A 52 años de relaciones diplomáticas China-México, una breve revisión en tiempos electorales Raquel León de la Rosa, directora del Observatorio de la Política China.

In Análisis, Política exterior by Director OPCh

Desde la llegada de MORENA al gobierno federal mexicano, se ha hablado mucho del acercamiento en la relación diplomática con la República Popular China. Es importante señalar que las experiencias con los demás partidos mexicanos durante los primeros años de este siglo han tenido momentos desafortunados. Sin embargo, hasta el momento y a meses de elecciones presidenciales en México, la relación entre China y México se ha intensificado de manera suave e incluso silenciosa.

El contexto de la pandemia permitió una intensificación de la cooperación entre ambos países, esto a través de distintos factores que se conjugaron para que así fuera. Entre estos, se identifica la presidencia pro tempore de México en la CELAC, que fue vital para que el diálogo con este país llevara a que la diplomacia de la máscara y la vacuna se hicieran presentes en México. De igual forma, el lobbying a distintos niveles de gobierno que se había construido con la llegada de Andrés Manuel López Obrador como presidente. Desde entonces, la relación comenzó a diversificarse y visibilizar nuevos canales de vinculación.

Durante el siglo XXI, la relación se ha caracterizado por poner en la economía uno de los ejes que rigen el vínculo. De acuerdo con los datos más recientes de la Secretaría de Economía de México (2023), en el comercio exterior mexicano, China ocupa los siguientes lugares:

  • En exportaciones, China ha dejado de ser el tercer socio comercial, ubicándose en la cuarta posición con el 1.5%. Pese al proceso de industrialización que vive México, este país se inserta de la misma manera que el resto de la región, ya que el principal producto que se exporta a China no son bienes intermedios, sino materia prima, que son minerales de cobre con un 30.5%.  No obstante, el segundo rubro recae en autopartes con el 28.2%. Siendo el estado de Puebla quien es el principal proveedor con un 38% de las exportaciones.
  • Sobre importaciones, China se reafirma como el segundo socio de México con el 20.3%. Las compras mexicanas recaen principalmente en bienes tecnológicos, siendo los smartphones y las redes inalámbricas las que más se demandan con un 9.39%, y los principales destinos de estas importaciones son la Ciudad de México, Chihuahua y Jalisco. Tan solo estos tres estados acaparan el 50.4% de las compras.
  • Si bien la relación resulta deficitaria para México, en 2020 fue el año con mayor contracción de este déficit, provocada por la pandemia. Sin embargo, la tendencia a un mayor incremento de las exportaciones continúa.

Respecto a inversiones, México no es necesariamente el país que más IED china recibe en América Latina y esto se ha visto con una contracción durante el año 2023, en donde solo llegaron 15 millones de dólares de nuevas inversiones. Siendo los estados de Nuevo León, Jalisco y Sonora los que más IED china captaron en 2023 (Secretaría de Economía, 2023).

 

Más allá de los números…

Durante los últimos cinco años, se ha visibilizado una estrategia de vinculación diplomática desde China a América Latina a través de múltiples canales y grupos de interés. Es decir, se ha hecho una apuesta a crear poder suave vía diversos actores: diplomáticos, políticos a los tres niveles gubernamentales, empresarial, organizaciones y asociaciones, academia, diáspora y cultura. Como se señaló, las diplomacias de la máscara y la vacuna dieron pie a una mayor visibilidad del people-to-people diplomacy y su articulación y capacidad de penetración a niveles subnacionales. En este sentido, México no ha sido la excepción. La actividad paradiplomática se ha hecho presente para promover la presencia de las actividades económicas, diplomáticas y culturales de China en este país.

A nivel diplomático, la llegada del Excmo. Sr. Embajador Zhang Run en 2023, quien es un embajador joven con 52 años y que forma parte de la nueva generación de perfiles activos dentro del cuerpo diplomático chino, ha marcado un mayor dinamismo en el papel de la embajada china en México. Desde su llegada hace aproximadamente un año atrás, ha participado en varias reuniones no solo con el ejecutivo y  su gabinete, sino también con gobernadores y legisladores de estados que pueden considerarse clave en la relación económica con China, tal es el caso de Puebla, Jalisco, Nuevo León, Quintana Roo, Durango y Querétaro; aunado a esto, se han visitado estados con vínculos de diáspora histórica o culturales como lo son:  Yucatán, Sinaloa y Oaxaca. La diplomacia parlamentaria también ha estado presente durante los últimos años, en donde legisladoras y legisladores de partidos como MORENA y el PRI han fomentado este acercamiento, como lo es el Grupo de Amistad México-China. Dentro de las cámara alta y baja se ha promovido la cooperación no sólo a nivel económico, sino también tecnológico, científico y cultural. Asimismo, el Embajador Zhang se ha hecho presente en la prensa nacional a través de columnas de opinión, que hasta la fecha se pueden contabilizar 17 artículos con tópicos culturales y que hacen alusión a la percepción de China sobre desarrollo y vinculación internacional.

Las asociaciones chinas en México y la migración juegan uno de los puntos más importantes en la relación. Durante los últimos diez años han sido clave para mejorar la percepción de lo chino en México y buscar una reivindicación histórica. Esto debido a pasajes oscuros de la diáspora china en este país, como lo fueron los sucesos en Torreón en 1911, acto por el que en 2021 el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió perdón al pueblo chino. En este punto, los estados que para 2023 concentraron el mayor número de migrantes chinos fueron: Ciudad de México, Coahuila y Estado de México, en donde se señalan como principales motivos de migración las redes familiares y vínculos económicos. En esta resignificación, es que hoy en día la presencia china es clave en emprendimientos, principalmente en las zonas centro de las principales ciudades del país, como lo es el caso de la Ciudad de México. De igual forma, la influencia gastronómica ha evolucionado hacia lo que Ivonne Campos (2023) señala como la “gourmetización de la comida china”. Aunado a esto, encontramos expresiones culturales de reivindicación como es el caso de “La Chinesca” en Mexicali. Todo esto como resultado de las segundas y terceras generaciones de personas chino-mexicanas.

