Este texto llena un vacío en Colombia y en el medio latinoamericano, que no cuenta con ensayos políticos de este tipo, en el que se reseña y participa de la polémica actual acerca del lugar que China ocupa en el mundo del siglo XXI y se resalta una tesis fundamental: China no es el país más hermético ni enclaustrado, sino que, a pesar de sus particularidades, también ha relacionado e incorporado pensamiento, cultura y cosas del mundo exterior.