Taiwán y la integración económica regional Xulio Ríos es director del Observatorio de la Política China

In Análisis, Taiwán by Xulio Ríos

La reciente firma de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, siglas en inglés) ha producido un pequeño cataclismo en Taiwán. Oficialmente se le ha querido restar importancia: estaba realmente difícil unirse a una RCEP liderada por China por lo que el objetivo debe centrarse en la participación en el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, siglas en inglés) que lidera Japón, tras el abandono de EEUU del inicial TPP.

En una cosa tiene razón el Partido Democrático Progresista (PDP): intentar unirse a la RCEP sería inútil sin operar un cambio en el discurso. ¿Debería intentarlo a pesar de todo, tal cual dice el opositor Kuomintang? El gabinete taiwanés podría intentar ser más proactivo, sin duda, pero el resultado sería el mismo.

Pero la realidad es la que sigue: el volumen comercial entre Taiwán y los países RCEP ronda el 59 por ciento del total y la inversión en Taiwán de dicho grupo de países es del orden del 65 por ciento. Por tanto, son cifras muy significativas y asegurar que “el impacto sobre la economía taiwanesa será muy limitado” puede ser decir mucho. Además, pronto podría haber noticias relevantes en el TLC que están negociando China, Corea del Sur y Japón, que podría afectar muy seriamente a industrias taiwanesas como la petroquímica, textil, metalúrgica o maquinaria. La ministra de Economía, Wang Mei-hua, anunció reuniones de urgencia para evaluar la situación. Y en su agenda destaca la transformación industrial para hacer frente a la firma de la RCEP. Luego el impacto no es tan menor y la preocupación entre los sectores afectados es profunda y está justificada.

La hipotética entrada de Taiwán en el CPTPP no parece fácil tampoco. Es más, tras la firma de la RCEP, el primer ministro Li Keqiang mostró la firme voluntad de China de unirse al CPTPP. Si hasta ahora en él se ha  evidenciado poca voluntad de abrir un hueco a Taiwán, de adelantarse China sería harto improbable la admisión de Taipéi. A no ser, otra vez, que el PDP acepte las condiciones políticas al uso, es decir, el Consenso de 1992 y el principio de una sola China. Cosa igualmente improbable.

La convergencia con EEUU se afianza como única alternativa. Washington y Taipéi han mantenido días atrás el primer Diálogo de Asociación para la Prosperidad Económica entre Taiwán y EEUU. En 2019, EEUU fue el segundo socio comercial más grande de Taiwán, el segundo mercado de exportación en importancia y su tercera fuente de importaciones. El volumen del comercio bilateral ascendió a más de 81.000 millones de dólares con un incremento del 11,7 por ciento en relación a 2018. La decisión del gobierno taiwanés de autorizar las importaciones de carne de cerdo de EEUU con ractopamina, contestada este domingo 22 por decenas de miles de personas en las calles,  trazaría un nuevo rumbo a la relación bilateral a la espera de que se produzca el relevo en la presidencia de EEUU. El reforzamiento de las relaciones con EEUU se antoja como una especie de salvavidas para Taiwán como se demostró con la firma de un memorando para sentar las bases de una cooperación económica más profunda y más completa en el futuro.

La presidenta Tsai Ing-wen restó importancia a la situación de Taiwán en relación a la RCEP aludiendo a la necesidad de “desarrollar más oportunidades en lugar de colocar todos sus huevos en una canasta”, pero lo cierto es que eso es lo que ha venido haciendo, aunque EEUU se trate de “un socio confiable” a la espera de constatar la continuidad del diálogo con EEUU y su enjundia final bajo la nueva administración Biden.

Taiwán, por tanto, se queda fuera de las dos principales plataformas de libre comercio de Asia-Pacífico, lo cual constituye un serio hándicap para la economía de la isla. Por otra parte, las exportaciones de Taiwán a China continental y Hong Kong, de enero a octubre de este año representaron el 43,6 por ciento del total. La dependencia económica y comercial a través del Estrecho sigue siendo muy fuerte a pesar del alejamiento político. En este contexto, el margen de maniobra de las autoridades taiwanesas se aventura limitado.