Taipéi, agosto 21 (CNA) La Agencia de Pesca (FA, siglas en inglés) dijo el viernes 21 que había pasado el caso del barco pesquero de alta mar, Da Wang, cuyo dueño es taiwanés, a fiscales para su investigación, después de que Estados Unidos prohibiera importaciones del barco esta semana basándose en reportes confiables sobre condiciones abusivas y trabajo forzoso en su tripulación.
La FA hizo tal observación después de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, siglas en inglés) de EE.UU. emitiera el martes 18 una orden prohibiendo los cargamentos del barco con bandera de Vanuatu y propiedad de Taiwán en todos los puertos estadounidenses, basándose en la acusación del «uso del trabajo forzoso», incluyendo la violencia física, servidumbre por deudas, retención salarial y malas condiciones de vida y trabajo».
Según la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP), la orden se emitió luego de la notificación por parte de la Greenpeace East Asia sobre abusos en la flota de alta mar de Taiwán, la segunda mayor del mundo después de China.
La Greenpeace entrevistó a varios pescadores indonesios que dijeron haberse visto obligados a trabajar hasta 22 horas al día y haber sufrido golpes y amenazas mientras trabajaban en el Da Wang. Además, sus salarios también fueron retenidos, según el artículo de AP.
En el artículo, Andy Shen, asesor de la Greenpeace USA, dijo que el gigante de mariscos taiwanés Fong Chun Formosa Fishery Co. (FCF) confirmó que el Da Wang le había suministrado mariscos al menos una vez en el 2019.
El FCF, el mayor proveedor de atún en el Pacífico Occidental, adquirió la compañía Bumble Bee Foods, un importante productor de atún y salmón enlatados de EE.UU., en enero.
En una entrevista telefónica con la Agencia Central de Noticias (CNA, siglas en inglés), el director general de la FA, Lin Kuo-ping, señaló que su agencia tiene poderes limitados de supervisión sobre el Da Wang, ya que está registrado en un país extranjero, pero que había pedido en marzo a los fiscales investigar las posibles violaciones de la Ley de Prevención de la Trata de Personas en el barco.
Por su parte, Lin Ding-rong, director de la División de Pesca en Aguas Profundas de la FA, apuntó que la agencia había hecho llegar las acusaciones del trabajo forzoso y la violencia física contra los tripulantes a la Oficina de Fiscales del Distrito de Pingtung, pero aún está a la espera de los resultados de la investigación.
Con respecto a Taiwán, actualmente, no hay leyes que prohíban la adquisición de cargamentos de mariscos de barcos sospechosos de la trata de personas, dijo Lin, agregando que la agencia estaría «complacida» si el FCF toma medidas de forma voluntaria para dejar a tales barcos pesqueros fuera de su cadena de suministro.
A su vez, la activista de Greenpeace Taiwan, Pearl Chen, señaló que la orden de EE.UU. demuestra que Taiwán ya no puede cruzarse de brazos ante las continuas violaciones de derechos humanos en los barcos pesqueros de aguas profundas.
Las compañías internacionales como el FCF necesitan establecer políticas de derechos laborales rigurosas, las cuales incluyen la auditoría de los barcos con los que trabajan, reportes transparentes sobre sus cadenas de suministro y cualquier presunta violación de los derechos humanos, así como la compensación para las víctimas de tales conductas, dijo Chen.
La industria pesquera de alta mar de Taiwán ha sido objeto de escrutinio por repetidas violaciones contra los derechos humanos durante los últimos años, las cuales han sido documentadas por grupos como Greenpeace y la Fundación para la Justicia Medioambiental (EJF, siglas en inglés).
La CBP emitió una prohibición similar contra el barco pesquero de la bandera de Taiwán, Yu Long No. 2, el 11 de mayo, por sospechas de trabajo forzoso.
(Por Wang Shu-fen, Yang Shu-min, Lee Pei-shan, Lee Hsin-yin, Matthew Mazzetta y Julio Yang)