China ha venido llevando a cabo proyectos de energía limpia en más de diez países africanos para ayudar a ese continente, considerado por algunos expertos una de las mayores víctimas del cambio climático en el mundo, a luchar contra los múltiples efectos que provoca este fenómeno, dijo hoy viernes un funcionario chino.
China ha venido llevando a cabo proyectos de energía limpia en más de diez países africanos para ayudar a ese continente, considerado por algunos expertos una de las mayores víctimas del cambio climático en el mundo, a luchar contra los múltiples efectos que provoca este fenómeno, dijo hoy viernes un funcionario chino.
China ha implementado activamente en esos países 100 proyectos de energía limpia, incluidas la energía solar, biogas y pequeños programas de energía hidroeléctrica, con el fin de mejorar su habilidad de adaptación al cambio climático, dijo Lu Shaye, director general del Departamento de Asuntos Africanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, durante el Foro de Grupos de Expertos China-África, que se celebra en la ciudad oriental china de Hangzhou.
Lu dijo que China ha diseñado planes específicos por país y ha firmado acuerdos de intercambio de información sobre el establecimiento de proyectos con 11 gobiernos, incluidos los de Etiopía y Mozambique. El inicio de los programas está previsto para «el futuro cercano», indicó el funcionario.
Varios expertos han coincidido en que si bien África solamente contribuye un 4 por ciento de las emisiones de gases de invernadero, es el continente más afectado por el calentamiento global, debido a su escasez de capacidad para adaptarse a éste. Entre las secuelas más graves se cuentan las persistentes sequías que destruyen la producción agrícola y amenazan la ya frágil seguridad alimentaria en algunas partes de África.
Ese continente tiene abundantes fuentes de energía, pero paradójicamente casi que carece de suministro eléctrico. De acuerdo con un documento de la Comisión de la Unión Africana, de mantenerse la tendencia actual, menos del 40 por ciento de los países africanos habrán logrado un acceso universal a la electricidad para el año 2050.
«Queremos decirle a África que cuando estén desarrollando el sector energético, deben aprender de la experiencia de China de no adoptar el formato de ‘contaminar para luego limpiar’. África debe desarrollar las energías limpias desde el comienzo», dijo Pang Zhongying, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin (pueblo) de China.
Los 100 proyectos de energía limpia fueron propuestos por el primer ministro chino, Wen Jiabao, durante la IV reunión ministerial del Foro de Cooperación China-África, en 2009, como parte de las ocho nuevas medidas diseñadas por el gobierno chino para fortalecer la cooperación sino-africana.
Desde el lanzamiento del foro, en 2000, China y África han construido unas relaciones políticas y diplomáticas sólidas, impulsado las relaciones económicas significativamente y ampliado los terrenos de cooperación.
China es ahora el principal socio comercial de África. Hasta finales de 2010, había invertido alrededor de 40.000 millones de dólares en más de 2.000 empresas de 50 países y regiones africanos. Estas compañías cubren una variedad de sectores, entre ellos agricultura, minería, manufactura y finanzas. La inversión directa por parte de empresas chinas en África totalizó 2.100 millones de dólares en 2010, un incremento del 46,8 por ciento frente al año anterior, de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Comercio del país asiático.
Varios de los estudiosos que asisten al foro de Hangzhou dijeron que el cambio climático debe ser una prioridad en la cooperación sino-africana.
Pang sostuvo que la promoción de la reducción de las emisiones de carbono es solamente una solución temporal, y que África debe buscar nuevas y diferentes formas para hacer uso pleno de sus recursos a la hora de desarrollar las energías limpias.
El especialista añadió que el citado centenar de proyectos puede ser visto como la base de una cooperación sino-africana a largo plazo para combatir el calentamiento global. Fin