Especial «Hong Kong: ¿una década prodigiosa?»

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El 1 de julio se cumplen los primeros diez años de la retrocesión de Hong Kong a soberanía china, completada dos años más tarde con la recuperación del enclave de Macao. Con tal motivo, desde el OPCh consideramos de interés plantear las siguientes preguntas:

1. Cómo valora la evolución general de Hong Kong en estos diez años, tanto en lo económico como en lo político?

 

2. Considera que la fórmula “un país, dos sistemas” ha funcionado según lo previsto, contribuyendo a fortalecer tanto la imagen internacional de China como las expectativas de reunificación en relación a Taiwán?

 

3.Cree que Hong Kong será capaz de afirmase como un polo de referencia en la región o acabará sucumbiendo, por ejemplo, a la dura competencia de Shanghai?

 

Han colaborado en este Especial: Francisco Haro, Seán Golden, Joaquín Beltrán

 

Respuestas de Francisco Haro (UAM-I, El Colegio de México)

 

1. ¿Cómo valora la evolución general de Hong Kong en estos diez años, tanto en lo económico como en lo político?


En su contexto más amplio, todo es más positivo ahora que hace diez años, sobre todo las perspectivas. Hace alrededor de una década, antes del gran evento del verano de 1997, en los medios todo era extremadamente negativo: el Apocalipsis se cernía sobre la bahía fragrante: el gobierno central chino en Beijing, se decía, iba a acabar con ella. No tenía lógica lo que se comentaba, entre otras cosas porque, ni siquiera en China, el gobierno daba marcha atrás en el camino intentado en vano por Mao Zedong. Inclusive, aún en estos días, leí que los chinos habían hecho tanto daño a Hong Kong que hasta le había cambiado el nombre: ya no es Hong Kong sino Xiang Gang. Lo que no ha pasado, simplemente se trata de añejas y pronunciaciones diferentes de una misma escritura. Lo que muchas veces se publica, posiblemente de mala fe o de desconocimiento, se inscribe dentro de agendas políticas específicas. Lo que no quiere decir que no existan roces entre Beijing y diferentes sectores sociales sureños, los cuales pueden ser muy fuertes.

 

2. ¿Considera que la fórmula “un país, dos sistemas” ha funcionado según lo previsto, contribuyendo a fortalecer tanto la imagen internacional de China como las expectativas de reunificación en relación a Taiwán?

 

La respuesta a la primera parte de la pregunta es, sin duda, positiva; sin embargo, una respuesta a la segunda es complicada. La fórmula ha sido exitosa, sobre todo porque la idea de fondo de la misma ha sido que China debe evolucionar hacía lo que ha sido y es Hong Kong, no en sentido contrario, como mucho tiempo se pensó. China avanza, con desigualdades enormes y graves problemas; ambas economías se han convertido en una, siendo el papel chino cada vez más importante y sofisticado. Más importante aún, se están realizando cambios económicos que incrementarán y cambiarán el lugar de la región sur de China, tanto en la zona como en el mundo. Respecto a Taiwán todo se complica, aunque sin duda el proceso de estos diez años tendrá su impacto positivo sobre la relación en el Estrecho de Taiwan. La generalidad: ello se debe a que las historias son diferentes. Las especificidades: en Taiwan se ha creado algo bastante cercano al concepto de Estado-nación, con todo lo que ello implica: identidad, gobierno, ejército, fronteras, tradiciones, símbolos, política exterior… Grupos políticos y económicos, acorde a lo anterior, cuentan con intereses materiales y simbólicos por los cuales están dispuestos a pelear. En suma, si bien no todas las variables mencionadas están ausentes en Hong Kong, en Taiwan están arraigadas y confinadas, al menos parcialmente, a un territorio definido con su propio sistema político, de cuya existencia depende todo lo anterior. Lo que no quiere decir que la unificación, o algo similar, no sea posible. Todo lo contrario, pero lo será en la medida que se planteen políticas idóneas que lleven a una variante de un país, dos sistemas. Sobre el tema, los políticos a ambos lados del estrecho son perseguidos por los espíritus de Mao Zedong y de Chiang Kai-shek. No siempre los dejan pensar con claridad.

 

3. ¿Cree que Hong Kong será capaz de afirmase como un polo de referencia en la región o acabará sucumbiendo, por ejemplo, a la dura competencia de Shanghai?

