China y la agenda diplomática de la semana Raquel León de la Rosa, directora del Observatorio de la Política China.

In Análisis, Política exterior by Director OPCh

Después de la reunión de mandatarios en el Foro APEC 2023, en donde el presidente Xi Jinping tuvo encuentros con algunos jefes de Estado, se han dado una serie de reuniones de alto nivel entre el gobierno de Beijing y algunos Estados.

Un cierre complejo para la región latinoamericana

A modo de resumen después del foro en California, la región comenzó a vivir una serie de momentos importantes para la presencia china. El más importante conlleva a los resultados de las elecciones en Argentina. Un país que, durante los últimos años, representaba una apuesta grande por parte de China, ya que el contexto político, económico, social y cultural de este siglo propició un mayor acercamiento en términos de inversión, divisas y cooperación. Hay que destacar dos puntos importantes en esta presencia china a nivel geoeconómico. Primero, el anuncio en abril de este año para la realizar el comercio bilateral en yuanes. Segundo, la inclusión de Argentina al grupo de BRICS+.  El triunfo de Javier Milei ha generado una gran especulación respecto a la relación, pues es importante señalar que el futuro presidente de Argentina ha tenido un claro discurso anti-chino, y una clara alineación hacia Estados Unidos. No obstante, se espera que los capitales que han manejado la campaña de Milei sopesen el impacto económico que tendría una postura radical con China; esto no quiere decir que la relación continue necesariamente cercana.

La región latinoamericana es un reto en el diálogo con China, ya que está en constante movimiento a nivel social y cultural, es decir, no es homogénea y se configura a través de una diversidad y particularidades bilaterales, siempre determinadas por los partidos en el poder, lo que la hace inestable. Ejemplo de esto son estas rápidas olas políticas, pues hace 5 años parecía un regreso a gobiernos de ultraderecha y más alineados con Estados Unidos. Sin embargo, para este 2023 y 2024, hay casos en donde retorna la izquierda a gobernar o que incluso, países que tradicionalmente se alineaban a Washington se suman a este tardío o segundo Pink Tide, como son los casos de México y Colombia. También es importante señalar las crisis institucionales en gobiernos de izquierda, como es el caso boliviano; e incluso, la fragilidad de algunos países centroamericanos y caribeños, y la manera en cómo se desentierra la historia reciente, como en este momento en Perú y el tema Fujimori.

La diplomacia de Beijing

Los últimos años corresponden a una alta institucionalización del Xiísmo a todos niveles. En donde, la política exterior y la diplomacia china no se han quedado atrás. El 2023 representa la reactivación de reuniones y foros en donde la presencia china es importante, principalmente haciendo eco en los países del Sur Global. La pandemia no limitó la cooperación china hacia el mundo, al contrario, potencializó y diversificó esto. No obstante, se sigue cuestionando ¿cuál es interés chino respecto a esto?, la respuesta que se ha oficializado es la construcción de una comunidad de futuro compartido. Cabe mencionar que no es objetivo de este artículo discutir este tema, sino identificar esta evolución del rol de China en el sistema internacional, principalmente en la región de estudio de este observatorio.

Lo sucedido tras bambalinas en el Foro APEC 2023 significó un relajamiento en la tensión entre China y Estados Unidos. No obstante, durante la última llamada telefónica entre Blinken y Wang Yi se pusieron sobre la mesa los temas que dan continuidad a la reunión de California entre los presidentes de estos países. Si bien el tema Palestina estuvo presente, del lado chino se enfatizó, a partir de la muerte de Kissinger, el compromiso de seguir “el legado” de reconocimiento a Beijing, y no estar presente en el tema de Taiwán.

Por otro lado, la participación china en la COP28 reafirma, a nivel discursivo, la forma en cómo desde Beijing se posiciona el Sur Global respecto a la gobernanza climática, pues este tema es uno de los que más ha buscado promover el gobierno al exterior a través de su visión de economía verde. Concepto que fue recurrente durante el Tercer Foro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

En este sentido, las características de la región y la lejanía geográfica constituyen un gran reto. Incluso, estos factores propician una adaptación en la construcción del diálogo político y, sobre todo, de entendimiento.

Misiones y visiones

Estos días han sido particularmente activos en el recibimiento de misiones diplomáticas para Beijing, rescatando como casos prácticos la visita de Alicia Bárcena, Canciller mexicana; y la 24° Cumbre Unión Europea- China.

En el primero, se realizó la primera visita de Alicia Bárcena como Secretaria de Relaciones Exteriores del gobierno mexicano. Es importante rescatar dos puntos. Primero, el expertise de Bárcena y la visión que tiene sobre China desde su liderazgo en la CEPAL. Segundo, el trabajo de acercamiento previo que hizo el Excanciller Marcelo Ebrad. Estos dos aspectos permiten la continuidad de la dinámica de acercamiento entre México y China durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la relación permanece en la misma lógica, es decir, no ha llegado a evolucionar a un nivel más profundo, como sucede en otros países sudamericanos; ya que, al parecer, China se ha vuelto la mejor opción para el gobierno en situaciones de crisis. Hay que recordar que, durante la pandemia, y gracias a la presidencia pro tempore de México en la CELAC, se generó un puente de comunicación directa que resultó en el suministro de equipo médico y vacunas, siendo México el país número ocho en el top diez de países receptores de vacunas chinas. En esta visita, el motivo es similar, en este caso fue la búsqueda de suministros para las víctimas del huracán Otis en la costa de Guerrero. Si bien en las reuniones se ha enfatizado que la relación es estratégica y con potencial, esto es un discurso que se ha venido escuchando desde principios de siglo, por eso se menciona que es de alta cooperación, pero baja profundización en la agenda bilateral.

El segundo caso recae en la reunión entre el presidente Xi Jinping, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y con la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Aquí es importante recordar que la relación entre China y la Unión Europea no ha sido la más cercana en los últimos dos años. La falta de postura china en el caso Ucrania, las críticas europeas al tema Taiwán y la lejanía con algunos integrantes de la UE, como lo son Italia y Alemania, son algunos de los temas antecedentes a esta cumbre. La reunión del 7 de diciembre dio la apariencia de un diálogo sin acuerdos. Si bien, desde la parte china se ha destacado en los medios que existe una relación cercana que permite dialogar en temas climáticos y de economía verde, desde la parte europea no se percibe así. Más allá de los tópicos democráticos y de derechos humanos que promueve la UE, el tema central refiere a la dinámica comercial entre China con la UE, una relación deficitaria para los europeos. En este rubro uno de los temas sensibles son los automóviles eléctricos chinos y su limitación al mercado de la UE. En donde la postura desde Bruselas ha sido enfática en promover una competencia justa ante los autos chinos subvencionados. Por lo tanto, lo dialogado en esta cumbre permite ver un mayor número de temas de desencuentro que de encuentro entre estos dos actores clave en el sistema internacional.

Este ejercicio permite ver cómo la actual diplomacia china encuentra espacios en los países en desarrollo, mientras que en los países del Norte Global las visiones no son las mismas. El 2024 será uno de los temas y los retos que seguirán atentos en la agenda internacional, ya que la percepción china no necesariamente empata con la visión occidental. Por lo tanto, la relación con actores como Estados Unidos o la Unión Europea versará con los mismos temas de desencuentro. Al mismo tiempo, es importante ver la evolución de la región latinoamericana para ver cómo este multilateralismo con características china se adapta a los retos políticos y sociales.