El gobierno chino publicó su primer plan de protección de los derechos humanos, esta mañana, comprometiéndose a garantizar y mejorar el estado de estos derechos “por todos los medios”.
El Plan Nacional de Derechos Humanos (2009 -2010), publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado, destacó algunos de los derechos que serán promovidos y protegidos en menos de dos años, desde el derecho de las personas al trabajo, hasta los derechos de los detenidos y de los discapacitados.
La pena de muerte “será estrictamente controlada y aplicada con prudencia”, “juicios imparciales y justos” serán garantizados, y la población en general disfrutará de más derechos a ser informada y escuchada, prometió el gobierno.
El plan compromete al gobierno a crear más oportunidades de trabajo, incrementar el ingreso per capita y ampliar la red de seguridad social; la atención médica y la educación será más accesibles y asequibles a fin de garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de la población.
En el documento también se detalla cómo el Gobierno “garantizará los derechos humanos en las áreas en proceso de reconstrucción que fueron devastadas por el terremoto en Wenchuan, en la provincia de Sichuan”, en el cual cerca de 87 mil personas murieron o se dieron por desaparecidas, más de 370 mil resultaron heridas, y un mínimo de 15 millones de personas fue desplazado de sus hogares”
El documento, asimismo, recalca que“el cumplimiento de los derechos humanos en su sentido más amplio ha sido un objetivo largamente perseguido por el Gobierno y el pueblo chino en tanto que ideal de la humanidad”.
El Gobierno admitió, sin embargo, que “China tiene un largo camino que recorrer en sus esfuerzos para mejorar la situación de los derechos humanos”, a pesar de que desde la fundación de la República Popular de China en 1949 se han llevado a cabo incesantes esfuerzos para promover y salvaguardar los derechos humanos en China, cambiando “esencialmente” el destino del pueblo chino.
El Gobierno ha asegurado que el plan ha sido elaborado según la propuesta formulada por las Naciones Unidas, está basado en la experiencia, “tomando en consideración cuestiones prácticas y de la realidad de China”, y siguiendo las premisas de la Declaración de los Derechos Humanos y de los Convenios Internacionales en materia de derechos civiles y políticos.