13 de septiembre de 2021.- La República de China (Taiwán) hace un año más un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye su participación en la 76ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebra del 14 al 27 de septiembre, de la que Taiwán está excluido debido a la presión de China.
Este año, el Gobierno de Taiwán pone el foco en mostrar a la comunidad internacional que Taiwán está preparado, deseoso y capacitado para trabajar conjuntamente con el resto del mundo y contribuir a los esfuerzos de la ONU para la recuperación mundial, en momentos tan críticos como los actuales debido a la pandemia de la covid-19.
De hecho, Taiwán se ha distinguido por haber sido uno de los países que mejor han gestionado el control de la pandemia, y por haber ofrecido su contribución al resto del mundo haciendo efectivos sus lemas de “Taiwán puede ayudar” y “Taiwán está ayudando”.
La campaña de Gobierno de Taiwán para su participación en este organismo internacional se centra en tres apelaciones a la ONU: (1) que adopte acciones inmediatas para solucionar la injustificada exclusión de los 23,5 millones de taiwaneses del sistema de la ONU; (2) que rectifique de inmediato su política discriminatoria con los ciudadanos y periodistas portadores de pasaporte taiwanés, a quienes se les niega el acceso, para visitas o reuniones, a las instalaciones de la ONU, y (3) que garantice que a Taiwán se le conceda el derecho a participar de forma igualitaria y digna en encuentros, mecanismos y actividades relacionadas con la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y hacer así mayores contribuciones.
La única razón de la exclusión de Taiwán de la ONU es la presión de la República Popular de China, que lo hace además sin una argumentación clara y válida, únicamente citando la Resolución 2758 adoptada en 1971 como base legal para la exclusión de la República de China (Taiwán).
Si embargo, tal resolución no menciona la reclamación china de soberanía sobre Taiwán, ni mucho menos autoriza a que la República Popular de China represente a Taiwán en el sistema de la ONU. La realidad es que la República Popular de China nunca ha gobernado Taiwán y que el pueblo taiwanés solo puede estar representado en el escenario internacional por su gobierno elegido democráticamente.
A juicio de Taiwán, negar la participación en la ONU de quienes tienen la capacidad de contribuir es una pérdida moral y material para el mundo, y resulta por ello necesario que la ONU considere a Taiwán como lo que es: un socio valioso y digno, dispuesto y capacitado para cooperar y contribuir a la sociedad internacional.
Por todo ello, el Gobierno de la República de China (Taiwán) considera que ahora más que nunca es el momento de que la ONU dé la bienvenida a Taiwán y que, haciendo justicia con los 23,5 millones de taiwaneses, le otorgue el sitio que merece dentro de esta organización internacional.