como Sudán o Venezuela, a veces pueden sentir complejo por la indecisión de China ante sus expectativas, evidentemente preocupada de posibles ofensas para sus otros amigos. La actuación de China, indudablemente cada vez más sentida en la situación internacional, caerá, en cada caso, bien para unos interesados y mal para otros.

 

Respuestas de Francisco Javier Haro Navejas, UIA/UAM-I

 

1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

Creo que es posible afirmar que la política exterior china ya es mundial. Aun cuando fuera por inercia, que no lo es casi en ningún sentido, la política exterior de China se ha hecho mundial y es multidimensional lo mismo en orientación espacial que temática, así como por la ampliación de actores participantes en la misma, donde el gobierno no tiene el monopolio absoluto de su puesta en marcha. Posiblemente hasta inicios de los años noventa del siglo pasado la política exterior china era sustancialmente regional y tarea exclusiva del gobierno. La mundialización de la política china está en función de:

a. Las necesidades políticas gubernamentales para construirse como potencia creadora de agenda y reglas en diferentes instituciones institucionales, así como de su búsqueda para levantar sus propias alianzas sustentadas en orientaciones específicas en diferentes regiones, principalmente de Asia, Áfricay América.

b. Las necesidades económicas, tanto gubernamentales como privadas, para garantizar el acceso a materias primas allende sus fronteras para su mercado interno y mercados externos para sus productos.

c. La habilidad gubernamental manifiesta para destinar los medios financieros y humanos para intervenir de maneras diferentes en asuntos de relevancia internacional, que no se limitan a Corea del norte.

d. Que el gobierno no es el único creador y actor de la misma. En la medida que los intereses MATERIALES chinos se multiplican aumentan los involucrados en política exterior, en su sentido más amplio, con lo que las posibilidades de una verdadera política mundial se hacen realidad en por lo menos un doble sentido: los relativamente nuevos interesados participan de manera más activa en política para influir de manera intensa tanto sobre su gobierno como sobre los gobiernos donde tienen sus intereses.

 

2.¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

De ser correcta la apreciación que la política exterior china es multidimensional, más que hablar de reorientación de la misma deberíamos analizar como cristaliza en diferentes niveles:

a. Intergubernamental institucional multilateral regional: Organización para la Cooperación de Shanghai, y Asociación de Naciones del Sudeste de Asia.

b. Intergubernamental institucional internacional: Organización Mundial del Comercio y Organización de Naciones Unidas, donde su participación es cada vez más importante como se aprecia en su participación en operaciones de mantenimiento de la paz y en su pelea por el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud, que de lograrlo se anotaría una victoria global muy importante, pero que también sería un triunfo regional frente a Taiwan.

c. Intergubernamental multilateral regional: Lo más importante al respecto es su política hacia África, la cual tomó un segundo aire desde el año 2000 y que en 2006 se encuentra en su punto más alto.

d. Intergubernamental bilateral regional: Sin duda los ejemplos más importantes los encontramos en América, donde se aprecia también una multidimensionalidad en la forma de llevar adelante políticas específicas con Chile, Brasil, Cuba y Venezuela, principalmente pero no únicamente.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Sobre las perspectivas, se impone la cautela. No hemos pasado por el Apocalipsis anunciado desde fines de los ochenta por los que pregonaban el inicio de una guerra sino-estadounidense, la cual debería haber sido producto de la “cuestión taiwanesa”, entre otros factores. Pero tampoco los conflictos, a veces alarmantes, han estado ausentes y no desaparecerán de ninguna manera. El análisis deberá pasar, no únicamente, pero si de manera importante, por lo que algunos llamamos la creación de identidades en los procesos de socialización política internacional y otros denominan la importancia psicológica de las actitudes. Lo cual quiere decir fundamentalmente dos cosas: comprender la evolución de las conductas políticas de los actores involucrados y la manera en la cual funcionan los mecanismos institucionales internacionales para amortiguar y/o solucionar los conflictos.

 

Respuestas de Dora Martins, Instituto Superior de Ciencias

Sociais e Politicas da Universidade Técnica de Lisboa y Observatorio de China

 

1. ¿Considera que China tiene ahora la necesidad, los medios y la voluntad para desarrollar una política de alcance no solo regional sino también mundial?

