BUENOS AIRES, 28 sep (Xinhua) — La adhesión de países en vías de desarrollo, incluyendo Argentina, al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) es «promisoria» por representar esta entidad una «alternativa» a los tradicionales esquemas globales de financiamiento, dijo este lunes en entrevista con Xinhua el economista y sinólogo argentino Gustavo Girado.
El BAII cumple en octubre próximo siete años desde que el presidente de China, Xi Jinping, propusiera su establecimiento con el propósito de financiar el desarrollo de infraestructuras y promover la interconectividad regional y la integración económica.
Para Argentina, país que anunció su adhesión al BAII en 2017, su incursión al bloque es «promisoria» y «auspiciosa», sostuvo Girado, por sus necesidades de desarrollo de infraestructura y porque, además, el surgimiento del banco ratifica la postura política china de un financiamiento «que no implica imposición de condiciones que comprometan al país».
«La aparición del BAII es promisoria para una economía como Argentina porque los antecedentes de sus fundadores, principalmente China, no evidencian la ejecución de políticas de financiamiento en las que las condicionalidades hayan contribuido a un deterioro del país», comentó el también director de Posgrado en Estudios en China Contemporánea en la Universidad Nacional de Lanús.
Afirmó que «aún cuando Argentina no ha culminado el proceso de su membresía dentro de la entidad, el efecto político consta de que sus principales fundadores son también países en vías de desarrollo», una situación que permite pensar el financiamiento desde «los intereses regionales».
«Sus fundadores son economías en vías de desarrollo, siendo China la más grande de éstas, y la experiencia de Argentina con China es buena en términos económicos y financieros», apuntó.
El experto acotó que «esa óptima relación puede hacer que el país no sólo pueda acceder a financiamiento sino también a mejores condiciones que las que tradicionalmente les ha ofrecido el mercado global de crédito a nuestro país».
Asimismo, Girado aseveró que los países de América Latina y el Caribe pueden ganar en materia de desarrollo de infraestructuras con el BAII, que además se vincula con la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China.
«El BAII se inscribe en los excedentes que tiene China, que son básicamente de infraestructura, tecnología y financiamiento, y justamente esas cuestiones son carentes en Latinoamérica en la medida que el banco progrese y sus préstamos vayan a ser recuperados, va a aumentar la capacidad prestable y van a irse incrementando las posibilidades de financiamiento para la región», remarcó.
Destacó los ya existentes proyectos de infraestructura en países como Argentina donde, en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, se han materializado obras como el parque fotovoltaico Cauchari en la provincia de Jujuy y las represas en construcción en el distrito patagónico de Santa cruz (sur).
En versión del sinólogo argentino, el BAII puede «ser muy conveniente» no sólo para los países latinoamericanos sino «para muchas economías del mundo».
«Le permite a muchos países acceder sin las típicas condicionalidades a las que habitualmente se ven sometidos cuando acceden a préstamos globales, además cuenta con una capacidad prestable muy grande, con proyectos muy diversos y con un alcance geográfico casi mundial», añadió.
El experto concluyó que «el BAII es muy importante porque sirve también para equilibrar los intereses globales. La aparición de esta entidad financiera contempla los intereses de una región (China y otros países del sudeste asiático) que ya se para sobre sus propios pies, tiene voz propia y define sus propias prioridades que no necesariamente se traducen en el mero equilibrio de la macroeconomía». Fin