La «gran belleza» de El Pabellón de las Peonías, ahora en español

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MADRID, 13 marzo (Xinhua) — La «gran belleza» de El Pabellón de las Peonías, del dramaturgo chino Tang Xianzu, ya está al alcance de todos los hispanohablantes del mundo gracias a la traducción de la sinóloga española Alicia Relinque, que en una entrevista con Xinhua ensalza la calidad de uno de los grandes clásicos de la literatura china.

    La traducción de la obra fue impulsada por la editorial China Intercontinental Press, a fin de conmemorar el cuarto centenario de la muerte del considerado culmen de la dramaturgia china, fallecido en 1616, como William Shakespeare y Miguel de Cervantes.

    A finales del 2016 se publicaron 1.000 ejemplares en el país asiático, mientras que en España se ha hecho cargo de sacarla al mercado Trotta, colaboradora de la casa china, según explica la jefa de su Departamento de Colaboración Internacional, Jiang Shan.

    En el resto del globo se podrá adquirir la versión digital a través de That’s Books, la plataforma en internet de la editorial, apunta Jiang, quien aprovecha para recordar que esta firma ha publicado un gran número de obras clásicas chinas, tanto antiguas como contemporáneas.

    El Pabellón de las Peonías, escrita en 1598, narra la historia de amor entre Du Liniang, la hija de un alto funcionario, y el joven intelectual Liu Mengmei, con los días finales de la dinastía Song del Sur como trasfondo.

    Para Alicia Relinque, con un amplio bagaje como traductora de literatura clásica china, la principal dificultad fue verter al español la musicalidad de la obra, que está escrita para ser cantada en su mayor parte. Además, señala, las construcciones y el lenguaje de Tang Xianzu le parecieron, al margen de muy bellos, de una gran complejidad.

    «Me ha supuesto muchísimas horas intentar acercarme, aunque fuera mínimamente, a tanta belleza: buscaba el vocabulario más apropiado, construcciones, a veces forzadas, propias de una retórica poética compleja… No estoy segura de haber podido superar todas las dificultades, pero lo he intentado«, confiesa con humildad.

    La sinóloga, doctora por la Universidad de Granada, donde imparte clases desde 1994, admite que no había leído la obra completa en chino antes de abordar la traducción, y en el trabajo con cada verso se ha topado con un «placer inesperado«, ya que creía que era una obra «más simple«.

    De sus experiencias anteriores como traductora destaca la honda impresión que le dejó la novela Jin Ping Mei, por su extensión, por lo que tuvo que estudiar sobre el periodo, así como por los distintos registros que tienen cabida en esta obra.

 

   VIGENCIA DE LA LITERATURA CLÁSICA

 

   Relinque reivindica la vigencia actual de la literatura clásica como vehículo de aprendizaje sobre las personas y las relaciones sociales, al tiempo que destaca su valor como forma de entretenimiento. En este sentido, lamenta la errónea visión de que las obras clásicas chinas sean «tenebrosas o lejanas a la vida moderna».

    Pese al gran crecimiento en el número de hispanohablantes que estudian chino, sigue habiendo pocos especialistas que traduzcan la literatura clásica del país asiático. Por ello, esta sinóloga apuesta por seguir dedicándose a este tipo de obras, en lugar de abordar textos literarios contemporáneos, que cuentan con la atención de más traductores.

   En las cuatro décadas transcurridas desde que comenzó a estudiar mandarín, Relinque ha sido testigo de la creciente atención que China, su cultura y su idioma han despertado en España. Un interés, a su juicio, propiciado por el despegue económico del país y que ha recibido un «empuje extraordinario» con el aumento de los centros de estudios, tanto universidades como Institutos Confucio.

    «Ahora falta que comiencen a derrumbarse algunos estereotipos falseados que existen sobre China», sentencia la experta que, con todo, se declara optimista.

    Relinque, que en la década de 1980 cursó estudios en la Universidad de Pekín, entró en contacto con la cultura china de manera azarosa, según relató en una entrevista anterior con Xinhua. Cuando cursaba la secundaria, una de sus profesoras nunca sonreía, hasta que, a la vuelta de un viaje a China, mostró su sonrisa por primera vez mientras compartía sus experiencias aquí.

    «Qué magia tendrá ese país oriental si puede influir tanto en una persona», se preguntó entonces. Una fascinación que la literatura clásica china no ha hecho sino avivar y que con sus traducciones quiere difundir a todos los hispanohablantes. Fin