La crisis política abierta en Hong Kong en el segundo semestre de 2019 evidenció el singular potencial desestabilizador del hecho territorial en la China de Xi Jinping. Aunque las autoridades lograron mantener el temple ante movilizaciones masivas que no siempre discurrieron de forma pacífica y si bien la ley de extradición fue retirada, las causas de fondo del conflicto no han sido abordadas y amenazan con eclosionar de nuevo a la primera oportunidad. Por otra parte, la coincidencia de la llegada de la calma con una nueva victoria del soberanismo taiwanés en las elecciones del 11 de enero de 2020 evidencia la retroalimentación de ambos escenarios de tensión.
(Publicado en el Anuario CEIPAZ 2019-2020. Texto completo en el PDF adjunto).