China, una de las civilizaciones más fascinantes del planeta, se encuentra inmersa en un acelerado proceso de modernización que se inició a finales de los años setenta, al tiempo que concluían tres décadas de dominio maoísta. Las reformas económicas emprendidas desde entonces han promovido importantes cambios en la estructura social, la identidad colectiva y los patrones culturales, y han influido también en la dinámica política y en las relaciones internacionales del que sus habitantes definen como el país del centro. Este libro, escrito por algunos de los mejores especialistas contemporáneos en el mundo chino, analiza de manera rigurosa y a la vez accesible la naturaleza de tales transformaciones y los múltiples desafíos que la población china afronta en los albores del siglo XXI.