Ante los repetidos escándalos de torturas infligidas por miembros de la policía a los detenidos en las cárceles chinas, varios expertos han puesto de manifiesto la necesidad de hacer que instituciones judiciales o independientes se hagan cargo de dichas instalaciones.
La policía no sólo investiga e interroga a los sospechosos, sino que también los detiene antes de que sean llevados a juicio. Esto es inapropiado», dijo Duan Zhengkun, ex viceministro de Justicia y ahora asesor político, en una entrevista que publica en su edición de hoy el diario local China Daily.
En un caso reciente, registrado en la septentrional provincia de Shanxi, Xu Gengrong, un estudiante de secundaria de 19 años, fue detenido al ser considerado sospechoso de haber causado la muerte de uno de sus compañeros de clase golpeándolo con una roca. Xu falleció el 8 de marzo, luego de siete días de haber sido privado de la libertad, y la autopsia determinó que había sufrido varias heridas, y además que no le habían sido suministrado suficientes alimentos.
Wu Ming, otro compañero de Xu, y quien fue detenido durante dos días en relación con el mismo caso, dijo que los policías los consideraron sospechosos desde el comienzo. «No me dejaron dormir, me golpearon hasta que mi nariz sangró, y por momentos perdí la sensibilidad en mis brazos porque me obligaban a cargar una pila de ladrillos en la espalda», dijo el joven a los medios locales.
Hasta el momento, ningún oficial ni agente de la institución ha sido interrogado sobre el incidente, según fuentes del gobierno local.
De acuerdo con el rotativo, conocedores del sistema dijeron que las directrices sobre un nuevo paquete de reformas judiciales, emitidas en enero por el Comité Central de Política y Ley del Partido Comunista de China, no determinarán cambio alguno en lo que tiene que ver con el control de las instalaciones de detención por parte del departamento de seguridad pública.
«Agencias seleccionadas por el gobierno deberían supervisar y proteger los derechos humanos en las prisiones y demás centros de detención, con un énfasis en el descubrimiento y castigo de violaciones como la obtención de confesiones a través de coerción o tortura, y la obtención de evidencias con base en el uso de la fuerza y los castigos corporales», sostuvo Chen Weidong, un profesor de leyes sobre los procedimientos criminales vinculado a la prestigiosa Universidad Renmin, con sede en Beijing. (Xinhua)
18/03/2009