BEIJING, 29 ago (Xinhua) — El siguiente es el texto completo de la Declaración del Viceministro de Relaciones Exteriores Ma Zhaoxu acerca del Informe sobre el Rastreo de los Orígenes de COVID-19 de los Servicios de Inteligencia de EE.UU., publicado el sábado:
Recientemente los servicios de inteligencia estadounidense han fabricado un supuesto informe sobre el rastreo de los orígenes de COVID-19, que de cabo a rabo es un documento político y falsificado y no cuenta con base científica ni credibilidad alguna. Y más aún, la parte estadounidense ha lanzado declaraciones difamatorias y atacantes contra China. Ante ello, la parte china ha manifestado su contundente rechazo y ha hecho serias gestiones ante la parte estadounidense.
Hemos reiterado en múltiples ocasiones que el rastreo de los orígenes de COVID-19 es un complejo tema científico, y los estudios concernientes los deben y solo pueden hacer los científicos de todo el mundo mediante colaboración. Sin embargo, EE. UU. ignora la ciencia y los hechos, y está obsesionado con la manipulación política y el rastreo hecho por los servicios de inteligencia. Sin poder presentar ninguna evidencia fehaciente, ha inventado mentiras repetidamente para calumniar y acusar a China. Su propósito no es otro sino utilizar esta cuestión para echar la culpa a China, eludir sus propias responsabilidades y diseminar un virus político. El hecho de que EE.UU. haya usado servicios de inteligencia para realizar el rastreo es una evidencia sólida de politizar este asunto.
Las críticas de EE.UU. a China de no ser transparente ni cooperativa en el rastreo de los orígenes del virus son puros disparates. China siempre ha atribuido alta importancia a este trabajo y ha colaborado activamente en los estudios globales sobre los orígenes del virus a base de criterios científicos. A la luz de los principios de ciencia, apertura y transparencia, hemos invitado dos veces a los expertos de la OMS a desarrollar en China el rastreo de los orígenes del virus. A comienzos de este año, un equipo conjunto integrado por prestigiosos expertos internacionales y chinos hicieron investigaciones de 28 días en China y publicaron el informe conjunto China-OMS del estudio sobre los orígenes del virus, en el que se dieron a conocer las conclusiones autorizadas, profesionales y científicas, sentando así una buena base para la cooperación global al respecto. Como siempre, seguimos apoyando y participando activamente en el rastreo científico, y al mismo tiempo nos oponemos firmemente a los intentos de politizar este tema.
En realidad, en el tema del rastreo, el que no ha actuado de manera transparente, responsable ni cooperativa es justamente EE. UU.. Hasta hoy día, la parte estadounidense se ha negado a responder las dudas razonables de la comunidad internacional sobre el laboratorio biológico de Fort Detrick y las más de 200 bases de experimentos biológicos estadounidenses fuera de su territorio, intentando ocultar la verdad y esquivar la responsabilidad. EE. UU. tiene la responsabilidad y la obligación de dar una explicación a todo el mundo.
La manipulación política de EE.UU. en la cuestión del rastreo de los orígenes carece de apoyo y ha sido objeto del rechazo general de la comunidad internacional. Más de 80 países han manifestado su oposición contra tal politización a través de cartas dirigidas al Director General de la OMS, declaraciones o notas diplomáticas, exigiendo defender el informe conjunto China-OMS. Además, más de 300 partidos políticos, organizaciones sociales y think-tanks de más de 100 países y regiones han presentado una declaración conjunta ante la Secretaría de la OMS para oponerse a la politización del rastreo. Más de 25 millones de internautas chinos han firmado una carta abierta exigiendo una investigación sobre la base de Fort Detrick. Esto es el reclamo justo de la gente.
Como dice un proverbio chino: una causa justa gana amplio apoyo, mientras que una injusta encuentra escaso apoyo. Reiteramos seriamente a la parte estadounidense que la politización del estudio de los orígenes es un callejón sin salida, y EE. UU. debe cesar inmediatamente todas las acciones que intoxiquen el ambiente de la cooperación internacional en el rastreo y perjudiquen la unidad internacional en la lucha contra la pandemia, y volver al rumbo correcto del rastreo científico y la cooperación antiepidémica. Fin