BEIJING, 11 ago (Xinhua) — Desde que China lanzara hace cuatro años la reforma orientada al mercado del tipo de cambio del renminbi (RMB, la moneda del país asiático), su progreso ha sido reconocido por la comunidad global, pero lamentablemente Estados Unidos no lo ha hecho.
El 11 de agosto de 2015, el Banco Popular de China, el central del país, anunció una mejora importante en la formación de la tasa de paridad central del RMB (o yuan) frente al dólar estadounidense, gracias a la cual esta es más coherente con las necesidades de desarrollo del mercado.
Fue una continuación de anteriores rondas de reformas similares y también una implementación del compromiso de la autoridad central china de avanzar establemente en la reforma orientada al mercado del tipo de cambio del RMB y acelerar su convertibilidad bajo la cuenta de capital.
Cuatro años después, la tasa de cambio del RMB ha sido capaz tanto de aumentar como de bajar, al tiempo que la intervención normal del banco central se ha retirado del mercado de divisas. El avance de China ha sido reconocido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó en su último informe que el tipo de cambio del país asiático está en línea con los fundamentos.
Sin embargo, días antes de que el FMI publicara el informe, el gobierno estadounidense nombró unilateral y abruptamente a China como manipulador de divisas, ignorando el notable progreso que el país ha logrado en la reforma del tipo de cambio.
El FMI no hizo caso de la etiqueta que Estados Unidos impuso sobre China. Su informe explica claramente que no existe manipulación de divisas alguna y que el equilibrio externo de la economía china ha sido apropiado.
Según los datos publicados por el Banco de Pagos Internacionales, desde el inicio de 2005 hasta junio de 2019 el tipo de cambio efectivo nominal del RMB se apreció en un 38 por ciento, mientras el tipo de cambio real efectivo lo hizo en un 47 por ciento. Lo anterior convierte a la moneda china en la más fuerte entre las economías del G20 y una de las más apreciadas en el mundo.
Según la ley internacional, el FMI se encarga de monitorear las políticas del tipo de cambio de los países miembros con el fin de evitar las manipulaciones para ganar injustamente ventajas competitivas comerciales.
Como una agencia global multilateral que busca hechos a través de investigaciones, el FMI, no el gobierno de Estados Unidos, tiene la legitimidad y la credibilidad para hacer una evaluación sobre el régimen cambiario de China.
El FMI publicó el informe después de concluir las consultas del Artículo IV para revisar la economía china. Durante una consulta de este artículo, un equipo de economistas del FMI visita un país para evaluar su desarrollo económico y financiero y discute con el gobierno para obtener una percepción profunda de las políticas económicas y financieras que aplica.
El proceso ha sido considerado en los últimos años el más transparente y esencial para identificar los riesgos de estabilidad y crecimiento de las naciones. Por lo tanto, la conclusión del FMI sobre la moneda china se basa en investigaciones y hechos.
Por el contrario, la afirmación de Estados Unidos fue arbitraria, caprichosa y una mezcla de cuestiones financieras con cálculos políticos. La reclamación de la parte estadounidense sobre China es simplemente una farsa engreída que no merece respeto.
China tiene los fundamentos, la confianza y la capacidad de mantener la operación estable del mercado de divisas y la estabilidad básica del tipo de cambio del RMB a un nivel razonable y equilibrado, al tiempo que pone bajo control deudas y protege su seguridad financiera.
El país asiático continuará obedeciendo su compromiso de hacer que el mercado juegue un mayor papel en el régimen del tipo de cambio a fin de mantener la estabilidad y la continuidad de las políticas de gestión en este sector, promover la liberalización y la facilitación del comercio transfronterizo y las inversión, así como para seguir una política monetaria prudente.
Es normal que la tasa de cambio del RMB fluctúe flexiblemente en un plazo corto ante los cambios de la oferta y la demanda del mercado. La expectativa de una estabilidad a largo plazo del tipo de cambio se mantendrá sin cambio en medio de una serie de fluctuaciones en ambas direcciones, ya que los fundamentos económicos de China permanecen estables.
El sistema del tipo de cambio del RMB no es perfecto. Pero eso no debería ser una excusa para descartar el notable progreso de China en la reforma del tipo de cambio y mucho menos para desprestigiar el mecanismo.