Hacia el final de la guerra fría se inauguró un escenario internacional donde la hegemonía de los Estados Unidos de América (EUA) fue indisputable. A casi treinta años de esa fecha, dicho escenario es ampliamente cuestionado, en especial a partir de la crisis financiera del 2008, nos encontramos ante un poder ascendente: la República Popular de China (RPC). Su ascenso no sólo se debe a un crecimiento económico sin precedentes, sino por la proyección de una política exterior con mayor protagonismo en el escenario internacional, observable en su creciente presencia en organismos multilaterales. A partir de la llegada de Xi Jinping, la RPC ha dejado a un lado la política exterior de perfil bajo (韬光养晦) característica de la época de Deng Xiaoping. Este cambio se refleja en el lanzamiento de proyectos internacionales como la Belt and Road Initiative (BRI). El creciente protagonismo de la RPC abre interrogantes acerca de su influencia en el orden mundial y plantea dudas sobre la indisputabilidad de la supremacía estadounidense. El eje del presente trabajo se situará en responder acerca de las características sobre el orden bipolar que está surgiendo a partir del ascenso de la RPC y si este es comparable al bipolarismo de la segunda mitad del siglo XX.
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