EEUU y China: Avanzando a Tientas en sus Relaciones

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China tiene prisa en acelerar el desarrollo y potenciar su poderío y le es preciso contar con las asistencias económicas y tecnológicas y canales de exportación que EEUU puede ofrecer. EEUU procura reforzar sus intereses en el mundo sujetando a China mediante Taiwán y controlando a Corea del Norte y Japón mediante China. En ese contexto, las relaciones bilaterales no se irán deteriorando demasiado.

China y América Latina: ¿Un nuevo frente ideológico?

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El presente trabajo analiza los aspectos determinantes de las relaciones sino-latinoamericanas en la actualidad. El ascenso chino como importador mundial de commodities y materias primas ha resultado un elemento destacado en la optimización de los vínculos transpacíficos. En este marco, los intercambios gubernamentales sino-latinoamericanos de primera línea permiten profundizar los lazos a largo plazo, incorporando matices aportados por actores no gubernamentales y temas no-tradicionales en la agenda de negociaciones: cooperación energética, alianzas estratégicas, terrorismo internacional. A grandes rasgos, ALC y la R.P.Ch tuvieron un único pasado, hoy ambas regiones buscan su propio y único futuro mediante los determinantes políticos y económicos asumidos por sus gobiernos.

La disyuntiva asiática: ¿Estados Unidos o China?

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La región de Asia-Pacífico vive momentos convulsos marcados por su creciente protagonismo económico, que incluye una fiebre negociadora para conformar plataformas de integración así como ambiciosos tratados de libre comercio, y también el ascenso de dinámicas de confrontación que tienen como principales referencias a Estados Unidos y China que mutuamente se acusan de atizar las tensiones y fomentar los riesgos de una escalada bélica. Si la Casa Blanca llama la atención sobre las provocaciones territoriales chinas, Beijing denuncia el auge de lo que denomina el militarismo estadounidense en la región con vistas a contener su emergencia. En los últimos tiempos, ambos países desarrollan un diálogo de sordos reiterado tanto en los encuentros bilaterales como multilaterales que evidencian, de una parte, que China rechaza de plano que la presencia militar estadounidense sirva de garante de la seguridad regional y, de otra, la reivindicación de una seguridad conducida en exclusiva por los asiáticos que redundaría en la afirmación de su liderazgo en Asia-Pacífico.