 

Hong Kong enfrenta muchos retos, tanto de Shanghai como de Shenzhen, para poner solamente dos ejemplos locales. Sin embargo, considerar, incluso hipotéticamente, que Hong Kong sucumba debe descartarse. Los cambios a los que hago referencia en la pregunta anterior, están dirigidos a replantear el lugar de China y Hong Kong dentro de la economía mundial, lo que quiere decir el mayor desarrollo de las ciudades costeras chinas, que podrían realizar tareas ahora del ex territorio británico. De hecho, en la Comisión Desarrollo y Reforma del China ya se discuten planes para catapultar a la economía hongkongesa a otro nivel como líder en el campo de la logística y dejar el papel tradicional de terminal de contenedores a ciudades vecinas, sobre todo de Guangdong. En todo caso, con la idea de profundizar la integración e incrementar el desarrollo espacialmente, se trata de una competencia integradora, antes que de un juego donde el ganador se lleva todos los beneficios y el perdedor se queda en la historia. Los desafíos son muchos. Las relaciones de poder, la creación de reglas políticas para situaciones históricas necesariamente inéditas, los equilibrios de poder, las formas de negociación, el papel de los ciudadanos y el aprendizaje de todo esto por parte de la burocracia en Beijing apenas están tomando forma. China, por ejemplo, en la crisis del 1997 y con el turismo, ha sido vital para que la economía de Hong Kong pueda sortear algunas de sus dificultades.

¡Qué diez años no son nada!

 

Respuestas de Seán Golden, UAB.

 

1. Cómo valora la evolución general de Hong Kong en estos diez años, tanto en lo económico como en lo político?

 

Creo que es evidente que su vuelta a la soberanía china no ha perjudicado la economía de Hong Kong. Otra cosa es el incremento de la presencia de gente del continente, y en particular personas que no hablan cantonés, que sí que ha tenido un impacto sobre la vida social, cultural e intelectual, especialmente en el mundo académico. La democracia no ha sido consolidada, pero no por interferencias de la RPCh, sino porque nunca hubo una tradición democrática bajo la administración imperial británica, y porque la misma sociedad civil hongkongesa no ha exigido más democracia, según las personas con quienes trabajo allí.

 

2. Considera que la fórmula “un país, dos sistemas” ha funcionado según lo previsto, contribuyendo a fortalecer tanto la imagen internacional de China como las expectativas de reunificación en relación a Taiwán?

 

Hace mucho tiempo, Lucian W. Pye describió el funcionamiento del sistema político chino como un equilibrio entre unos gobernantes al centro que proclaman políticas utópicas y prometen un futuro mejor que el pasado desastroso, unos administradores de nivel regional y local que practican un “cumplimiento fingido” (feigned compliance) –es decir, que hacen ver que cumplen las directrices del centro mientras van a lo suyo—y el resto de la población que ve su vida afectada más directamente por los círculos locales de familia, de sitio de trabajo y de localidad que por los gobernantes. Creo que esta caracterización puede ser aplicado a la política de “un país, dos sistemas”. Creo que Hong Kong funciona razonablemente bien bajo esta política, aunque la vida intelectual y cultural sea más conservadora que antes del 1997. Pero creo también que hay que ver la situación de Hong Kong en un contexto más amplio, que incluye el desarrollo de toda la provincia de Guangdong, y que incluye el modelo de desarrollo y de liberalización del mercado que aplica el gobierno chino. En este sentido, habría que preguntar, en relación con el concepto de “un país, dos sistemas”, si el resultado final será la imposición del sistema de Hong Kong o del sistema (si es que todavía queda) de la RPCh.

Taiwán tiene una muy joven tradición democrática, después de salir de la tutela neocolonialista de los EEUU y de la decadencia del Guomindang, y tiene más paciencia como para esperar a ver si la transformación de la economía china a una economía de mercado introduzca más garantías de un estado de derecho y más tolerancia a la autonomía, antes de comprometerse con el concepto “un país, dos sistemas”. Hay que recordar que la visión taiwanesa del tema no es una visión unitaria, sino una visión dividida: el Guomindang en Taiwán comparte con el Gongchandang (PCCh) en la RPCh, la convicción de que China es un solo país.

 

3. Cree que Hong Kong será capaz de afirmase como un polo de referencia en la región o acabará sucumbiendo, por ejemplo, a la dura competencia de Shanghai?


Shanghai representa una dura competencia, pero a la vez, una competencia inmadura, como ha demostrado últimamente la crisis de la bolsa allí. Shanghai tiene muchas ventajas a medio y largo plazo, pero creo que habría que estudiar no solo la historia de Hong Kong, sino la historia de Singapur, para entender porque estas pequeñas ciudades-estados han podido jugar papeles tan importantes en el comercio regional e internacional, antes de suponer que Shanghai puede jugar el mismo papel.