En el caso de la postura de AMLO, si bien su perfil no se ha proyectado para ser un mandatario activo dentro de la política internacional, pues ha dejado esto en manos de sus hasta ahora dos cancilleres, Marcelo Ebrad y Alicia Bárcena, para el presidente mexicano ha representado una tercera vía, ya que ha habido momentos en donde se ha mostrado cercano a Beijing. Una de ellas, que fue fallida, se refiere a la búsqueda de una alianza con el presidente Xi para frenar las acusaciones estadounidenses respecto a la crisis del fentanilo en este país. Otro momento, es la felicitación que mandó al presidente Xi hace días por el Año Nuevo Chino. Estos acercamientos han generado preguntas respecto a cómo México ha llevado su política exterior hacia los países de Asia Pacífico, ya que tradicionalmente países como Japón y Corea del Sur eran los más visibles.

Proyectos estratégicos a corto y mediano plazo

Como se ha mencionado, China es un país que ha promovido la cooperación tecnológica, en donde la infraestructura suave, como las telecomunicaciones, y la infraestructura dura, como habilitación ferroviaria o proyectos inmobiliarios, han estado presentes alrededor del mundo.

En el caso de México, la cooperación energética ha sido uno de los motores en los últimos diez años. Si bien en 2020 hubo un escándalo por las declaraciones de la posible inversión de bancos chinos en el proyecto de “Dos Bocas”, en 2021 se firmó un acuerdo entre PEMEX y SINOPEC para un proyecto de exploración en Tabasco que concluye en octubre de 2024. Hasta la fecha es un proyecto del que se habla de manera local ante el impacto social y ambiental por detonaciones para la exploración.

A nivel tecnológico, Huawei ha sido una de las empresas más posicionadas en México. Esto no sólo en la importación de redes inalámbricas y en la promoción de la implementación de 5G en México, sino también en otros proyectos de aplicación de inteligencia artificial como es el caso de los Smart Hotels a través de la alianza con Original Group en la Riviera Maya, o a través de cooperación para impulsar a 60 start ups mexicanas vía financiamiento e infraestructura suave.

Otro de los temas, se han hecho algunas declaraciones respecto a la posible llegada de una plata de manufactura de coches eléctricos de la empresa BYD. Esto se vuelve mediático gracias a la inversión pactada para Nuevo León por parte de la empresa Tesla. Hay que recordar que en la carrera por los vehículos eléctricos estas dos empresas compiten y que en 2023 BYD desbancó a Tesla en ventas. En este punto, la transición y el expertise que desarrolle la mano de obra mexicana se vuelven atractivos para la inversión para la expansión y relocalización. Al mismo tiempo, uno de los temas en donde se puede intensificar el suministro con China es respecto al litio, ya que México ocupa el lugar número 10 en reservas en el mundo, las cuales no están al 100% explotadas.

¿Continuidad o alejamiento?

Como se señala en el título, México se encuentra en año electoral. En el triángulo con Estados Unidos, se convierte en un momento clave, ya que ambos vecinos están próximos a elegir a la persona que liderará el ejecutivo. ¿La elección en Estados Unidos impacta a México y China?, la respuesta es “si”. Durante los últimos 10 años, la hiperglobalización ha comenzado a desacelerarse ante los nuevos polos económicos, las economías emergentes. El resultado ha sido una serie de medidas y políticas de proteccionismo selectivo. El retorno de los republicanos podría generar mayor crudeza de estas medidas. No obstante, la tendencia hacia la relocalización vía nearshoring se presenta como una mayor captación de IED a corto plazo para México, fortaleciendo la ventaja competitiva de este país como puente hacia el mercado del TMEC.

Sin embargo, ¿qué tanto afectan las elecciones en México en la relación bilateral con China? Con el panorama de precandidatas, se perfilan como escenarios opuestos. En el caso de Claudia Sheinbaum, la relación tendría una continuidad de la política desarrollada por AMLO. Su vinculación con China no es nueva del todo, ya que Sheinbaum tuvo reuniones con el Embajador Zhang durante su mandato como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; sin embargo, una de las personas más cercanas al diálogo con China fue Marcelo Ebrad durante el contexto de la pandemia en su calidad de Canciller en ese entonces. Por otro lado, Xóchitl Gálvez, precandidata en coalición del Frente Amplio que incluye al PAN, PRI y PRD, a lo largo de su carrera política ha enfatizado en que la relación prioritaria para México debe ser Estados Unidos, e incluso, durante su precampaña ha utilizado el término “china/chino” bajo el argot mexicano despectivo, por lo que deja ver una falta de sensibilidad política al respecto. Otro de los contras que tiene la precandidata del Frente Amplio es que proviene del PAN, y la historia de vinculación entre China y los gobiernos panistas ha sido desafortunada y alejamiento.

 

En conclusión, existe una evolución de la relación a través de estos multicanales. No obstante, las elecciones en México se realizarán para todos los niveles y los dos poderes, Ejecutivo y Legislativo, hay zonas del país en donde se habla de posibles triunfos opositores para MORENA, que en caso de suscitarse podrían frenar o retrasar esta vinculación o proyectos con China. Esto sin dejar de lado el peso de los resultados en Estados Unidos y el escenario que esto genere para la región del TMEC.