 

Apesar de durante muito tempo não possuir uma política para a Ásia, desde inicio da década de 90 do século passado, a China adoptou uma política regional norteada pela “diplomacia de boa vizinhança e amizade” (mulin youhao de zhoubian waijiao). Para colocar em prática essa política, Beijing utiliza uma estratégia compreensiva e cooperativa, pois por um lado procura cobrir diversas áreas, desde a economia, à segurança e aos problemas transnacionais, por outro, utiliza prioritariamente uma forma pacífica e em que procura “encontrar pontos em comum, respeitando as diferenças” (qiutong cunyi). Esta tem sido a estratégia adoptada na mediação da questão do programa nuclear da Coreia do Norte. Apesar do comportamento maioritariamente pacífico e cooperativo, os líderes chineses não hesitarão em adoptar meios menos pacíficos quando sentir que os seus interesses nacionais estão a ser ameaçados, como ocorreu em meados da década de 90 em relação a Taiwan. Esta política regional está a colher os seus frutos pois nos últimos anos processou-se uma alteração significativa da opinião dos líderes da região em relação à China, de uma desconfiança permanente – o ressurgimento da teoria da ameaça chinesa – para uma atitude mais conciliadora, procurando cooperar com o gigante chinês de todas as formas possíveis. Mesmo o recém-eleito primeiro-ministro japonês também passou a adoptar uma atitude mais conciliadora. Essa política regional pode servir como um trampolim para uma política de actuação mundial. Os olhos dos líderes mundiais estão bem atentos ao comportamento chinês e qualquer passo em falso pode ser fatal. Contudo, Beijing não revela explicitamente as suas intenções globais, seguindo o princípio definido por Deng Xiaoping de taoguang yanghui, ou seja, “esconder as capacidades, esperando o momento oportuno”. A assumpção explícita de um papel global poderia gerar resistências por parte dos países da região, o que não desejável pois a China precisa de um ambiente pacífico para se desenvolver. Mas na realidade, a China está activa um pouco por todos os continentes. Actualmente a China ainda não tem meios económicos e militares para assumir uma política de alcance mundial mas poderá tê-los no futuro, se a sua economia continuar a crescer a 10% ao ano. Na Ásia, especialmente na parte da Ásia Oriental, a China já é uma potência regional, sendo a sua opinião sempre ouvida em matérias de âmbito regional.

 

2.¿Cree que podemos estar asistiendo a una reorientación de la diplomacia china que conceda una mayor importancia a los países en vías de desarrollo y no solo a los países económicamente más avanzados?

 

Desde os acontecimentos de Tian’anmen e em consequência das medidas punitivas de que foi alvo especialmente por parte do mundo ocidental, a China começou a aperceber-se da necessidade de criar alternativas ao relacionamento com os grandes. Esta tendência tem-se acentuado nos últimos anos. Apesar dos EUA continuarem a ser de uma forma global, os parceiros mais importantes da China, Beijing tem procurado alternativas não somente entre os países subdesenvolvidos, mas também entre os países desenvolvidos. Diferentes motivos orientam a China para distintos países. Se por um lado, a China procura aprofundar o relacionamento com os países da União Europeia em busca de novos mercados para os seus produtos e de novas tecnologias, por outro lado vira-se para os países menos desenvolvidos da América Latina e África, procurando matérias-primas e recursos energéticos para alimentar a sua faminta economia, e em menor grau mercado para os seus produtos. Na sua diplomacia de charme, Beijing continua a sublinhar as suas intenções pacíficas mas a sua diplomacia tentacular chega a todos os cantos do mundo, seguindo intenções bem pragmáticas. Adoptando o princípio da cultura tradicional chinesa do “dom e reciprocidade”, os chineses apresentam em troca do que obtém alguns benefícios, que são particularmente apreciados entre os frágeis países em vias de desenvolvimento, como seja o apoio internacional ou o apoio incondicional ao desenvolvimento do país.

 

3. ¿Estima que el mayor protagonismo de China influirá positiva o negativamente en la evolución de la situación internacional?

 

Enquanto a China continuar a passar eficazmente a mensagem do “desenvolvimento pacífico” (heping fazhan) e especialmente que os grandes do mundo possam usufruir grandes benefícios dessa ascensão, o protagonismo da China terá uma influência positiva na evolução da situação internacional. A consideração dessa evolução como positiva ou negativa depende da perspectiva de cada país. Enquanto os países puderem obter benefícios de tal protagonismo, não criarão resistências. Contudo, se um país sentir que a China representa um competidor, como poderá ser para os EUA, estes lançarão mão de todos os meios para evitá-lo. A China é sobretudo realista no seu comportamento a nível internacional, só cooperando com outros países (neorealismo) enquanto isso sirva os seus próprios interesses. Sendo o seu principal objectivo nacional o crescimento económico, utilizará todos os meios ao seu alcance para o obter. Este facto gera a competição internacional, o que, na nossa opinião, é positivo, uma vez que diversifica os pólos de poder a nível internacional, desde que não haja uma competição selvagem e sem regras ou princípios. A ascensão da China a um lugar de destaque internacional poderá ter efeitos positivos, uma vez que irá gradualmente dar origem a um mundo com uma superpotência e várias grandes potências cada vez mais fortes, e eventualmente no futuro um verdadeiro mundo multipolar.