 

Respuestas de Joaquín Beltrán Antolín (Universidad Autónoma de Barcelona)

 

1. Cómo valora la evolución general de Hong Kong en estos diez años, tanto en lo económico como en lo político?

 

La población de 1996 a 2006 ha aumentado en 450.000 personas, aunque cuenta con 100.000 extranjeros menos. Los agoreros pronosticaban el fin de la viabilidad del estilo de vida de Hong Kong bajo la soberanía china. La crisis económica asiática de 1997-1998, que también afectó a Hong Kong, curiosamente coincidió con la salida británica. El éxodo previo de una parte de la elite económica, acelerado a partir de 1989, visto con una perspectiva temporal actual se puede considerar más un fenómeno de diversificación de inversiones a escala transnacional que una huida ante el temor al partido comunista. En 1997 la economía de Hong Kong ya tenía el 80% de su PIB en el sector servicios, porcentaje que una década después alcanza al 90%, siendo una de las sociedades más terciarizadas del mundo. La deslocalización industrial fue un fenómeno previo al retroceso. Esta década ha supuesto diversas transformaciones económicas como la pérdida de peso del volumen relativo de carga trasportada en su puerto frente al crecimiento de otras bases logísticas; por otra parte su papel de intermediación financiera no ha cesado de reforzarse por las ventajas competitivas con que cuenta frente a otros lugares, siendo ahora un nodo clave para las inversión de capital chino en el extranjero, además desde 2001 China es el primer inversor en Hong Kong. También, y desde el año 2003, se ha visto reforzado su sector turístico que ha pasado de 3 a 25 millones de turistas en siete años, con un poco más de la mitad procedentes de China, así como la demanda de servicios de salud por parte de la clase media alta del continente que ha saturado los hospitales de la zona.

Políticamente, lejos de ir hacia atrás en su proceso democratizador como habitualmente señala la prensa occidental, se constata una serie de pasos significativos como el paso de la elección por sufragio universal de 20 a 30 miembros de los 60 que consta el Consejo Legislativo, o la presencia de más de un candidato para la elección del Jefe Ejecutivo. El descontento se manifiesta por el calendario previsto para que el sufragio universal sea la práctica dominante, pero un retraso en el calendario no significa que se vaya hacia atrás, sino que se va más despacio. El rechazo popular al artículo 23 relacionado con la libertad de expresión que trató de aprobarse sin éxito en 2003 provocó no sólo manifestaciones de más de medio millón de personas, sino también el cese dos años después del Jefe del Ejecutivo, entre otras cosas por este motivo. El pueblo se expresa políticamente con consecuencias en el gobierno, no sólo mediante elecciones sino también de otras formas.

 

2. Considera que la fórmula “un país, dos sistemas” ha funcionado según lo previsto, contribuyendo a fortalecer tanto la imagen internacional de China como las expectativas de reunificación en relación a Taiwán?

 

La fórmula ha funcionado. Hong Kong no se ha visto abocada al caos, no se ha hundido ni ha sufrido una crisis de gravedad hasta el punto de perder su protagonismo en el mundo globalizado. No se ha dado marcha atrás, sino que continúa reinventándose a adaptándose a los nuevo tiempos como siempre ha hecho. El sistema básico independiente de Hong Kong se ha respetado, pero las pequeñas intromisiones de la nueva soberanía china, que ha sustituido a la británica, se han magnificado provocando una imagen a escala internacional de “pérdidas”, cuando la realidad demuestra lo contrario, más que pérdidas lo que hay son avances, lentos, pero avances al fin y al cabo. En la medida en que la imagen dominante que se ha construido y se difunde es la de “pérdida” e intromisiones en el sistema, Taiwán posee una excusa perfecta para rechazar al fórmula que se diseñó pensando en su reunificación. El proceso de transición a la democracia de Taiwán que comenzó tras el fin de la ley marcial en 1987 se encuentra mucho más avanzado que el de Hong Kong y se arguye que esta circunstancia es la que impide avanzar hacia la reunificación. Lo cierto es que la fórmula sigue vigente y puede ponerse en práctica de muchas formas. La experimentación y la innovación de fórmulas administrativas es una especialidad china.

 

3. Cree que Hong Kong será capaz de afirmase como un polo de referencia en la región o acabará sucumbiendo, por ejemplo, a la dura competencia de Shanghai?

 

Hong Kong tiene su propio lugar en la región y cuenta con una serie de ventajas comparativas como el gobierno de la ley y la fuerza de los contratos, técnicos y profesionales cosmopolitas, un sistema de servicio público muy bien desarrollado, etc. que le permitirá continuar con su prosperidad durante mucho tiempo. Evidentemente hay aspectos en los que pierde competitividad como el volumen de carga de su puerto, o ser el único centro financiero de la región. No obstante su especialización financiera en la intermediación difícilmente será sobrepasada a corto plazo, así como el ser un hub de transporte de viajeros por aire. El turismo ha pasado a convertirse en un nuevo motor económico con muchas posibilidades, así como sus servicios de salud y educativos. Su posición referencial continuará, aunque con transformaciones y adaptaciones. Dejará de ser lo que fue, igual que ya sucedió en otros momentos de su historia.